Fingiré…
Voy a fingir que no te extraño , que no me siento
mal por ti, que no me acuesto pensando en ti y que no me levanto con un solo
nombre en mi cabeza...que nunca te conocí y que este vacío dentro de mi es
porque no encontré a la persona indicada todavía, que no se me partes el corazón
cuando estas al lado mío, y no me hablas, que cada vez que te veo conectado no
me muero por hablarte y que no me afecta que no lo hagas, que todos los días no
espero que aparezca un mensaje tuyo diciendo que me extrañas o aunque sea un
comentario que me alegre el día que cada vez que te veo no me dan ganas de
abrazarte y decirte lo mucho que te quiero, voy a fingir que no me dan ganas de
llorar cuando pienso en ti, que no me haces falta que no me importas y que
aunque hace poco te conocí te transformaste en algo inexplicable para mí, Te
tengo en el presente, aquí, pero sé que nunca tendremos futuro…
La vida es difícil,
algunas personas entran en la vida de otras, dejando una gran huella en su
corazón y consiguen que nunca vuelvan a ser las mismas. Ahora bien, no ser la
misma, puede ser mejor.
A veces, las personas desaparecen delante de
nuestros propios ojos. A veces, las personas te descubren de repente, aunque te
hayan estado mirando todo el tiempo. A veces, nos perdemos de vista a nosotros
mismos cuando no prestamos suficiente atención. Todos nos perdemos en alguna
ocasión, sea por decisión propia o debido a fuerzas que escapan a nuestro
control. Cuando descubrimos lo que nuestra alma necesita aprender, el camino de
vuelta se presenta por sí mismo. A veces vemos la persona de salida, pero seguimos
avanzando y ahondando a pesar de nosotros mismos: el miedo, la rabia y la
tristeza nos impiden regresar. A veces preferimos permanecer perdidos y
errantes, ya que suele resultar más fácil. Otras veces hallamos la salida.
pero, pase lo que pase, siempre nos acaban encontrando.
Los errores no los niego, los asumo, las tristezas
las lloro y las supero, y el amor no lo grito, lo demuestro... Trato de ser
fuerte para que nadie me derrote, trato de ser noble para que nadie me humille,
intento ser humilde para que nadie me ofenda, y sigo siendo yo misma/o, para
que nadie me olvide.
No puedo, no puedo volver el tiempo atrás, pero eso
es lo que más quiero. Tampoco puedo arrancar esto que siento, aunque no sé si
eso es lo que quiero. ¿Cómo no me resigno? El tiempo me hizo saber que la
palabra “resignación” no está escrita en el diccionario de mi corazón. Luché y
sigo luchando para que ésos días vuelvan, para que no sea “un beso y hasta
luego”, para que volvamos a sentirnos nuestros. No me logro cansar, tus palabras
y besos me ayudan a continuar, sé que seguramente perderé mis días, pero por lo
menos entenderé que luché sin medida por eso que sentía.
Te amé y te estoy amando como la primera vez porque
no logra cambiar lo que siento por ti, porque es fuerte, porque fuiste y eres
la persona que más me marco. Me diste y me haz dando lecciones para aprender,
llantos y risas hiciste de mí, todo lo que me hiciste vivir.
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