miércoles, 18 de enero de 2017

Mujer con pensamiento de hombre…

Mujer con pensamiento de hombre…



Durante muchos años, las mujeres han sido el blanco del sufrimiento, en una relación. En la mayoría de los casos son ellas quienes terminan más lastimadas y con la mayor dificultad para superarlo todo (patético). Pensando en esto, siento la necesidad de escribir sobre los beneficios que tiene para una mujer, desarrollar su pensamiento de hombre.
Esto que escribo a continuación (Articulo sacado de una revista de salud) no es un llamado a dejar el comportamiento que una dama debe tener, ni mucho menos es una invitación a dejar de lado la moral ni la dignidad. Es simplemente una serie de herramientas que, en lo personal, me han evitado mucho sufrimiento y me han ayudado en el proceso de superación de un sinfín de cosas. Es cierto que somos muy diferentes en muchísimos sentidos, desde la capacidad de comunicarnos con otros, hasta exteriorizar emociones. Pero pensar de vez en cuando como ellos puede sernos de mucha utilidad.
Comencemos con la capacidad masculina de exteriorizar sus emociones, el hombre necesita escuchar a su mente lógica y analizar objetivamente para actuar, es decir, para estar 100% seguro que puede (sin equivocarse) expresar lo que siente hacia una persona, ellos generalmente van por lo seguro. Para nosotras es, al contrario, la mayoría de nuestras decisiones y acciones van guiadas por los sentimientos, quedando en segundo plano la razón. Lo cual, es desde todo punto de vista un gran error. Si aplicamos el pensamiento primero, si analizamos los pros y los contras de cada acción con respecto a quién, vamos a tener la capacidad de saber elegir y estar conscientes de lo que estamos haciendo. Hasta podemos evitarnos un “estrellón” teniendo en cuenta lo que puede pasar. No te desboques por lo que sientes, el sentir es muy bonito siempre y cuando no se resuma en sufrimiento después. ¡Ponte a pensar!
Definitivamente el famoso sexto sentido es sin duda, un plus que tenemos las mujeres que nos ayuda ante cualquier situación. Ahora, ¿te imaginas la mezcla entre nuestro sexto sentido y la facilidad masculina para resolver situaciones? Para ellos es más fácil resolver o disolver un problema, son más prácticos (algunos). Para resolver un conflicto, nosotras tendemos a ser más sensibles a la hora de tomar una decisión, nuestra ansiedad y visión siempre a futuro nos complica la existencia y queriendo tomar la mejor decisión a futuro. Tenemos que vivir el presente, disfrutar los episodios, tener temple de hombre y no “preocuparnos”, es decir, no ocuparnos con demasiada anterioridad de aquello que no podemos solucionar ni cambiar.
Tener el control de tus emociones es de suma importancia. No permitirte sentir antes de tiempo, no ilusionarte por nada y tener un poquito de malicia masculina no viene mal. Ellos saben que con quien y que no. Es decir, ellos saben hasta donde llegarán con cada mujer. ¿Por qué nosotras nos hacemos la película antes de tiempo y esperamos más de lo que nos van a ofrecer? No tiene sentido. Y ninguna mujer que lea esto, puede decir que no puede definir cuáles son las intenciones de cada hombre hacia ella, siempre lo sabemos. El problema está en querer engañarnos y decirnos a nosotras mismas que, de repente todo va a cambiar cuando sabemos que no es así. El que viene con buenas intenciones, vendrá así desde el principio. Y el que no… ya saben.
Debemos quitarnos el traje de “la mujer que todo hombre quiere tener” porque todos somos humanos y por ende imperfectos, quizás podamos fingir algo que no somos al principio, pero no sirve de nada, ya que, a lo largo del camino terminas mostrándote tal cual cómo eres (cosa que debemos hacer desde el principio). En esto, los hombres tienden a ser más auténticos, la mayoría se muestra a sí mismos como son. Nosotras queremos mostrarnos perfectas para encantar, que nada nos hace molestar, que no somos celosas, que no discutimos por nada, etc. ¡ojo! Esto no quiere decir que seas apática y que el primer día le vas a hacer una lista de defectos para que el pobre salga huyendo. Simplemente se tú y olvídate de los estereotipos.
No todos los hombres son perros, ni todas las mujeres son unas santas. Ampliar de alguna manera el pensamiento masculino, no es sinónimo de pensar que siempre te están siendo infiel, que no puedes confiar en ninguno porque “hombre es hombre”, que tu pareja te pertenece tal cual propiedad, que todos son iguales, ni mucho menos. Tenemos que enfocarnos, el saber a quién tienes al lado es necesario, conocerse y reconocerse dentro de una relación es la clave para saber los límites de cada uno y comenzar a tener tranquilidad. Por eso es tan importante conocer antes de sentir.
Nuestra memoria no juega a nuestro favor, ligamos todo con una emoción y eso permite plasmarlo en la memoria y recordarlo por siempre. Los hombres no, ellos son más selectivos en cuanto a sus recuerdos, lo cual les permite deshacerse con más facilidad de lo que simplemente no tiene cabida. Nosotras nos aferramos a los recuerdos y no está del todo mal, pero de repente vendría bien recordar lo que se deba recordar y lo que no, simplemente suprimirlo. Total, es mejor recordar algo que te saque una sonrisa a algo que regrese un mal sentimiento. A ponernos selectivas al momento de recordar algo, mejor dicho, a alguien.
Por naturaleza, el amor se encuentra en un peldaño más alto para la mujer, el hombre en cambio, les da más importancia a otras cosas que a la unión de emociones y sentimientos. Ellos actúan más por instinto, por supuesto que hay hombres sensibles emocionalmente hablando, pero ¿Por qué una mujer no puede dejar de ser la sensible? Para dejar claro este punto, no quiero que entiendan que nos tenemos que convertir en piedras insensibles, NO. Pero desde mi punto de vista, seria genial ir a la par en cuanto a sentimientos se refiere. Entregarlo todo, enamorarse profundamente consciente de que en el otro no está sucediendo igual, no es justo, ni para él ni para ella.

La mujer no debe dejar de ser mujer, no debe perder su feminidad nunca. Sus actos deben ser cónsonos con sus pensamientos y sobretodo, debe conservar su esencia. Pero, tiene mucho sentido tomar lo bueno del pensamiento de ellos y aplicarlo, léase bien: lo bueno. Aquello que nos sume y no que nos reste. Que nos evite sufrimiento, que nos facilite la vida, que nos haga más pensantes y menos sentimentales, hasta conseguir el equilibro perfecto entre la mente y el corazón, hasta llegar a ser una mujer con pensamiento de hombre… ¡Inténtalo, a ver cómo te va!




No hay comentarios:

Publicar un comentario