EL TIEMPO...

EL TIEMPO...

El tiempo, de enigmática variable; eres real o ficción; en esencia 

¿Qué eres?     

Misteriosa incógnita indescifrable. A veces nos mide y a veces nos desmide. Que poderosa magnitud que nos persigue; compañero que nos custodia y que forma parte de nuestro camino, del cual no podemos huir ni rechazar, sino más bien aceptar como el libro a través del cual estará escrita nuestra vida.
    En tú, tiempo, queda trazado cada tramo de nuestro camino; recoges nuestra infancia, adolescencia, juventud y madurez. Cada paso va quedando bien marcado por rasgos y pinceladas tristes, amargas, dulces y llenas de esperanza.
    Eres el marco de nuestra vida, en el que ya, está impreso nuestro ayer, lo que fuimos, lo que quisimos ser; donde imprimes cada día nuestro hoy, siempre con esperanza, ilusión y fuerza de seguir hacia adelante.
    Tiempo que no te paras en nuestro devenir, que nos desesperas en la espera, que nos angustias con tu rapidez y que nos llenas de fortaleza y sabiduría con la valiosa experiencia del paso de los años que nos brindas...
    A ti tiempo, te acepto más que nunca como aliado, no como enemigo. Acepto el paso del tiempo y continuar en este paseo incierto, sin miedos, sin temor...y estrujando cada día como si fuera el último, y descubriendo en él algo nuevo.
    Pido que pueda atesorar tu incesante marcha en los recuerdos, quedándome siempre con lo mejor de cada momento contenido en horas, días y noches. Qué los buenos momentos perduren siempre y que los malos queden como aprendizaje de fuerza y valor...
    Tiempo que nos cobijas con tu minutero imparable, con la siempre marcha hacia adelante, ayúdanos a apreciarte, a valorarte, a vivirte, a estar más presentes en el presente, a centrarnos en el hoy más que nunca...y disfrutar al máximo. Hasta el mínimo detalle de nuestro alrededor.
    Enséñanos a ser más felices con lo que y por lo que somos. Tú te escapas, y juntos contigo, nosotros...al son de tus agujas, caminamos hacia la eternidad, aceptando el instante que viene y el que se va...    

Gracias, por estar ahí, un abrazo fuerte...