Recuerda no mirar atrás.
Nunca te detengas y no mires atrás, aunque los años pasen volando, como gaviotas en medio de la mar, no te detengas.
No importa que tu piel se arrugue, y tu pelo se esté emblanqueciendo, no te detengas, no mires hacia atrás.
No dejes que tus fuerzas caigan como hojas secas, ni que te llenen de tristezas, y que otros quieran verte infeliz, no te detengas ni mires hacia atrás.
Que las horas y los segundos serán días para ti. Sigue adelante, con tu frente en alto, y regala una sonrisa al viento o al cielo, dándole gracias, por estar vivo, pero no te detengas ni mires hacia atrás.
Si encuentras obstáculos en el medio del camino, tú sabes cómo sobrepasar los, porque estás vivo, pero no te detengas ni mires hacia atrás.
Si tú fuerzas te están traicionando, y piensas que no puedes seguir, acuérdate que hay un Dios que te puede ayudar, para que llegues al final, pero no te detengas y no mires hacia atrás.
"La fuerza de voluntad es la que nos mantiene, para no detenernos, y no miremos hacia atrás".
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