El camino de crecer...
En las notas anteriores
recorrimos un camino en el cual nos situamos como protagonistas frente a
nuestra vida. Y en ese andar que es la esencia de vivir sabemos que lo que nos
ocurre, para bien o para mal, nos brinde alegría o pesar, nos ocurre en función
de una necesidad profunda e inconsciente, de una sabiduría interior oculta y
misteriosa. El hombre está llamado a ser feliz, a celebrar la vida. El dolor es
simplemente una oportunidad para aprender, no una meta en sí misma. En la
medida en que evolucionamos nuestra calidad de vida mejora. Quizá cambien
nuestras circunstancias exteriores pero lo que produce la verdadera felicidad
es el cambio en nuestro corazón, la búsqueda de la verdad, la vivencia de los
valores.
La llave de nuestro
crecimiento está en aceptar, comprender y amar. Me atrevería a decir que ese es
el secreto de la curación. Es también el paso más difícil para dar.
Está en nuestra
cultura rebelarnos, maldecir y culpar por lo que nos ocurre. El dolor que nos
traen nuestras frustraciones, nuestros obstáculos y nuestras pérdidas nos sume
en la ira, la impotencia, la necesidad de buscar un culpable, y deja secuelas
de miedo, de odio, que son semilla de violencia.
Si pudiéramos
aceptar lo que nos ocurre, con sabiduría y paz interior, abrimos el camino de
la sanación. Si pudiéramos enfocarnos en nosotros mismos, y no en el otro,
comprender los motivos por los cuales nosotros necesitamos experimentar las
situaciones que vivimos y por qué los demás actúan como actúan, ya hemos logrado
bastante. Si pudiéramos amar nuestra realidad, con su luz y su sombra y verla
integralmente, ya que ninguna situación es totalmente dolorosa o totalmente
feliz, irradiarla con la luz debeladora, sentiremos la fuerza espiritual que
hay en nosotros para poder transformarnos.
Sólo allí podremos
cambiar verdaderamente.
Para algunos el
secreto está en comprender todo lo que hemos vivido, heredado y aprendido, eso
produce tanto alivio, que se da la curación. En otros casos no ocurre con tanta
facilidad.
El camino de crecer
es a cualquier edad, y en cualquier momento de nuestra vida, solo debemos
querer hacerlo, crecer significa además poder elaborar nuestro pasado, olvidar
las emociones que traen las heridas que quizás traemos, para poder abrir las
puertas hacia el presente.
Crecer, significa
cerrar etapas, cerrar ciclos, dejar atrás el pasado, eso que cargamos en
nuestra mochila, que nos pesa, y que no nos deja avanzar.
No te aferres a
algo que ya no está, no te apegues a situaciones que ya no volverán, rescata de
eso aquello que tiene un real significado, lo que te dejo una huella de
sentido, un aprendizaje.
Solo así, te
situaras en el presente y proyectaras tu futuro.
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