Sexualidad en el adulto mayor...
“El ser humano debe disfrutar de una
sexualidad sana, plena, placentera, libre y responsable, a lo largo de toda su vida, mucho más en la tercera edad, donde
una gran parte piensa que esto es imposible”.
Existen muchos mitos, prejuicios y estereotipos sobre la
sexualidad en la tercera edad, muy ligadas al género que se transmiten a las
personas desde edades tempranas de la vida, estas las interiorizan y después
frenan y ayudan a privarlo de una sexualidad con un disfrute pleno y feliz.
¿Qué elementos hay que valorar en la
sexualidad de las personas de la tercera edad?
El primero: Por ejemplo; que exista o haya existido una
pareja, esto en la vida es algo muy importante para que la sexualidad de los
adultos mayores se mantenga activa, la existencia y la estabilidad de la pareja
es algo de un valor incalculable para mantener una sexualidad activa en la
tercera edad. Cuando esto no ocurre las situaciones son diferentes de acuerdo
al género, en nuestra cultura patriarcal la pauta sexual de la inmensa mayoría
de las parejas de la tercera edad la establece el hombre, si el hombre no busca
a la mujer esta se resigna a una vida sexual sin placer en pareja.
Por ejemplo: Algo muy común: Cuando una mujer de la tercera
edad enviuda una vez pasado el periodo de duelo enfrenta un gran dilema. De un
lado la sociedad con su enorme poder represivo que espera y en cierta forma
exige que se convierta en un ser asexuado y del otro lado, como es lógico,
aparecen fantasías, sueños eróticos, deseos sexuales que ella por un acondicionamiento
cultural siente la obligación de reprimir. Lo más habitual es que la perdida de
la pareja “obliga” a la mujer a la abstinencia.
Todo lo contrario, en el hombre que la mayoría después de
enviudar no es tan fuerte el rechazo social y si se sienten fuertes
físicamente, buscan pareja, aunque aquí se sienten más presionados que la mujer
por el rendimiento sexual, sobre todo cuando existen diferencias generacionales
donde la angustia por el temor a no tener una respuesta eréctil hace que en
muchas ocasiones no busque pareja.
Todo esto tiene que ver tanto en el hombre como en la mujer
con prejuicios y mitos a los que están sometidas las personas en el seno de su
vida social.
Se dice que una mujer vivió su sexualidad en la juventud de
una forma específica y que esa misma sexualidad condiciona la sexualidad de su
vejez.
Si una mujer poco dada a la sexualidad durante su juventud
que es igual a la sexualidad fría que plantea el Kama Sutra que utilizaba
cualquier pretexto como por ejemplo menstruación, cuidado de los hijos,
enfermedades reales o imaginadas, labores de la casa, para evitar el intercambio
sexual con la pareja, cuando llega a la tercera edad se mantendrá poco atraída
por la sexualidad.
Ahora si una mujer con altos deseos sexuales, sexualidad
caliente según el Kama Sutra, que, a pesar del agotamiento físico por un rudo
día de trabajo, laborales o de otro tipo, realiza frecuentemente relaciones
sexuales con su pareja cuando llegue a la tercera edad será muy dada a la
sexualidad.
De aquí se deduce que la temperatura sexual es prácticamente
constante durante todo el ciclo vital, por eso cuando se va a analizar la
sexualidad de la tercera edad hay que ver y analizar cómo fue esta persona
antes de llegar a esta etapa de la vida en su sexualidad, porque puede ser su
dificultad el resultado del envejecimiento o que toda la vida fue así.
Otro elemento es la monotonía de la relación sexual: Como
tendencia muchas parejas con varios años de formada le añaden a su vida el
germen de la monotonía y llegan a un punto de que las relaciones sexuales
tienen que ser a la misma hora, en la misma cama, en el mismo pedacito de la
cama, en la misma posición, con las mismas caricias, con los mismos suspiros y
lo único que cambia es el nivel de gratificación que desciende progresivamente.
si esto no se logra detener es uno de los elementos que más afecta a la tercera
edad.
Existen una serie de normas sociales muy ligadas a nuestra
cultura y también a la de cada pueblo donde se define lo que se permite y lo
que no a las personas de la tercera edad en materia de sexualidad.
Por ejemplo: Se dice que las personas de la tercera edad son
asexuadas, o sea, que, si usted tiene de 60 o más años ya no tiene nada que ver
con la sexualidad, cosa esta totalmente absurda.
Las personas de la tercera edad no pueden tener
manifestaciones eróticas en público, por ejemplo, usted ve que su padre le da
un beso a su mama, o que su abuelo le da un beso en la boca a su abuela delante
de ustedes y lo primero que se dice es “abuelo, eso no se hace ya estás muy
viejo para eso”.
Los hombres no deben masturbarse, las mujeres no pueden,
pues la masturbación es una práctica normal de la sexualidad, tanto para el
hombre como para la mujer, en cualquiera de las etapas de la vida y actualmente
con el incremento de las ITS en el mundo es el único sexo seguro.
¿No es normal que las personas de la tercera
edad, pregunten o se interesen por la sexualidad?
Si una persona de la tercera edad pierde su pareja los
hombres pueden buscar otras, las mujeres no y también que los hombres pueden
tener parejas más jóvenes y las mujeres que busquen parejas más jóvenes son
llamadas pervertidas.
¿Considera usted que la influencia del status
social y el poder económico desde la perspectiva de género es algo de gran
importancia en la sexualidad de la tercera edad?
Esto es algo muy importante, pues en la mayoría de las personas
de la tercera edad que tienen un alto poder económico deciden buscar
satisfacción o gratificación sexual con personas más jóvenes, tanto en uno como
en otro sexo, esto es una de las cosas y de las situaciones que se critica
internacionalmente cuando llega a los límites de una actividad delictiva que se
conoce con el nombre de “acoso sexual” es muy frecuente ver en el mundo actual
de hoy a un jefe poderoso mayor de 60 años con una joven bella y a una mujer de
la tercera edad de gran poder económico y social con un joven apuesto.
¿Qué sugerencias nos daría usted, para
enfrentar las dificultades que presenta la sexualidad en la tercera edad?
Se pueda educar a los adultos mayores de ambos sexos de
forma individual y de pareja para que puedan comenzar a defender sus derechos y
también poder trabajar con el resto de las personas a niveles de familia y
sociedad para movilizar mucho más rápido el proceso de comprensión de los
problemas de esta etapa. Esto ayudaría a ir creando una verdadera cultura del
envejecimiento que verdaderamente facilite que la sexualidad en esta época de
la vida pueda ser también gratificante, placentera, plena y feliz.
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