domingo, 2 de octubre de 2016

Definición de Arrogante...

Definición de Arrogante...



La palabra arrogante es el término que empleamos comúnmente cuando queremos expresar que un individuo se destaca por su soberbia y su altanería en la interacción con los demás. En el ámbito social es fácil de detectar al arrogante dado que siempre se presenta presumido y con aires de superación frente a los demás.
También es frecuente que mire a quienes lo rodean con desprecio porque él cree que se encuentra en un nivel superior a todos, sin excepción.
Muchos indican que el comportamiento arrogante está en estrecha vinculación con la necesidad de auto valorarse para incrementar una estima lastimada, o en su defecto es la consecuencia de un fuerte nivel de vergüenza que se esconde a partir de un desenfrenado orgullo que en definitivas cuentas no existe realmente.
Es importante mencionar que la vida social al arrogante no se le hace para nada fácil ni mucho menos ya que esa postura de constante superación o elevación respecto a los demás no hace más que alejarlo del común de la gente, que generalmente ante esas actitudes se siente incómoda y tiende a apartarlo o evitarlo.
El comportamiento del arrogante presenta cierta similitud con el egocéntrico, especialmente por la inclinación constante a mostrar que es superior a los otros. Una de sus tácticas más frecuentes es la humillación y el menosprecio al otro, porque con ello siente que ha triunfado sobre los demás.
En tanto, quien es arrogante es porque lo mueve la arrogancia, tal como se denomina a aquel modo de ser que se destaca por disponer de un orgullo excesivo y que entonces lleva a creer a ese individuo que es mejor y superior al resto. La arrogancia está clasificada como un defecto de la personalidad.
Aunque si bien el mencionado sentido es el más extendido que presenta la palabra, cabe destacar, que también empleamos la misma para expresar que alguien es valiente y decidido en su accionar y comportamiento.
El concepto que directamente se opone al de arrogante es el de humilde.

Característica de la personalidad en la que sobresale la altanería y la soberbia

La arrogancia es una característica que presentan algunas personas y que se manifiesta a través de la presentación de características como la altanería, la soberbia y un sentimiento de superioridad que hace que el individuo que la posee se sienta muy superior a los demás.
En tanto, a la persona que la ostenta, popularmente, se la denomina como arrogante.
El arrogante, como su marca personal siempre tiende a exagerar su propia importancia con respecto al mundo que lo rodea.



Sentirse superior a los demás

Si bien generalmente uno puede identificar al arrogante a través de sus palabras, también es posible que el arrogante no se manifieste preeminentemente a través de lo que dice sino más a través de sus actos.
Por ejemplo, en una reunión o en cualquier otro ámbito, el arrogante será fácil de detectar porque será aquel que constantemente echará por la borda las opiniones y comentarios del resto de las personas, por supuesto, situándose el por encima de las mismas con sus propias opiniones y comentarios. Tenderá también a subestimar y menospreciar a los demás.
Otra cuestión muy común y característica de la arrogancia es que quien la padece no reconoce errores aun siendo muy evidentes. Es tal la superación en la cual se cree que está posicionado que el arrogante es incapaz de decirle a otro, “sí me equivoqué”. Como consecuencia de esto el error no será nunca de él sino de los demás.
Por esto que mencionábamos es que casi siempre el arrogante resulta ser un individuo bastante impopular y desagradable con lo cual es preferible tener el menor contacto posible.
De acuerdo a los especialistas en la psiquis humana, la arrogancia es un grave defecto en la personalidad, y como vimos, al ser una característica que el común de la gente rechaza, la persona, se verá afectada por un rechazo y desaprobación social.
Lo habitual es que en nombre de esa superioridad que siente consecuencia de una concepción sobredimensionada de sí mismo tienda a herir con diversas manifestaciones a quienes lo rodean, menospreciando sus dichos, sus creencias.

Las carencias afectivas marcan su desarrollo

Respecto de los factores que determinan la arrogancia, los especialistas coinciden en señalar a las carencias afectivas que habrían sufrido en la vida como la causa más determinante en este sentido. La falta de contención, de afecto, de cariño, de protección, por parte de los padres, en la etapa de desarrollo, la persona puede contrarrestarla con una postura absolutamente contrapuesta, la de demostrar un excesivo amor por sí mismo, una capacidad de poder con todo. Es tal la angustia que siente la persona ante la posibilidad de fracasar, de no ser aceptado, que entonces decide disimular sus carencias demostrando una fuerza y autoridad tremenda. Pero claro, en el fondo de ese ser solamente existe un sentimiento de disgusto y disconformidad consigo mismo que nace justamente de esa falta de amor que los mayores no supieron darle oportunamente.

Estereotipo presente en la literatura y en otros formatos de ficción

Por otro lado, el estereotipo que constituye el arrogante es muy usual de encontrar en la tradición narrativa; películas, cuentos, novelas y obras de teatro siempre presentan en sus argumentos a algún arrogante que hace de las suyas, porque los mismos, por las características que per se ostentan son muy ricos a la hora de tener que desarrollar cualquier tipo de trama argumental. Obviamente no son los buenos tipos, los héroes, sino los antagonistas, los malvados de la historia, quienes presentan esta característica tan común de la arrogancia.

Aunque son los menos, también es recurrente que aquellos personajes humorísticos y de corte bondadoso presenten alguna cuota de arrogancia en las historias de ficción.

Sinónimo de valentía

Y otro de los usos que ostenta el término, para nada en sentido negativo como el mencionado, es para referir la valentía o decisión que presenta una persona ante una determinada circunstancia. La arrogancia que demostró, aún ante el peligro, realmente fue admirable.




No hay comentarios:

Publicar un comentario