lunes, 4 de abril de 2016

Nadie sabe lo que tiene...hasta que no arregla su habitación...

Nadie sabe lo que tiene...hasta que no arregla su habitación.




Ya fuera de la broma de la frase, que me encanto cuando la leí, voy un poquito más haya en esta reflexión, y es que realmente nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde o hasta que lo ve por primera vez, en el primer caso digamos que es una locura con perdón que te pase aunque llego a pensar después de tantos años que es ley de vida que lo que empieza como un sueño se convierte en pesadilla, y en el segundo una bendición como si te llegara la buena nueva, pero que puede convertirse en el primer caso a unas malas, pero a pesar de los palos que llevamos es la única ilusión a veces que nos hace soñar.

Y como darse cuenta de esas cosas si no es con el día a día en tu vida, ese día a día que le falta esa chispa que le daba ese algo que ya no está, ese algo que lo hacía distinto todo con el simple hecho de estar en tu vida, esa algo que no eres capaz de apreciar en todo su esplendor hasta el momento en que ya no está.

Y cuando pasa todo esto intentas disfrazar la nostalgia de ese sentimiento de pérdida con muchas cosas, con muchos entretenimientos y con tu día a día piensas que el tiempo curara cualquier perdida y hará venir algo nuevo en un tiempo indefinido, y te das cuenta que todo eso es una fachada para hacerte sentir bien en un corto periodo de tiempo, pero si no hiciéramos eso viviríamos realmente amargados.

Hay personas que pierden algo y le es indiferente, son felices con su día a día y como no tienden a ilusionarse con nada, nada pierden pero creo que tampoco están viviendo con la intensidad que debieran las cosas y son conformistas en un mundo tan pasajero como en el que estamos y a la vez tan efímero.

No suelo arrepentirme de las cosas que hago, muy pocas veces pido perdón y digo lo siento, supongo que a veces debería de haberlo hecho más de una vez, pero con todo y con eso me siento orgulloso de cada uno de los pasos que he dado en mi vida, que yo soy como soy y que las circunstancias aunque a veces adversas me han hecho ver la vida de una manera y tener necesidades que solo se yo que me pueden llenar esos vacíos que tenemos cada uno de nosotros y que nos hacen no ser felices del todo y que cuando se llenan nos sentimos la persona más feliz del mundo.

Creo que nos complicamos mucho la vida y que no lo hacemos aposta nunca, pero a veces deberíamos de hacer borrón y cuenta nueva, simplificar las cosas para no hacer una montaña de arena de algo muy pequeños, que el presente es el que nos toca y que aunque el recuerdo de las cosas están en nosotros no deberían de estar atado a un pasado , que el pasado se quede en eso y que no esté encima nuestro, es una lección difícil de aprender y que solo el tiempo puede curar, el maldito elemento, el tiempo que o corre muy deprisa o nos ahoga con su lentitud.

Cuantas veces no le habremos dicho a esa persona que queremos, pararía este momento para siempre, viviría este instante toda mi vida... pensar que esos momentos son los mejores, porque son especiales entre dos personas y te hacen sentirte vivo para siempre, pero cuando ya no los tienes y los recuerdas también, se para el tiempo y viene la soledad a tus manos en la nostalgia del pasado disfrazado de recuerdos que de primeras te sacan una sonrisa y acaban con una lagrima.




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