Dime como hablas y te diré quién eres.
Hola amiga, o amigo;
¡Desde pequeños nos enseñan a decir nuestras primeras
palabras, repitiéndonos una y otra vez, hasta que por fin! Decimos … por
ejemplo, PAPÁ. Vamos creciendo, y nos siguen llenando de más palabras, vamos a
la escuela y nos enseñan la gramática. Hasta aquí quizás no le hemos dado la
importancia al Poder que tienen las palabras en nuestra vida, y en nuestro
futuro.
De nuestra boca salen palabras positivas y negativas… ¿cómo determinan las palabras
nuestro futuro?, ¿cómo influyen en nuestro destino? Las palabras son creativas y
tienen poder y tienen una causa y efectos en nosotros.
Ha escuchado decir: ¿por qué a mí? ¿No sé por qué me sucede
esto? ¡Me encuentro en un espiral, pienso que nunca voy a salir de esto!
Amigos, es hora de despertar y asumir la responsabilidad de
nuestra vida, de nuestras propias palabras, de nuestro propio destino, y no
echar responsabilidades a terceros, no buscar culpables de nuestras
situaciones, ya que hemos creado con nuestras propias palabras la situación por la que estamos
atravesando actualmente.
¡Sí!, Aunque te parezca raro e incierto, tú has creado tu
propio destino, a partir de tus palabras, a través de tu Boca: “Dime
como hablas y te diré quién eres”.
En el Hemisferio Derecho de tu
cerebro, se encuentran tu mente subconsciente,
que recibe las palabras que emites con frecuencia y es el encargado de construir ideas,
paradigmas, creencias, esquemas mentales; lo que hoy se conocen como Programación
Neurolingüística.
A través de esta repetición de las palabras, (como cuando éramos
niños); se envía esa información al hemisferio izquierdo
de tu cerebro, que es tu mente
consciente quien recibe esos
programas mentales, llamados pensamientos, en forma de
imágenes y sonidos.
Si tus pensamientos son positivos,
de poder, de acción, de buena actitud, tus sentimientos también serán
positivos. Te has preguntado ¿por qué te sientes triste, enfadado,
confuso?, ¿qué pensamientos estas albergando? Quiero que hagas un alto en tu
vida, que por unos minutos te escuches, que te estás diciendo, analiza tus
palabras.
Cada palabra es una semilla, tú eres el terreno, donde esa
semilla crecerá dando buen fruto; por ello tienes que cultivar, y amar a la
semilla para que su fruto sea sano, fuerte, de lo contrario esa semilla no
crecerá o dará un mal fruto.
Los pensamientos que vas creando
en tu mente determinarán tu
actitud, tu comportamiento. ¿Cómo te encuentras hoy? ¿Cuál fue tu primer pensamiento
al levantarte? ¿de derrota o de victoria? Te das cuenta que a través de esta actitud estas creando hábitos,
ya sean buenos o menos buenos. Los hábitos determinan tu carácter;
¡si tus hábitos son positivos, tu carácter será positivo, sino todo lo
contrario, te quedarás estancado y no avanzarás!
¡Si tienes un carácter positivo, tu destino será próspero,
provisorio, sabio, abundante! Analízate, cómo contestas cuando alguien te
saluda:
¡Bueno, ahí luchando – ahí
avanzando – bueno es lo que hay – no también como tú – pelado pero contento –
luchando por salir adelante – Y te diría muchísimas más! ¿Cómo has contestado
tú hoy?
Hay un proverbio que dice:
“Te has enlazado con las palabras
de tu boca, Y haz quedado preso en los dichos de tus labios”
¡Recuerda, cada vez que repites palabras negativas, te estas
enlazando con tus propias palabras, estás construyendo una cárcel alrededor de
ti! Cuando dices palabras como:
“Hombre este país no sirve – aquí
nadie sirve – estamos en crisis…” repitiendo de manera
irresponsable, tu subconsciente está almacenando esa información, como en un
disco duro de un ordenador, porque es el gigante que nunca duerme; y estas
construyendo tu
futuro incierto.
Tu subconsciente sólo se limita a grabar lo que dices, él no
separa lo real de lo irreal. cuidado con lo que dices; cuanto más inciertas, vagas,
vulgares sean tus palabras, más incierto será tu destino. Asume
la responsabilidad de tu vida, asume la responsabilidad de tu boca.
” Dime como hablas y te diré quién eres”
¡Cuidado con lo que decimos a nuestros hijos!, eres un bobo,
un inútil, tu nada puedes, todo te sale mal, que irresponsable eres, eres tonto
más tonto, … estamos
creando inseguridades en su subconsciente, que cuando sean
mayores saltarán a su consciencia y llevarán una vida de fracaso
en fracaso.
Cuántas veces te has repetido, que esta pobre, sin dinero,
que el dinero no alcanza para nada, vaya miseria de sueldo que recibo, cuántas
veces te has lamentado por tu salud, al derecho de estar sanos. no te quejes, no rechaces con tus
palabras tu prosperidad!
Cuantas veces dices pobre de mí… o madres que dicen a los
niños pobrecito se cayó… pobre mi muchachito… Aunque sea con buena intención
estas programando a tu hijo para la pobreza. ¡Para la escasez!
“Dime como hablas y te diré quién eres”
En vez de lanzarte palabras de pobreza, escasez, enfermedad,
pronuncia palabras de poder, positivas, prósperas. Si quieres ser rico en tu
vida, habla de riqueza, si quieres ser pobre en tu vida habla de pobreza, si
quieres ser sano en tu vida habla de salud, si quieres ser enfermo en tu vida
habla de enfermedades.
Si quieres un cambio en tu vida, deja los programas viejos y
negativos, deja de quejarte; no reincidas en lo mismo. Comienza a declarar
afirmaciones positivas en tu vida. Repítete estas afirmaciones: Yo
soy archimillonaria
– Yo
soy próspero
y rico – El dinero fluye en mi vida en forma abundante, – El dinero crece en
mis manos como crecen los árboles en el campo – Todo lo que yo gasto vuelve a
mi multiplicado, porque yo soy la fuente de toda riqueza, yo soy sano, el don
de la salud me mantiene con vida, gracias por todo el dinero que recibido a lo
largo de mi vida y sigo recibiendo, soy un imán para lo excelente!…Yo soy la
presencia de la salud perfecta, me siento bien , estoy muy bien, mi células están
sanas, me declaro sana…
Yo merezco amar y ser amado, soy
la presencia del amor en pensamiento sentimiento y en mi actuar, yo puedo amar
y ser amado, reclama con tus palabras los beneficios a los cuales tienes
derecho…
Yo he decidido vivir en la
opulencia, yo merezco vivir en la opulencia, yo soy un ganador, yo nací para
triunfar, yo nací para sumar y multiplicar, yo nací para ganar, yo soy
emprendedor, yo soy próspero y rico, el dinero viene a mi vida en forma
abundante, y sin ningún esfuerzo.
Por lo contrario, si por ejemplo dices: “esta gripe me va a
matar” … o cosas negativas referente a tu salud, relaciones, trabajo, dinero,
eso es lo que recibirás. Cada acción ejerce una reacción, ten presente siempre
eso, cada palabra que lanzas de tu boca sea positiva o negativa, tendrá una
reacción, en la misma magnitud que fue dicha.
Nos hicieron creer que, para conseguir dinero, hay que
explotarse, sacrificarse, trabajar duro, pero te diré que, trabajando inteligentemente
con esfuerzo o sin él, tú puedes conseguir lo que necesitas, lo que tú quieres.
Cambia tus programas mentales mediante este tipo de afirmaciones
decretos, órdenes verbales, el cerebro humano se conduce con
palabras. Haz un plan de afirmaciones
1- Tus afirmaciones deben ser personales, en presente,
precisas, positivas, persistentes y poderosas. Utiliza frases de poder, con
sentimiento, con emoción que salgan de tu corazón con convicción. Lo que le
dices a tu mente subconsciente la vida te lo retribuye en lo consciente, en tu
vivir diario.
Si estás leyendo este artículo es que estas preparado para
el cambio en tu vida. ¡Di palabras de poder!
Lo voy hacer – Lo estoy haciendo – Yo soy fuerte y capaz
ahora y en todo momento – Yo triunfo – Todo es posible en mi vida – Yo nací
para triunfar, Yo soy prospero – A mí me está yendo súper bien…
¡Amigo mío, Naciste para ganar!
¡Utilizas las palabras a tu
favor!
¡Por tus palabras te salvas o te
condenas!
¡Tú decides!
¡En tus palabras hay Poder!
¡Crea el mundo con tus palabras!