viernes, 29 de abril de 2016

Libera esas pequeñas batallas y… ¡Se feliz!...

Libera esas pequeñas batallas y… ¡Se feliz!



Si estas atravesando un mal momento, lo primero que debes saber es que este pasará. Si, por el contrario, te encuentras en un punto de tu vida donde la felicidad es la protagonista y sientes que has alcanzado el equilibrio, quiero que sepas que esto también pasará. Con esto no quiero sonar pesimista, al contrario, quiero que entiendas que la vida se compone de buenos y “malos” momentos, y coloco en comillas la palabra “malos” porque las situaciones que puedas atravesar a lo largo de tu vida serán de este modo sólo si así lo quieres.
De los malos momentos podemos aprender tanto… Solo debemos tener la capacidad de ver las dificultades como maestros y no como obstáculos. ¿Cómo sabrás luchar si no has librado una batalla antes? Simplemente no es posible. El primer error enseña, la primera decepción te ayuda a cuidar la confianza que depositas en alguien y a cuidarte a ti mismo, la primera caída te dará las herramientas necesarias para levantarte de las próximas, en fin. Las circunstancias (Las primeras y todas) que pueden generar dolor o sufrimiento son las más aleccionadoras. Debemos aceptarlas, dejar fluir, aprender de lo vivido y eliminar los resentimientos, aunque en muchas oportunidades no entendamos las movidas del destino.
Ninguna vida es perfecta, el equilibrio es necesario para el crecimiento y este se compone de energías positivas y energías negativas que debes canalizar de la mejor manera posible. Mantener una actitud positiva todo el tiempo es una tarea muy difícil, pero será de muchísima ayuda para ti. Hay mil maneras de vivir y todos tenemos la plena libertad de escoger la que queramos, pero imagínate que solo por un momento no haces resistencia a lo que estás viviendo, que no te opones al curso natural de las cosas, que te sientes con la capacidad de adaptarte al momento sacando de él lo mejor, imagina que por un instante te conformas con los recursos que tienes a tu alcance, pero al mismo tiempo tomas iniciativas para alcanzar eso que quienes lograr.

Estoy seguro, que, si te imaginas esto, vas a querer intentar llevarlo a tus acciones. También quiero dejarte otras alternativas que te harán superar la tormenta. Desvía tu atención a lo bueno, dentro de lo “malo” que te esté sucediendo, sonríe ante la adversidad, acepta lo que no puedes cambiar, apóyate en personas positivas. En definitiva, hay un sinfín de cosas que puedes hacer para superar cualquier situación difícil, pero primero, debes caer en cuenta que la fuerza para llevarlas a cabo está en ti y que debes desarrollarla.



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