lunes, 29 de diciembre de 2014

¡Aceptarte y poder sonreír!. Un privilegio.

    Una de las cosas que admiro de los antiguos griegos es esa capacidad que tenían para reírse de ellos mismos, Eurípides o Aristófenes, por ejemplo, aprovechaban el humor para mostrar la verdadera naturaleza de la sociedad griega, sus vicios, sus defectos, los errores de sus dirigentes, en fin.

    No es poca cosa, no es en vano llegaron tan adelante en el desarrollo de sus pensadores, de su cultura.

    Y lo comento porque considero que una de las cosas más importantes que debemos de hacer para crecer como personas es precisamente eso, poder reírnos de quienes somos. 

    Me explico, asumir lo que tú eres en realidad, sin angustiarte, sin acomplejarse, sin buscar "maquillarte"sino más bien aceptarte, es el paso inicial para superarte.

    Aceptarnos no significa resignarnos ante nuestros defectos, aceptarnos significa sentirnos a gusto como seres humanos, entendiendo que como tales, tenemos defectos y aspectos no tan agradables, pero que podemos y debemos trabajar constantemente para superarlos.

    Todos los días de tu vida puedes superarte, todos los días de tu vida puede ser mejor, todas las mañanas puedes mirarte ante el espejo y decirte: eres un reniego, cálmate un poco, no seas tan flojo, vamos, ponle ganas, estás muy subido de peso, tienes que ejercitarte.... Y ríete, hacer una broma sobre ti mismo, porque no importa la situación en la que te encuentres, siempre la puedes transformar y hacerla mejor de lo que está.

Ánimo, hoy tiene que ser un día memorable, el mejor, tu puedes y mereces ser feliz.

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