La Amistad, después de la Relación.
Solamente quien está 100% seguro que ya no siente amor por
su ex pareja puede abrir paso a una amistad, con esa persona que antes era y ya
no es. Definitivamente, el amor verdadero nunca termina, el buscar la manera de
convertirse en otra cosa, es decir, por más que queramos olvidarnos por
completo del o la ex, odiarlos y más
nunca recordarlos, el sentimiento que esa persona despertó en ti, solo se
transformará.
Si la relación terminó en malos términos, por una traición,
por engaños, etc. Seguramente aquello que sentías por tu pareja se convertirá
en rabia, rencor, desprecio porque te hizo daño. Pero siendo sinceros, eso no
te hace bien a ti. Por supuesto, esto no quiere decir que salgas corriendo a
perdonarlo y que le des el chance de destruirte nuevamente. Simplemente tienes
que perdonar desde el saber que, guardar sentimientos negativos hacia alguien
solo te traerá la autodestrucción, pero que tampoco volverás a depositar tu
confianza y tu amor en alguien que cuando lo tuvo, no lo valoró.
Aunque la relación haya terminado mal, es posible que con el
pasar del tiempo dos personas que hayan sido pareja, puedan tener una amistad.
Lo importante de tener una amistad con él o la ex,
es que ambos estén claros que ya no se quieren como antes o que ya no sienten
amor por el otro, porque esto puede hacer que el que siente todavía amor, caiga
en la más profunda de las confusiones, crea lo que no es y por ende salga
lastimado.
Si, por el contrario, la relación tuvo un buen término, es
más posible aún que puedan mantener una relación de amistad posterior al adiós.
Este caso es el más ideal pero el menos común, sucede que, durante la relación,
se dan cuenta que quizás no son el uno para el otro y que, lo que sienten está
más vinculado con una amistad que, con una relación de novios. Para esto se
necesita un nivel de madurez supremo, que te permita comunicar al otro lo que
está sucediendo, lo que estas sintiendo, en vez de buscarle los defectos o
echarle la culpa de todo.
Bien o mal, buenos o malos términos, igual se necesita
tiempo para poder tener una amistad con quien fue tu pareja. También, se necesita
algo muy importante; los limites. Son líneas mentales que marcan lo que podemos
y lo que no podemos hacer o decir cuando compartimos una amistad con él o la ex. Dentro de este tipo de relaciones todas
nuestras acciones, así como los mapas, están llenas de estas líneas
imaginarias, el problema es que algunas personas no conocen de límites ni los
entienden o si los entienden, pero sus límites son mucho más amplios que los de
los demás y ahí es cuando surge el caos. Es cuestión de ubicarse en la
situación.
No te embarques en una aventura de amistad, post-relación,
si no estás preparado aún. Es importante que no te apresures ni aceptes a esto
solo por demostrar que ya no te importa tu ex cuando no es así. Guardar
distancia, para sanar y darle paso a la conversión de ese sentimiento es
natural y no está mal querer hacerlo como mecanismo de defensa y de protección.
Por muy grandes y maduros que nos creamos, las acciones y opiniones de quien
amamos tanto van a ser importantes para nosotros. Solo cuando éstas dejen de
serlo para ti, estás listo para compartir una buena amistad con quien ya no te
pertenece, como pareja.
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