Tu actitud positiva y tu
presente…
Tu actitud, ante las circunstancias, es determinante a la hora de
sentirte incapacitada/o para seguir adelante tras un fracaso o un imprevisto, o
sentirte con fuerzas para superarlo y sacar lo mejor de ti misma/o. Porque no
son los hechos los que determinan tus emociones, sino con qué actitud los
enfrentas.
Dos personas distintas, pueden hablar de un mismo acontecimiento de
manera contraria. Quien es capaz de fijarse en el vaso medio lleno o lamentarse
por lo que le falta por llenar al vaso.... a fin de cuentas, el hecho es el
mismo y la percepción depende de la actitud del observador.
Las diez pautas para una Actitud Positiva.
Respirar Profundamente.
Ante cualquier circunstancia que te desestabilice, ante un imprevisto y
antes de reaccionar de manera apresurada, toma aire, respira profundamente, en
una postura corporal erguida, con la espalda recta y la cabeza ligeramente
levantada, mientras llevas los hombros ligeramente hacia atrás. Podrás
comprobar como tu fisiología cambia y mejora tu estado de ánimo con tres o
cuatro respiraciones profundas. Además, eso le da tiempo a tu mente a pensar y
elaborar una respuesta con mayor inteligencia emocional.
2. Actúa con Coherencia.
Lo que, llaman columna izquierda es aquello que pensamos, pero no decimos
ni hacemos. Para sentirte mejor, para tener una actitud positiva, es necesario
ser consciente de nuestra columna izquierda, es necesario hacer lo que pensamos
que debemos hacer. Tener conductas que contradicen lo que pensamos hace que uno
se sienta mal consigo mismo y se instale voluntariamente en un estado de
infelicidad. Tu eres responsable de hacer y decir lo que quieres hacer y decir.
Nadie te obliga si tú no te obligas.
3. Aprende a Aceptar.
Cada día la vida nos presenta momentos buenos, y malos, muy buenos o
incluso durísimos... Si nos quedamos instalados en el dolor por lo que ha
ocurrido, si respondemos de manera descontrolada, limitamos nuestra capacidad
de acción y empeoramos el resultado. En cambio, aceptando que la vida no será
perfecta, que habrá circunstancias que no nos gustan y que aún así podemos ver
el lado positivo de esos acontecimientos, nos damos fuerzas para salir
adelante. Sobre todo, cuando esas circunstancias son imposibles de cambiar.
4. No te compares.
En cada oportunidad en que te comparas con otros y te sientes inferior en
algo, te estás engañando. ¿Por qué? ¡Porque solo comparas un aspecto, positivo,
de la otra persona, con algo tuyo que aun te queda por desarrollar o que
incluso tú puedes ser mejor o igual pero no lo ves! Nada mejor que ser tu
misma/o. Olvídate de las idealizaciones y de las comparaciones... y vivirás más
sereno.
5. Pon tu atención en el presente.
El pasado no puedes cambiarlo y el futuro aún no ha llegado. Vive, de
manera consciente, cada momento presente, dando lo mejor de ti en cada
situación, llenando de valor cada hora, mejorando incluso lo que haces bien.
Preocuparte por lo que pueda pasar en el futuro, te resta tiempo para ocuparte
de lo que está pasando en el presente.
6. Olvida el Perfeccionismo.
Nada más dañino para nuestra salud mental que querer hacer todo perfecto,
que querer controlar que cada detalle sea perfecto. Querer hacer las cosas
bien, buscar la excelencia en tu desempeño personal y profesional no es posible
desde el perfeccionismo, sino desde la aceptación de que algunas cosas pueden
salir mal.
7. Entra en Acción.
La manera de conseguir resultados es entrando en acción. Mientras
permaneces dudando si dar un paso o no darlo, te cargas de inseguridad y falta
de confianza. A veces, solo son necesarios 5 segundos de valor para hacer que
tu proyecto se ponga en marcha o siga avanzando. Cada paso dado te pone un paso
más cerca de la meta. Cada día dudando te aleja de tus proyectos.
8. Aumenta tu autoestima: Cuida tu imagen.
Es imposible sentirse positivo cuando el espejo refleja una imagen que no
nos satisface. Cuidar tu imagen aumenta considerablemente tu autoestima, tu
actitud positiva. Con invertir 10 minutos en ti, puedes ganar una gran dosis de
autoestima. ¡Invierte 30 minutos y el mundo será tuyo!
9. Vive con Responsabilidad.
Si tu mayor preocupación está en tu propia vida, en sentirse injustamente
tratado por los demás, por la suerte, por las oportunidades, aumentan tus
probabilidades de que tus resultados sean negativos. Cuando nos sentimos
víctimas de las circunstancias creemos que no podemos hacer nada. Asume que,
aunque no seas el responsable de tus problemas, si eres el responsable de
encontrar las soluciones.
10. Concluye las tareas.
No hay nada que nos quite más energías, que nos haga aumentar nuestro
diálogo interno saboteador que sentirnos personas improductivas al no acabar lo
que hemos empezado. Todas esas tareas inconclusas, ocupan espacio en tu mente y
constantemente golpean para llamar tu atención. Cuanto más temas y asuntos
resuelvas, más espacio liberas en tu mente para pensar y actuar con decisión
hacia tus metas.
Mientras más, trabajamos gestionando los cambios necesarios, las
decisiones precisas para vivir una vida más saludable, para aliviar nuestra
carga y poder centrarnos en conseguir avanzar hacia nuestras metas. Tu propio
proceso te ayuda a enfocarte en los puntos que te causan conflicto, en las
barreras internas que te frenan y te impulsa a tomar decisiones firmes
encaminadas a vivir tu vida de manera consciente.
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