El Sabio y el Viajero…
El Tao del Viajero es una filosofía de vida china que tiene que ver con
la longevidad y la calidad de vida, practicada en el taijiquan y el qigong para
vivir mejor y equilibrarnos con la naturaleza.
El “Tao” es el camino, “El Viajero” nuestro tránsito por la vida.
Antes de partir, el Sabio le dijo al Viajero:
No te olvides que el Viajero se vuelve Sabio, cuando mantiene en su conciencia
constantemente que es un Viajero, que está de paso en este mundo, que lo
permanente está dentro de él: sus valores, sus cualidades, su propia eternidad.
Toma tus precauciones; a veces, se presentan obstáculos.
Hay que tomar en cuenta que hoy en día, muchos se cansaron de ser niños y
quisieron crecer abruptamente y ahora quisieran ser niños otra vez. Que otros
perdieron su salud por buscar riqueza, y ahora pierden su riqueza para restaurar
su salud. Que muchos, por pensar ansiosamente sobre el futuro se olvidan del
presente y acaban no viviendo ni en el futuro, ni en el presente. Otros, viven
como si nunca se fueran a morir, y luego mueren como si nunca hubieran vivido.
El Viajero le dice al Sabio:
"Los seres humanos tenemos mucho que aprender en el camino de la vida.
Dime qué necesito saber, antes de seguir mi viaje. Los seres humanos tenemos
que aprender mucho a cada paso que damos".
No podemos hacer que alguien nos ame, sino dejarnos amar.
Toma años construir la confianza, y sólo pocos segundos, destruirla.
Lo más valioso no es lo que tenemos en la vida, sino a quién tenemos en la
vida.
No es bueno compararnos con los demás; habrá siempre quien es mejor o peor.
La persona rica no es la que más posee, sino la que necesita menos.
Debería haber control sobre las actitudes, si no, son las actitudes las que nos
controlan a nosotros.
Nos toma sólo segundos abrir heridas muy profundas en las personas que amamos,
y nos toma muchos años poder curarlas.
Hay que entender que puede ser que haya alguien que nos ame, y sin embargo, no
siempre sucede que sepa expresar sus sentimientos.
El dinero puede comprar todo, menos la felicidad. A veces nos podemos molestar
por algo, pero eso no nos da el derecho de molestar a otros.
A veces, no es suficiente ser perdonados, si no nos sabemos perdonar a nosotros
mismos.
Los seres humanos son amos y dueños de lo que poseen, pero son esclavos de lo
que dicen.
Siempre cosecharemos lo que plantamos. Si plantamos habladurías, vamos a
cosechar intrigas. Si plantamos amor, vamos a cosechar felicidad. La verdadera
felicidad no es lograr metas, sino aprender a sentirnos satisfechos con lo que
logramos, sin que la envidia o los celos se apoderen de nosotros por lo que nos
falta.
Aprender que dos personas pueden estar viendo la misma cosa, y sin embargo,
estar viendo algo totalmente diferente.
Aquel que es honesto consigo mismo, a pesar de los obstáculos llegará lejos en
su camino.
Para aprender necesitas de Ocho Poderes. Estos son, en realidad, tu capacidad
de poner en práctica tus propios valores:
El Poder de empacar el pasado, el Poder de tolerar, el Poder de adaptarse, el
Poder de discernir, el Poder de juzgar, el Poder de afrontar, el Poder de
cooperar y el Poder de retirarse o de la introspección.
Aquí están los ocho cuatro poderes;
1.El Poder de Empacar el Pasado:
No importa el país, no importa qué cultura sea, la mayoría de nosotros los
seres humanos pasamos gran parte de nuestro tiempo recordando cosas que ya han
sucedido. Volvemos a vivir el pasado una y otra vez, a veces, imaginando, como
si lo estuviéramos escribiendo otra vez… ¡Si sólo hubiéramos tenido la fuerza
de…! O a veces, nos ponemos a imaginar cómo será algo en el futuro. Nuestra
mente, incluso reacciona a cosas que puede ser que nunca sucedan. Y mientras
revivimos el pasado e imaginamos el futuro, la vida pasa ahora mismo, mientras
no le ponemos atención. Cuando desarrollas el poder de empacar, dejar ir el
pasado, dejar que el futuro se desenvuelva como realmente será, podrás dejar
que tu corazón se sienta ligero, sin ningún peso; tu mente estará clara y
libre, estarás libre para vivir el presente, estarás libre para vivir la
experiencia de tu propia vida. Como dice el Tao del Viajero: “Lo primero, es
enfocarte, empacar lo que ha pasado y dejar aparte lo que está por pasar. Así,
el Sabio reivindica el control de su mente”.
2. El Poder de Tolerar: La vida está llena de sorpresas. Las cosas que
planeamos pueden salirse de su curso abruptamente con mucha facilidad. No
tenemos control sobre otra gente, no tenemos control sobre la naturaleza;
tampoco podemos tener control sobre las circunstancias, no importa cuántas
veces lo intentemos. Pero no es esto lo que nos hace felices o infelices. Esto
sucede sólo si nosotros lo permitimos. Son nuestras propias respuestas
emocionales ante la vida las que nos dan felicidad o sufrimiento, y éstas sí
podemos controlarlas. Una vez que hacemos nuestro este poder espiritual,
incluso la peor de las circunstancias nunca podrá derrotarnos. El Poder de la
Tolerancia no es jamás una aceptación no deseada, sino que es la habilidad de
estar contento auténticamente -en cualquier circunstancia- y la fuerza de ser inaudible
se vuelve nuestra. Como es dicho en el Tao del Viajero: “Profundamente en la
conciencia de ser un alma, el Sabio planta las raíces de su mente. Como un
árbol que se dobla con el viento, el Viajero tolera todo y permanece
inquebrantable”. Este es el Segundo Poder.
3. El Poder de Adaptarse: La mente humana no tiene límites, el corazón no tiene
fronteras. Tenemos capacidad para una variedad infinita de diferentes tipos de
pensamientos y amor para tanta gente como queramos. El corazón es un pozo que
nunca se seca. Es el Poder Espiritual el que nos permite aceptar las
diferencias en la gente, en ideas, en la cultura, en la vida. Al aceptar las
diferencias, nuestra mente se abre y nuestro corazón se vuelve generoso. Así,
vivir unos con otros se vuelve algo fácil, que hace ser felices. Como es dicho
en el Tao del Viajero: “El Señor del Amor nunca cierra la puerta. Siguiendo al
Maestro, el Sabio se adapta a las diferencias y nunca permite que se cree
alguna diferencia”. Este es el Tercer Poder.
4. El Poder de Discernir: Bien o mal, feliz o infeliz, nuestra vida está
completamente determinada por las elecciones y decisiones que hacemos en algún
momento de nuestra vida; a pesar de que no nos recordemos haberlas hecho. A
pesar de que hacemos cosas tan automáticamente que no parece una elección,
siempre lo es. Para que nuestras decisiones sean las correctas, necesitamos ser
capaces de discernir lo bueno de lo malo, lo verdadero de lo falso. Necesitamos
la habilidad de ver claramente, ver las cosas como son realmente, no importa
qué tan bueno sea el disfraz; esto nos permite dirigir el curso de nuestra
vida, que nos llevará adonde queremos realmente ir. Como dice el Tao del Viajero:
“Trucos e ilusiones están en todos lados y el camino puede estar inundado de un
diluvio de palabras. El Sabio discierne, encontrando el diamante entre la
bisutería”. El Cuarto de los Poderes, es éste.
5.El
Poder de Juzgar: Viendo claramente cuáles son nuestras preferencias en la vida,
siendo capaces de determinar lo correcto de lo incorrecto, la verdad de la
falsedad, esto es sólo la primera mitad de nuestras acciones en la vida, sobre
las cuales después tenemos que decidir. Si hay dos buenas acciones, tres
decisiones honorables, todavía hay un juicio que hacer: ¿Cuál entre las
opciones es la que me corresponde hacer? Como en la balanza espiritual, el
Poder de Juzgar nos permite valorar hasta la última consecuencia de nuestras
acciones y las acciones de los otros. Como es dicho en el Tao del Viajero:
“Viendo sus propias acciones tan claramente cómo ve las de su hermano, el Sabio
nunca deja que el deseo influya en su decisión”. El Juicio Preciso, es el
Quinto de los Poderes.
6.El Poder de Afrontar: Tener
valor cuando se afronta el peligro, conquistar el miedo cuando nos sentimos
amenazados, mantener la calma cuando el comportamiento de la gente nos
intimida; esto es admirable. Pero, reconocer nuestras debilidades, afrontar las
sombras en el interior de nosotros mismos con honestidad, éste es el valor más
elevado en el comportamiento humano. Al vernos con honestidad, podemos ver a
los demás con una comprensión auténtica. Esta cosa solamente puede cambiar una
vida. Como dice el Tao del Viajero: “Incluso el Viajero Sabio es asediado por
los obstáculos: el Sabio afronta las rocas en el camino y las debilidades
dentro de sí, con la misma valentía”. Afrontar con Poder, es el Sexto
de los Poderes.
7.El Poder de la Cooperación: Nosotros
los seres humanos, podemos hacer cosas sorprendentes cuando trabajamos juntos.
Dar nuestro tiempo, nuestra energía y nuestra experiencia a otras personas, es
una cosa admirable; esto ayuda a que la vida funcione. Pero, hacer nuestro
papel, poniendo cuidado más en el resultado que en la gratitud de los demás; en
el grupo, más que en sí mismo; cuando vamos más allá de querer reconocimiento,
y dejarnos a un lado la necesidad de estar en lo correcto, entonces
verdaderamente el total es mucho más que la suma de sus partes. Con este tipo
de cooperación, no hay nada que no se pueda hacer. Como es dicho en el Tao del
Viajero: “Creando alianzas, el Sabio ayuda a sus compañeros. Dos, pueden lograr
lo que uno solo no puede; cooperando en todo, él honra a sus compañeros”. Cooperar
es el Séptimo Poder.
8.El Poder de Retirarse o de
Introspección: No importa donde estemos, qué tipo de vida hayamos escogido; lo
que era calma, se puede volver caos en un segundo. La violencia viene en muchas
formas, y -como el mar- una vida que puede ser serena y hermosa, se puede
volver turbulenta y trágica. A veces no podemos abandonar el lugar en donde
gobierna el desorden, el caos; pero podemos aprender a ir a lo más profundo del
interior de nuestro propio ser, sin que nada nos afecte. Aprender a retirarse
es un poder espiritual que podemos llevar con nosotros en cualquier situación.
Es una protección que siempre está con nosotros. Como es dicho en el Tao del
Viajero: “Cuando la insensatez empieza, los ladrones gobiernan. El Sabio, sin
inmutarse se retira. El retirarse sin culpa, es sabiduría”. Este es el Octavo
de los Grandes Poderes.
Con estos grandes poderes podemos retomar el sentido de la vida…