sábado, 2 de abril de 2016

Nuestros pensamientos, son como nubes…

Nuestros pensamientos, son como nubes…





Nos pasamos la vida complicándonos, sufriendo y preocupados cuando podemos relajarnos y regalarnos un poquito de paz. Si ponemos atención a nuestros pensamientos y reacciones que todo el día nos mantienen distraídos de nosotros mismos, notaremos como nuestra mente salta de una situación a otra para evitar un poco de silencio. Buscamos como llenar los espacios de tiempo para ser espectadores, actores o reactores del mundo de afuera evitando estar solos y en silencio. Tememos que nuestros pensamientos angustiantes se apoderen de nosotros y nos atemoricen más.
Hay una maravillosa forma de pasar el tiempo y no permitir que los pensamientos desagradables nos invadan: diciéndoles constantemente Gracias, Gracias, Gracias.
La vida nos regaló un juguete que se llama pensar, el libre albedrío consiste en cómo utilizamos ese juguete. Pensar es una adicción, una de las tantas que podemos tener y no es que no lo necesitamos, pero, en vez de cumplir su verdadera función que es ser una herramienta que podemos controlar, pasó a controlarnos.
Tenemos dos fuertes tendencias: una a identificarnos con lo que pensamos y la otra de no poder parar de pensar. Si nuestros pensamientos son para empoderarnos y estos están cargados de amor, compasión o buena voluntad, entonces ellos provienen de nuestra inspiración, son pensamientos de alta vibración y estaremos experimentando una realidad amorosa.
Pero si los pensamientos que nos invaden son angustiantes, esa es la realidad que experimentaremos instantáneamente. Nuestro organismo comienza a segregar sustancias que lo ponen en alerta y el mundo que percibimos, es un mundo hostil, distorsionado y acorde con nuestro sentir.
Los pensamientos, sentimientos y emociones dibujan nuestra realidad. Por eso tenemos que tomar consciencia de que solo de nosotros depende la realidad que vivimos. La analogía a esto es el espejo, no esperamos que el espejo nos sonría primero, esto es imposible, así resulta el mundo que vemos que es quién nos muestra como estamos interiormente.
Si creemos que pensar demasiado nos va a traer una solución, estamos equivocados, la solución no está en los pensamientos, la solución viene cuando aquietamos la mente.
Si quieres crear una realidad distinta a la que estás viviendo y no sabes cómo parar de pensar, limpia tus pensamientos repitiéndote a ti mismo mentalmente GRACIAS y TE AMO y ME AMO (como un mantra). Esto deshace y libera cualquier pensamiento o situación que estés experimentando que no sea apacible. Automáticamente verás cómo se desvanece aquello en lo que estabas depositando tu atención y que te quitaba la paz.
Cuando trates de evitar un pensar negativo, hay una parte de ti que se enfoca en ello, solo abrázalo y déjalo pasar. Con amarlo te liberas, con resistirlo lo perpetuas.
Puedes decidir sentirte mejor, pensar positivo y amar. Crear ideas es pensar en el aquí y el ahora, entonces estás inspirado. Solo los pensamientos nuevos y creativos, los pensamientos que proceden del amor vienen de la inspiración y no del pasado, estos llegan de una mente en calma y alineada.
Cuando le damos la bienvenida a los obstáculos en vez de resistirlos, estos nos sonríen y luego se desvanecen. Los pensamientos son como nubes que surcan los cielos, si los detienes, habrá tormenta. Solo diles Gracias y déjalos pasar.
No es mucho lo que necesitamos, pero pensamos que nos faltan cosas para ser felices. Una frase que dice: Necesito poco; y lo poco que necesito, lo necesito poco.





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