Todo lo hemos hecho. Somos 'culpables' de establecer metas y resoluciones de Año Nuevo y olvidarlas rápidamente.
Esto se debe quizás a que vivimos en un estado mental fragmentado, cumplimos con esta tradición, porque es divertido, es costumbre o incluso porque tenemos la mayor disposición de cambiar nuestras vidas para mejorar.
Pero como en otras decisiones que tomamos, muchas veces las resoluciones de Año Nuevo no vienen de reflexionar sobre nuestra existencia, de observar nuestra vida interna, ni de acceder a nuestros propósitos superiores, y entonces no vienen de una determinación profunda de cambio, sólo de un ejercicio superficial.
Es simplemente algo mecánico que hacemos todos los años, sacar papel y lápiz y escribir una lista de cosas, que pensamos queremos cambiar.
Frecuentemente las resoluciones de Año Nuevo son las mismas cada vez, dejar de fumar, perder peso, mejorar las relaciones con los demás, obtener un mejor trabajo o comprar algo, son muchas. Todo muy válido, si es lo que realmente añoramos. Sin embargo, esto es realmente lo que necesitamos cambiar.
¿Qué pasaría si antes de escribir la lista, automáticamente, nos regalamos un momento para contemplar en silencio lo que somos, lo que necesitamos y hacia dónde queremos dirigir nuestra vida?.
¿Sería la lista entonces diferente?.
¿Cumplíamos más de nuestras metas?.
Quizás si, quizás no. Esto es algo que tú sólo puedes aprender.
Pasos para Establecer Resoluciones para el Nuevo Año y cumplirlas.
Reflexión.
Una resolución de cambio debe provenir de un conocimiento profundo de quien somos. Qué deseamos cumplir en esta vida, y que carecemos para poder cumplir estas metas. Puede ser que usted realmente quiere perder peso. Bien.
¿Se ha preguntado por qué llegó a un punto en que ahora necesita rebajar?
¿Tiene quizás una relación enfermiza con la comida?
¿Si es así, de donde proviene?
¿O es quizás fruto de una enfermedad crónica que padece?
¿Si es así, cuáles son las bases emocionales y espirituales que alimentaron dicha enfermedad?
La reflexión es mirar más allá de lo obvio para encontrar respuestas o incluso preguntas que no son evidentes superficialmente.
¿Es su peso una manera de alejar a otros, porque le teme a la intimidad emocional?
¿Es quizás un auto castigo, por el sentimiento de culpa que siente, por esto o aquello?
¿Es de pronto un símbolo de las capas que ha creado, para protegerse, porque se siente vulnerable?
Reflexiones; Sobre todo aquello que aparentemente deseas cambiar y muy probablemente llegaras, a las razones de más fondo, que se esconden tras su propósito y que te llevan a los cambios más importantes, que realmente necesita adelantar.
No pienses en Comportamientos.
Nuestros comportamientos, son en muchas ocasiones producto de nuestras emociones, experiencias y expectativas. Decir, cambiar un comportamiento es a veces inútil si no entendemos que nos llevó a actuar de esa manera y que misión cumple ese comportamiento en nuestras vidas. Dejar de fumar, comer más sano, ejercitarse, cambiar de carrera, son todas acciones que provienen de raíces más profundas. Al hacer sus resoluciones de Año Nuevo, piense en términos de admisión y propósitos superiores, y no sólo en comportamientos. Quieres dejar de fumar, para ser más sano y quiere ser más sano para vivir más tiempo y disfrutar una mejor calidad de vida. Y esa salud y mejor calidad de vida, te permiten honrarte a tí mismo, de una mejor manera y la oportunidad de vida que se te ha ofrecido.
¿Qué otros comportamientos, como no fumar, están en el camino, de honrarte a ti mismo?
¿Su dieta?
¿Relaciones tóxicas?
¿Niveles de estrés?
Seguro, encontrarás más de un solo hábito. Entonces el cambio que quizás necesita realizar es más profundo, vivir más conscientemente y respetarse a sí mismo en todo momento, y esa conciencia, ese entendimiento, te llevará a modificar los hábitos que interfieren, con tu mayor propósito.
Afirme, no niegue
En cualquier determinación que tomamos, como en las resoluciones del Nuevo Año, es importante pensar en términos de afirmación y no negaciones, y en términos de realidad, y no de deseos. "No quiero seguir enfermo"no funciona igual que "soy sano", y "no quiero estar solo" no funciona igual que "estoy rodeado de amor y apoyo".
Visualice, viva.
Reflexionar; Escribir y afirmar sus resoluciones de Año Nuevo, es sólo el primer paso hacia manifestarlas. Debe ahora sentirlas, vivirlas, saberlas manifestadas. Dedique tiempo a meditar y visualizar sus resoluciones, vea cada detalle, sienta la satisfacción de haberlas cumplido y elabore visualmente la cadena de eventos, que provienen de esa manifestación. Si su resolución es honrarse a sí mismo en cada decisión que tome, visualicese feliz, pleno, sano y en control de su cuerpo y de su vida. Sienta el poder del amor propio, el orgullo de cuidarse y los frutos de su cambio, véase más delgado, más libre de hábitos perjudiciales, o corriendo activamente sin cansarse, o en una relación armónica y lleno de vitalidad para afrontar todo lo que la vida les trae.
Sea constante.
Las resoluciones para el Nuevo Año, tienen que ser resoluciones de vida, no las limite a una o dos noches, a uno o dos días, a una semana o dos semanas....
Mantenga las presentes todo el tiempo, y viva su vida consistentemente, intentando siempre ser coherente con sus propósitos de una vida mejor.
Gracias, por estar ahí. Les deseo muchas felicidades en los días de fiestas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario