miércoles, 19 de abril de 2017

El saber Perdonar...

El saber Perdonar...



Perdonar es quizás uno de los actos humanos más difíciles, pero sin duda es uno de los más liberadores y sanadores que existe. Dicen que lo peor de las heridas es que, son provocadas por personas a quienes hemos apreciado o amado intensamente, nunca provienen de alguien que no nos importa. Esto es completamente cierto y aunque es lamentable debemos tener claro algunas cosas sobre el odio y el rencor.
Estos dos sentimientos (odio y rencor) infectan nuestro cuerpo, son altamente tóxicos y pueden provocar enfermedades a largo plazo. Aun sabiendo esto, siempre pensamos que reteniendo este tipo de sentimientos estamos “castigando” o “aleccionando” a la persona y nada puede estar más lejos de la verdad. El odio, como el amor mantiene unidos o vinculados a dos personas, ambos son como una especie de lazo que se hará tan fuerte como intenso sea el sentimiento, son las únicas dos cosas que enlazan a los seres humanos. ¿Acaso quieres permanecer unido a esa persona que te hizo daño? Estoy segura que no.
Debes tomar la decisión de perdonar, sé que no es fácil, pero es la opción que te sanará de lo toxico, te liberará y cortará el lazo que te une a esa persona, te aliviará del peso que es llevar en el corazón odio o rencor. Quiero dejarte claro que, perdonar no tiene que ver con la decisión de retener o dejar ir, puedes perdonar de verdad y aun así tomar la decisión de soltar aquello que no te conviene o a quien no te hace bien.
Te explicaré un poco por qué los seres humanos nos hacemos daño y quizás esto te ayude a entender para perdonar…
Todos tenemos pensamientos y acciones diferentes, producto de nuestras distintas programaciones, esto debes entenderlo para que puedas perdonar a quien actuó de manera equivocada (para ti) y te causó dolor. Su “programación” es distinta a la tuya y, por ende, sus acciones también lo serán para bien o para mal. Otro punto importante es que tengas en cuenta que, como seres humanos tenemos la libertad de tomar nuestras propias decisiones, la potestad de escoger el camino que prefiramos, pero que esto, también acarrea consecuencias y responsabilidad. Debemos asumir que todo lo que hagamos en esta vida, lo tendremos de regreso.
Si tus decisiones han estado basadas en hacerle daño a los demás, en herir sin razón, en mentir a conveniencia, en descalificar, en humillar, etc. Tienes que tener claro que todo esto volverá a ti de la manera que menos lo imaginas, algunos lo llaman karma, otros, justicia divina, otros, ley de causa y efecto, pero cualquiera que sea la razón, lo cierto es que este sistema está perfectamente diseñado para que “pagues lo que has hecho”. Te digo esto, con la única razón de que te preguntes a ti mismo si vale la pena hacerte más daño reteniendo ese sentimiento que, lejos de “enseñarle” a alguien que se ha equivocado, te va envenenando y por nada del mundo te aportará algo positivo.

Simplemente déjaselo al tiempo o a quien tú creas que se encargará, saca eso de ti, perdona de corazón, reconociendo que, aunque te causó dolor, tú no quieres llevar contigo ese sentimiento negativo que puede hacer que quieras vengarte, convirtiéndote en el que obre mal, ganándote así el odio de alguien más o de esa persona y dándole comienzo a un círculo vicioso que no tendrá fin hasta que, decidas liberarte perdonando de verdad. Vas a ver que, si lo haces, sentirás que te has quitado un peso de encima.




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