Lo que deberías saber, sobre la felicidad.
¿Cuántas veces hemos escuchado o leído que la felicidad es
una decisión? Muchas, lo interesante de la felicidad es que, aunque decidas
serlo ella es intermitente. Nadie podría asegurar que es 100% feliz todo el
tiempo, o que no tiene problemas ni momentos de rabia o descontento. Los
acontecimientos de la vida serán positivos o negativos dependiendo de la
actitud que tengamos ante ellos, en ocasiones tener la mejor de las actitudes
no será suficiente para evitar sentirse mal o triste, pero con seguridad esto,
te ayudará a que el mal momento dure menos de lo que te imaginas.
En mi opinión personal, no podemos saber si estamos felices
realmente sino hemos experimentado la falta de la felicidad. Si, suena un poco
pesimista, pero les dejo un ejemplo (personal) para que me entiendan mejor;
todos los días vemos a nuestros padres, despertarnos y que ellos sean las
primeras personas que veamos a diario es normal y parte de la cotidianidad. Si
alguna circunstancia de la vida te lleva a no poder verlos como antes, con la
misma frecuencia o simplemente no puedes verlos en persona, esto te hará sentir
triste y hasta experimentarás en ocasiones un coctel de emociones, si estas
celebrando un éxito o acontecimiento favorable para ti, que te alegra, pero no
poder compartirlo con tu padre o madre inevitablemente te hará sentir que algo
te falta y entre la dicha conseguirás un poco de tristeza.
Cuando llegue el momento del reencuentro, disfrutarás cada
día de su presencia, las cosas que antes eran insignificantes como sentarte a
la mesa y compartir la comida, conversar y hasta ver televisión, te harán
sentir feliz y darás valor al tiempo compartido. Y todo esto, te traerá alegría
porque lo habías extrañado, te había hecho falta y porque ya conoces el
sentimiento del no poder. ¿Ahora lo ves? Si no experimentamos la carencia, no
sabremos qué tan feliz nos hace el poder hacer o el tener.
Definir el concepto de “Felicidad” es muy difícil y hasta
puede tornarse imposible. Lo que para mí puede representar la felicidad, puede
que para otra persona no. Lo que si se, es que quien se considere una persona
feliz sabe que es importante estar bien con lo que se tiene o con lo que se
está viviendo. Si estas atravesando un mal momento, tienes que saber que esto
no durará para siempre y que, gracias a eso, sumarás experiencia a tu vida,
aclararás tu manera de verla y por supuesto, ya conocerás la piedra con la que
no debes volver a tropezar. Si por el contrario estas atravesando un buen
momento, ¡disfrútalo! Debes saber que este tampoco durará para siempre, pero
será tan bueno como lo quieras.
Yo hago mucho énfasis en que, por nada del mundo debemos
estancarnos en lo negativo, al contrario, debemos enfocarnos y dirigir nuestra
atención a lo bueno que nos ocurre. Entender que la felicidad no va a llegar si
mantenemos una actitud pesimista, ante todo, es clave. El estar agradecido también
es importante para darle paso a la alegría en tu vida, agradecerle a Dios o en
quien tú creas, agradecer las cosas buenas que hacen los que nos rodean por
nosotros, ayudar a quien lo necesita también te hará experimentar una felicidad
plena (doy fe de ello). En fin, existen muchas maneras de darle la bienvenida a
la felicidad en tu vida, solo debes querer hacerlo y decidir que debes
cuidarla, que debes cultivarla y que no puedes permitirle a nadie que la
destruya. Que seas solo tú el que tenga tal poder.
Sincérate contigo mismo y renuncia a eso que en el fondo
sabes que no te está haciendo feliz, aléjate de las personas que te hacen daño,
de las personas tóxicas. No te apagues a lo que, en vez de sumar, te resta.
Dedícate tiempo a ti y a los tuyos, haz las cosas que te hacen sentir bien y,
por último, comparte tu felicidad, verás que alegrando al que por
circunstancias ajenas a su voluntad se encuentra triste, te llevara a
experimentar la más gratificante de las sensaciones.
Esta se traducirá en felicidad para ti.