lunes, 2 de mayo de 2016

La ceguera, al momento de elegir, al o a la “mejor”...

La ceguera, al momento de elegir, al o a la “mejor”



Muchas personas atribuyen sus fracasos sentimentales a la mala suerte, el destino, en fin, todos buscan al culpable de que no hayan podido tener su cuento de hadas con final feliz. La realidad es que solos nosotros somos los culpables o arquitectos de nuestra propia felicidad o desdicha. Es cierto que elegir a la persona indicada puede ser un dilema, pero, también es cierto que muchas veces nos dejamos llevar por los patrones equivocados que nos llevan a tomar una pésima decisión.
Seamos honestos, todos hemos sido víctimas de la presión social al momento de elegir. En ocasiones alguien nos atrae, pero no nos damos la oportunidad solo porque esta persona no cumple los “requisitos” que mentalmente te has formulado para que tanto tú como tu potencial parejo/a, sean aceptados en la sociedad, o elegimos desesperadamente por no ser el único soltero del grupo, el popular forever alone. Si te dejas llevar por esto, ten por seguro que vas directo al fracaso y que, pensar de esta manera solo te convierte en una persona que quizás podrá vivir de apariencias, pero nunca serás feliz.
Otras de las razones por las que fracasamos es porque elegimos con los ojos, la atracción física es el método que empleamos (sobre todo los hombres) sin saber que es el más riesgoso de todos. Es natural sentirnos atraídos por la belleza y por lo agradable, pero debemos estar conscientes que estas son características pasajeras y que no son ellas las que nos retienen a esa persona. Necesitas a una persona con un alto grado de afinidad contigo, de lo contrario solo la desearás, pero no la admirarás.
Cuando hablo de afinidad me refiero a esa conexión y compatibilidad. Es la sensación de sentirte libre de compartir con esa persona lo que realmente eres, tus gustos, tus valores, tus locuras, tus problemas, tu manera de ver y vivir la vida y por qué no, hasta tus gustos en cuanto a sexualidad y, por último, pero no menos importante, deben tener la chispa, es decir, deben atraerse en todos los sentidos posibles. ¿Cómo saber el grado de afinidad con alguien? Lo primero, es que eso no lo sabrás si no mantienes un periodo de “conocerse” o por lo menos un par de conversaciones. En un día no vas a estar seguro, evita ser demasiado iluso y armarte cuentos en la mente que están lejos de la realidad.







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