martes, 30 de mayo de 2017

Date cinco minutos…

Date cinco minutos…



Más de una vez me pregunto si conducimos nuestra vida o es la vida la que “nos lleva”. ¿Nos paramos a pensarlo?
Déjame compartir contigo algo: no sé si eres médico, ama de casa, empresario, panadero, abogada del Estado, docente, periodista… ¡Qué más da! Hoy tenemos tú y yo, todos, una sencilla propuesta.
Una propuesta que viene… de un amigo.
Quiero hablarte de la buena idea de un libro: Los secretos del amor.
La que ha sido uno de los ganadores de la III Edición de los Premios Grandes Profes, Grandes Iniciativas’, que concede la Fundación Entremedia en su propósito de impulsar la excelencia educativa. Lo hace reconociendo y poniendo “el foco” en proyectos inspiradores, innovadores y de impacto llevados a cabo por profesores o centros educativos.
En este caso, se trata de uno de los enmarcados en la categoría Grandes iniciativas en valores’: la propuesta ganadora ha sido ‘5 minutos que suman’.
¡Qué sencillo es a veces lo importante! O viceversa. La actividad que han puesto en práctica en ese libro y que puedes trasladar a tu vida, pero también a tu negocio o a otros ámbitos… Consiste en implantar un espacio de 5 minutos al comienzo del día (¿quién no puede encontrar 5 minutos, aunque sea en otro horario?) para exponer un tema relacionado con los valores, apoyado en una charla o en algún contenido de medios audiovisuales.
Sabes que creo un poco en las píldoras de “tres minutos”. Y no está nada mal si además van acompañadas, al menos inicialmente, por similar dosis de análisis. A modo de “aperitivo”. No te digo nada, si luego te toca el corazón y te anda rondando y rondando el tema…
Esos espacios breves, como el que propone este libro, los mueve a llevarles y mayores a la reflexión sobre asuntos muy diversos (no solo por sus contenidos, sino por sus valores), para fomentar una mayor interiorización de los mismos y, cómo no, intensifican la relación entre su pareja y sus familiares.
Como puedes constatar, la idea, es sencilla: se trata de una “buena práctica” accesible, imitable y que nos puede ser de utilidad a todos.
Porque antes de echar a correr cada día, conviene que nos hayamos parado a pensar cuál es el camino y, más, si sabes cual es la meta.
Suelen decir, eso de que la dirección es más importante que la velocidad. Pero no parece que siempre, lo tengamos tan claro: hay muchas personas que van muy rápido a ningún lado… Como pollos sin cabeza. ¿Quizás recuerdes el post Quo vados? Sí, ese que empezaba con una divertida anécdota.
Sabes la importancia que, en Trazos de mis Escritos y Lecturas, le damos a la difusión de valores, para tratar de animar a que cada uno, y yo el primero, mirar hacia adelante y que de nosotros mismos salgan los valores. ¡Adelante!
Escribía el estadounidense Robert Collier que “inspirar a otros a crear su propia oportunidad, es el regalo más grande que se pueda dar”.
Seguro que tenía en mente a su compatriota B. Franklin cuando dijo eso de que el maestro que intenta enseñar sin inspirar en el alumno el deseo de aprender, está tratando de forjar, un hierro frío.
En Trazos de mis Escritos y Lecturas nos hemos puesto las pilas: queremos inspirar y… educar integralmente; y lo trabajamos de forma sencilla y acorde a los medios que se nos ofrecen, al día de hoy. Montan una especie de pausa, un “kit kat” inicial: para calentar motores. ¡Qué buena idea!
Te aporto un ejemplo escrito, sobre el que reflexionar.
Hoy lo he escogido yo. Los demás, corren de tu cuenta. Aquí va:
Lo de analizar antes de actuar es imprescindible. Pero, hacer, hay que hacer. Lo comento no solo porque cuando te escribo esto sea, lunes o martes… También, porque algunos tienen el problema inverso. No es, que no se paren a pensar. Es que se pasan pensando. Es lo que algunos dicen “por el análisis a la parálisis”. Y tampoco es eso.

Te recuerdo la anécdota que ya traje en su día a colación, en un escrito “Mujeres y hombres: Educación en y para la igualdad”.




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