lunes, 27 de junio de 2016

Sexualidad en el adulto mayor...

Sexualidad en el adulto mayor...


“El ser humano debe disfrutar de una sexualidad sana, plena, placentera, libre y responsable, a lo largo de toda su vida, mucho más en la tercera edad, donde una gran parte piensa que esto es imposible”.
Existen muchos mitos, prejuicios y estereotipos sobre la sexualidad en la tercera edad, muy ligadas al género que se transmiten a las personas desde edades tempranas de la vida, estas las interiorizan y después frenan y ayudan a privarlo de una sexualidad con un disfrute pleno y feliz.
¿Qué elementos hay que valorar en la sexualidad de las personas de la tercera edad? 
El primero: Por ejemplo; que exista o haya existido una pareja, esto en la vida es algo muy importante para que la sexualidad de los adultos mayores se mantenga activa, la existencia y la estabilidad de la pareja es algo de un valor incalculable para mantener una sexualidad activa en la tercera edad. Cuando esto no ocurre las situaciones son diferentes de acuerdo al género, en nuestra cultura patriarcal la pauta sexual de la inmensa mayoría de las parejas de la tercera edad la establece el hombre, si el hombre no busca a la mujer esta se resigna a una vida sexual sin placer en pareja.
Por ejemplo: Algo muy común: Cuando una mujer de la tercera edad enviuda una vez pasado el periodo de duelo enfrenta un gran dilema. De un lado la sociedad con su enorme poder represivo que espera y en cierta forma exige que se convierta en un ser asexuado y del otro lado, como es lógico, aparecen fantasías, sueños eróticos, deseos sexuales que ella por un acondicionamiento cultural siente la obligación de reprimir. Lo más habitual es que la perdida de la pareja “obliga” a la mujer a la abstinencia.
Todo lo contrario, en el hombre que la mayoría después de enviudar no es tan fuerte el rechazo social y si se sienten fuertes físicamente, buscan pareja, aunque aquí se sienten más presionados que la mujer por el rendimiento sexual, sobre todo cuando existen diferencias generacionales donde la angustia por el temor a no tener una respuesta eréctil hace que en muchas ocasiones no busque pareja.
Todo esto tiene que ver tanto en el hombre como en la mujer con prejuicios y mitos a los que están sometidas las personas en el seno de su vida social.
Se dice que una mujer vivió su sexualidad en la juventud de una forma específica y que esa misma sexualidad condiciona la sexualidad de su vejez.
Si una mujer poco dada a la sexualidad durante su juventud que es igual a la sexualidad fría que plantea el Kama Sutra que utilizaba cualquier pretexto como por ejemplo menstruación, cuidado de los hijos, enfermedades reales o imaginadas, labores de la casa, para evitar el intercambio sexual con la pareja, cuando llega a la tercera edad se mantendrá poco atraída por la sexualidad.
Ahora si una mujer con altos deseos sexuales, sexualidad caliente según el Kama Sutra, que, a pesar del agotamiento físico por un rudo día de trabajo, laborales o de otro tipo, realiza frecuentemente relaciones sexuales con su pareja cuando llegue a la tercera edad será muy dada a la sexualidad.
De aquí se deduce que la temperatura sexual es prácticamente constante durante todo el ciclo vital, por eso cuando se va a analizar la sexualidad de la tercera edad hay que ver y analizar cómo fue esta persona antes de llegar a esta etapa de la vida en su sexualidad, porque puede ser su dificultad el resultado del envejecimiento o que toda la vida fue así.
Otro elemento es la monotonía de la relación sexual: Como tendencia muchas parejas con varios años de formada le añaden a su vida el germen de la monotonía y llegan a un punto de que las relaciones sexuales tienen que ser a la misma hora, en la misma cama, en el mismo pedacito de la cama, en la misma posición, con las mismas caricias, con los mismos suspiros y lo único que cambia es el nivel de gratificación que desciende progresivamente. si esto no se logra detener es uno de los elementos que más afecta a la tercera edad.
Existen una serie de normas sociales muy ligadas a nuestra cultura y también a la de cada pueblo donde se define lo que se permite y lo que no a las personas de la tercera edad en materia de sexualidad.
Por ejemplo: Se dice que las personas de la tercera edad son asexuadas, o sea, que, si usted tiene de 60 o más años ya no tiene nada que ver con la sexualidad, cosa esta totalmente absurda.
Las personas de la tercera edad no pueden tener manifestaciones eróticas en público, por ejemplo, usted ve que su padre le da un beso a su mama, o que su abuelo le da un beso en la boca a su abuela delante de ustedes y lo primero que se dice es “abuelo, eso no se hace ya estás muy viejo para eso”.
Los hombres no deben masturbarse, las mujeres no pueden, pues la masturbación es una práctica normal de la sexualidad, tanto para el hombre como para la mujer, en cualquiera de las etapas de la vida y actualmente con el incremento de las ITS en el mundo es el único sexo seguro.
¿No es normal que las personas de la tercera edad, pregunten o se interesen por la sexualidad?
Si una persona de la tercera edad pierde su pareja los hombres pueden buscar otras, las mujeres no y también que los hombres pueden tener parejas más jóvenes y las mujeres que busquen parejas más jóvenes son llamadas pervertidas.
¿Considera usted que la influencia del status social y el poder económico desde la perspectiva de género es algo de gran importancia en la sexualidad de la tercera edad?
Esto es algo muy importante, pues en la mayoría de las personas de la tercera edad que tienen un alto poder económico deciden buscar satisfacción o gratificación sexual con personas más jóvenes, tanto en uno como en otro sexo, esto es una de las cosas y de las situaciones que se critica internacionalmente cuando llega a los límites de una actividad delictiva que se conoce con el nombre de “acoso sexual” es muy frecuente ver en el mundo actual de hoy a un jefe poderoso mayor de 60 años con una joven bella y a una mujer de la tercera edad de gran poder económico y social con un joven apuesto.
¿Qué sugerencias nos daría usted, para enfrentar las dificultades que presenta la sexualidad en la tercera edad?

Se pueda educar a los adultos mayores de ambos sexos de forma individual y de pareja para que puedan comenzar a defender sus derechos y también poder trabajar con el resto de las personas a niveles de familia y sociedad para movilizar mucho más rápido el proceso de comprensión de los problemas de esta etapa. Esto ayudaría a ir creando una verdadera cultura del envejecimiento que verdaderamente facilite que la sexualidad en esta época de la vida pueda ser también gratificante, placentera, plena y feliz.



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