martes, 7 de febrero de 2017

Fingiré…

Fingiré



Voy a fingir que no te extraño , que no me siento mal por ti, que no me acuesto pensando en ti y que no me levanto con un solo nombre en mi cabeza...que nunca te conocí y que este vacío dentro de mi es porque no encontré a la persona indicada todavía, que no se me partes el corazón cuando estas al lado mío, y no me hablas, que cada vez que te veo conectado no me muero por hablarte y que no me afecta que no lo hagas, que todos los días no espero que aparezca un mensaje tuyo diciendo que me extrañas o aunque sea un comentario que me alegre el día que cada vez que te veo no me dan ganas de abrazarte y decirte lo mucho que te quiero, voy a fingir que no me dan ganas de llorar cuando pienso en ti, que no me haces falta que no me importas y que aunque hace poco te conocí te transformaste en algo inexplicable para mí, Te tengo en el presente, aquí, pero sé que nunca tendremos futuro…
La vida es difícil, algunas personas entran en la vida de otras, dejando una gran huella en su corazón y consiguen que nunca vuelvan a ser las mismas. Ahora bien, no ser la misma, puede ser mejor.
A veces, las personas desaparecen delante de nuestros propios ojos. A veces, las personas te descubren de repente, aunque te hayan estado mirando todo el tiempo. A veces, nos perdemos de vista a nosotros mismos cuando no prestamos suficiente atención. Todos nos perdemos en alguna ocasión, sea por decisión propia o debido a fuerzas que escapan a nuestro control. Cuando descubrimos lo que nuestra alma necesita aprender, el camino de vuelta se presenta por sí mismo. A veces vemos la persona de salida, pero seguimos avanzando y ahondando a pesar de nosotros mismos: el miedo, la rabia y la tristeza nos impiden regresar. A veces preferimos permanecer perdidos y errantes, ya que suele resultar más fácil. Otras veces hallamos la salida. pero, pase lo que pase, siempre nos acaban encontrando.
Los errores no los niego, los asumo, las tristezas las lloro y las supero, y el amor no lo grito, lo demuestro... Trato de ser fuerte para que nadie me derrote, trato de ser noble para que nadie me humille, intento ser humilde para que nadie me ofenda, y sigo siendo yo misma/o, para que nadie me olvide.
No puedo, no puedo volver el tiempo atrás, pero eso es lo que más quiero. Tampoco puedo arrancar esto que siento, aunque no sé si eso es lo que quiero. ¿Cómo no me resigno? El tiempo me hizo saber que la palabra “resignación” no está escrita en el diccionario de mi corazón. Luché y sigo luchando para que ésos días vuelvan, para que no sea “un beso y hasta luego”, para que volvamos a sentirnos nuestros. No me logro cansar, tus palabras y besos me ayudan a continuar, sé que seguramente perderé mis días, pero por lo menos entenderé que luché sin medida por eso que sentía.

Te amé y te estoy amando como la primera vez porque no logra cambiar lo que siento por ti, porque es fuerte, porque fuiste y eres la persona que más me marco. Me diste y me haz dando lecciones para aprender, llantos y risas hiciste de mí, todo lo que me hiciste vivir.




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