jueves, 27 de octubre de 2016

En las Ocasiones…

En las Ocasiones



En ocasiones hay situaciones que nos desbordan, que dan un giro inesperado a nuestra vida, entonces te preguntas o buscas la razón de lo que está ocurriendo, pero no encuentras la respuesta,
Por ejemplo; Cuando te das cuenta de que quién pensabas era tu amiga o amigo está contando cosas personales tuyas que le contaste porque confiabas en ellos, o cuando alguien a quien querías mucho, esa o esas personas a las que les diste todo lo que tenías sin pedir nada a cambio, ahora solo te ofenden o te insultan, incluso las personas a las que brindaste tu ayuda, de pronto te das cuenta de que sólo te han utilizado, que todo lo que decían eran simples mentiras con una sola finalidad, la de su propio beneficio, ahora casi, ni te saludan y cuando lo hacen, lo hacen casi por obligación o buscan excusas para no hacerlo.
Y es entonces cuando nos sentimos heridas o heridos, y nos duelen, cuando la impotencia nos hace pensar en actuar de la misma manera y gritar y contestar esas agresiones, decirles 3 o 4 verdades para desahogar ese dolor o esa decepción que nos está doliendo en el alma, en el corazón.
La lucha para seguir fiel a nuestros principios, es dura a veces, en ocasiones nos hace ser de una manera, que no deseamos, que no queremos ser, y llevados por ese dolor que nos han causado, solo deseamos devolver lo que hemos recibido, devolver el daño que esas palabras nos han causado hablando igual que ellos, las respuestas las tenemos en la punta de tu lengua, respuestas que aclararían esas situaciones que nos están haciendo daño.
Cuando ocurre eso lo mejor es detenerte un momento, mirar dentro de ti y escuchar esa voz que te dice; guarda mejor, guarda silencio, perdona, el tiempo se encargará de ponerlo todo y a todos nuevamente en su lugar, la verdad sólo tiene un camino, y finalmente siempre sale a la luz.
Pero antes de hacerlo debemos analizar a fondo la situación, porque todo incluso eso que ahora nos está haciendo daño son lecciones que aprendemos y sólo debemos aprender esa enseñanza, tal vez la enseñanza sea, que esa o esas personas que pensábamos eran amigos no lo eran de verdad y por ello lo mejor es dejarlas atrás y continuar nuestro camino, tal vez esas personas a las que queríamos no merecían que les entregáramos nuestro corazón porque no saben valorarlo o simplemente ellos no saben el significado de la palabra amistad, de la palabra amor, posiblemente esas personas a las que quisimos ayudar aún no estén preparadas para caminar a nuestro lado.
Ahora, que finalmente hemos conseguido entender la razón de lo ocurrido sólo de nosotros depende qué nuestra vida y continuar nuestro camino sin volver la vista atrás.
Es mejor apartar aquello que nos hace daño, dejarlo a un lado y agradecer por haber visto claramente la realidad, incluso dar las gracias a todos aquellos que nos hicieron daño, los que se burlaron de nuestros sentimientos o sólo desean nuestro mal, mirar al cielo, a esa estrella que alumbra nuestro camino y seguir adelante con la cabeza muy alta, con la confianza de que hemos hecho lo que nuestro corazón nos dicta y no hemos caído en esa trampa que nos han puesto y que únicamente no hará gastar energías en situaciones o personas que no aportarán nada bueno a nuestra vida, la verdadera fuerza nos la dará el perdón y así podremos continuar evolucionando, y creciendo.
El perdonar no significa olvidar aquello que nos hicieron, ese dolor se ha quedado grabado en nuestro corazón y será difícil olvidarlo, el perdonar es más bien para que a nosotros no nos afecte más esa situación ni esas personas, ahora hemos aprendido una nueva lección y no debemos igualarnos a ellos.
Cada persona es un mundo, hay mundos en los que las personas se sienten llenas de complejos y no son capaces de creer que existe la amistad, el amor, y por ello traicionan, si por algún motivo, que sólo está en su imaginación se sienten atacadas, personas que en sus mundos no creen que alguien pueda amarlos o que simplemente no quieren ver más allá de su mundo lleno de soledad y de problemas, mundos en los que hemos estado tú, yo, y todos, y que sólo con el amor y el perdón, los verdaderos amigas o amigos y la lucha diaria por hacer lo correcto, hemos logrado salir.
No dejes que nadie, por mucho daño que te hagan, consiga que pierdas tus valores, tú eres el único dueño de tu vida, y solo tú debes decidir cómo quieres vivirla.

Y sobre todo no olvides nunca, que por muy grande que sea la tormenta, finalmente, siempre el sol nuevamente vuelve a brillar.




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