Tu creces, día a día.
Muchas personas tienen la idea, que después de haber llegado
a cierta edad ya no van a crecer más (pienso que no). Se pasa por la etapa de
la niñez, luego la de la juventud, y entramos a la más difícil que es la del
adulto.
Es importante atravesar la vida paso a paso, sin que algo
salga mal. Nos podemos encontrar que una amistad nos cause una decepción,
podemos pasar por un quebranto de salud, que un amor nos abandone, que alguien
bien cercano a nosotros fallezca, nos podemos equivocar en las decisiones del
día o en el negocio.
Esto es la experiencia de la vida, esto es la vida; sin
embargo, lo importante no es lo que suceda, si no la reacción que podemos tener
ante lo que nos está sucediendo. Si te pones a coleccionar todas las heridas,
eternamente sangrantes vivieras como un pájaro herido, incapaz de volar.
Uno crece cuando no hay vacío de esperanza, ni
debilitamiento de voluntad, ni pérdida de la fe.
Uno crece cuando acepta la realidad y tiene aplomo para
vivir la, cuando acepta su destino, pero tiene la voluntad de trabajar para
cambiarlo.
Uno crece asimilando lo que deja por detrás, construyendo lo
que tiene por delante, proyectando lo que puede ser un porvenir. Crece cuando
se supera, se valora y sabe dar frutos.
Uno crece cuando abre caminos dejando huellas, cuando
asimila experiencias, cuando sembramos raíces.
Uno crece cuando nos planteamos metas, pero sin
competitividad, tampoco dándole importancia a los comentarios negativos ni a
los prejuicios, cuando damos el ejemplo sin burlas, ni desdenes, cuando
cumplimos con nuestra labor.
Uno crece cuando es fuerte y cuando esta sostenida/o,
incluso por su propia debilidad, cuando uno es humano y es humano por
nacimiento.
Uno crece cuando es uno mismo, cuando se enfrenta al otoño y
entiende que se pierden las hojas, cuando recoge las flores y entiende que
tengan espinas, y cuando al caminar, inevitablemente vamos a levantar el polvo.
Uno crece cuando se es capaz de afianzarse con resolución,
cuando somos capaces de acercarnos a una flor y no necesitamos arrancarla para
percibir su aroma, ni que sea nuestra, sino cuando la dejamos crecer y vivir
para que siga perfumando.
Crecemos cuando ayudamos a nuestros semejantes.
Crecemos cuando soltamos los pájaros de las jaulas y les
dejamos volar.
Crecemos cuando no estamos tan pendientes del resultado,
sino de cómo hemos hecho las cosas.
Y podemos decir hoy que estamos creciendo día a día....
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