lunes, 14 de mayo de 2018

Tu esencia, como ser humano es…


Tu esencia, como ser humano es…



La comunicación no violenta, viene de un reportaje que pude recoger y compartirlo para un buen entendimiento. Me da mucho gusto poder pasarlo a ustedes, y todo aquel que quiera tomar nota de ello.
La orientación comienza con, y es tu esencia como ser humano, el comunicar y recibir comunicación. Ya desde que nacemos, lo primero que hacemos es llorar y eso significa que reclamamos algo: Calor, afecto, alimento, caricias o atención.
Recordando lo que significa la comunicación: Esta no es sólo verbal, incluye actitudes y gestos. Se puede comunicar con la cercanía, la lejanía, la ausencia o la presencia; incluso el silencio es comunicación.
Nos comunicamos por la forma de cómo somos, así que si tenemos un sistema de comunicación que no funciona bien, las personas mas cercanas no van a poder ser felices a nuestro lado.
Así que todo es comunicación. A veces nos comunicamos sin darnos cuenta. La comunicación es continua y se da en todos los niveles de la vida. Pero paradójicamente la sociedad, no sabe comunicarse. Apenas existe una buena comunicación.
El problema es que no sabemos interconectar.
Cada vez hay más conflictos familiares, más separaciones. Hay familias que hasta tiene más de un hogar, apenas se ven y apenas se comunican, o se comunican de forma violenta.
Podemos comunicarnos de forma positiva.
Nos comunicamos a través del cuerpo, de los valores que tenemos y llevamos dentro y transmitimos, con las experiencias vitales, con los órganos sensoriales, con nuestro modo de pensar, nuestro mundo cognitivo. Todo eso son herramientas que ayudan y son fundamentales para podernos comunicar, ya que nos comunicamos permanentemente, las 24 horas del día, hasta cuando dormimos.
Un psicólogo, el Doctor Marshall Rosenberg, investigó qué sucede cuando entramos en conflicto. Aportó técnicas para poder comunicarse de forma tranquila y sosegada, enfocada para enriquecer la vida de las personas de una forma razonable, incluyendo la rabia.
El Doctor explica que la violencia es la expresión física de las necesidades insatisfechas de una persona. Cuando no conseguimos lo que queremos o no sabemos cómo expresarlo, entonces lo pedimos a veces de esta forma. Tenemos que saber dar y al mismo tiempo saber recibir.
La comunicación no violenta nos ayuda a conectarnos con uno mismo y con los demás y de que fluya la compasión, la ternura y la empatía.
Tenemos que comunicarnos de forma simpática. Todos tenemos esta necesidad y necesitamos armonía para realizarla.
A veces ocurre que tenemos miedo, sino sabemos pedir, nos callamos, si queremos tener el poder utilizamos la fuerza.
La comunicación no violenta proporciona relaciones sanas, resolver conflictos pacíficamente, y esto romper con el efecto de las experiencias pasadas, descubrir que las personas pueden hacer feliz al otro. Desarrollar capacidades de escuchar y comprensión. Si no sabemos escuchar no habrá comunicación pacífica.
Primero tenemos que comunicarnos con nosotros mismos de forma compasiva porque, si no nos queremos o si somos egoístas, no podemos cambiar, ni ser felices, ni comunicarnos bien con los demás.
Los demás, al ver que cambiamos la forma de decir las cosas, al principio puede que se rían. Necesitaremos paciencia y auto comprensión para darnos la oportunidad de cambiar las pautas que teníamos, por otras más sanas, y con el tiempo todos se acostumbraron, y quedarán establecidas.
Necesitamos herramientas para poder defendernos en un plan pacífico, y eso si no lo hacemos bien, puede llevarnos al enfrentamiento de nuestra personalidad.
Dos puntos importantes para tener en cuenta serían:
Saber expresar de forma honesta lo que necesitamos.
Saber escuchar de forma simpática. (Sonriente y con atención).
Para ello primero hay que observar: Si necesitas armonía, busca un buen clima.
En segundo lugar, sentir: Pregúntate qué es lo que sientes, (rabia, impotencia, agresividad, angustia, tensión, alegría, euforia…).
Después hay que ver qué es lo que necesitamos.
Y, por último: Tranquilamente lo podemos pedimos. (Con toda la paz interior).
Cuando alguien responde con agresividad, significa que está pidiendo algo. Hay que observar porque esa persona se porta de esa manera, porque “maltrata a los demás”.
Podemos pedir, pero no exigir. Podemos desear que nuestras familias sean mejores, pero no lo podemos exigir.
Los conflictos vienen cuando mezclamos los comportamientos, con los juicios.
Por ejemplo; no es lo mismo decir: “¿Me puedes ayudar?”, Que decir “¡Eres un gran inservible!”. Porque si decimos lo último entonces, no tendremos nada positivo.
Los obstáculos para comunicar simpática mente son:
Juicio: “Tú eres…”.
Consejos: “Yo que tú…”.
Explicaciones: Ante ciertas conductas no hay que dar explicaciones.
Corregir: Hay gente que se pasa la vida corrigiendo a los demás. Eso da angustia.
Contar “cuentos o mentiras”: “Pues a mí ayer me pasó…”. “Eso no es nada, espera que te cuente que me ocurrió a mí…”.
Simpatizar: Tampoco es bueno porque no es simpatizar, no es ponerse en el lugar del otro, sino llorar con él, y eso no le ayuda.
Investigar: Hay personas que cuando les contamos algo, enseguida dicen “¿qué?, ¿qué?, ¿qué has dicho?”, “A ver, a ver… Cuéntame, si cuéntame…”. Eso parece más no creer, que ayudar.
Todas estas formas de responder las hacemos a diario.
La forma de simpatizar es la que conseguimos cuando nuestro interlocutor nos responde: “Eso es exactamente lo que quiero decirte”.
Sienten que se les escucha realmente, por ejemplo:
“Me conmovió lo que dijiste… ¿Te gustaría que te diera mi punto de vista?”.
“¿Puedo hacerte una sugerencia?”. “¿Puedo hacerte una pregunta?”. “Tengo una experiencia similar, ¿quieres escucharla?
Si alguien lo hace de esa manera nadie le responderá nunca mal. Cuando escuchamos simpática mente nos metemos dentro de esa persona. (Con atención).
Por eso se dice, que nos dará vergüenza cambiar la forma de decir las cosas, porque parecemos cursis o pedantes, pero no será así, y ahí donde reside realmente la buena comunicación y, por eso mismo hay que tener compasión con nosotros mismos, incluso aunque los demás se reían, para auto convencernos de que lo estamos haciendo bien y que es así como los demás lo quieren, en el fondo, van a necesitar que nos comuniquemos, porque nadie se sentirá ofendido.
Los resultados que se obtienen, es que nos damos cuenta de que no es problema del otro, sino una necesidad nuestra. Es necesaria mucha superación para poder realizarlo.
Las ventajas: Saber expresar las necesidades, entrar en contacto con uno mismo y con los demás simpáticamente, manejar situaciones difíciles. Los otros se van a abrir mucho más.
Y comunicaremos de forma sana, y sacaremos nuestra ternura y empezarán a surgir los valores de cada persona. Así daremos un giro a la comunicación de forma adecuada.
Si cambiamos “exigencias” por “deseos” las cosas cambian porque no podemos decirle a los demás, que es un sinvergüenza porque llego tarde. No arreglará nada así. Sin embargo, conseguiré comunicación adecuada si le digo como me siento.
La ira es necesaria, el problema es cuando se desboca, cuando no se canaliza de la forma adecuada. Pero si lo intentamos y lo practicamos, así podremos comunicarnos de forma positiva. Y el adelanto es mucho más, que superior…






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