viernes, 18 de noviembre de 2016

Dependencia Emocional…

Dependencia Emocional…



“El bien de la humanidad debe consistir en que cada uno goce al máximo de la felicidad que pueda, sin disminuir la felicidad de los demás”.
La Dependencia Emocional se define como “una necesidad afectiva fuerte que una persona siente hacia otra a lo largo de sus diferentes relaciones”. Aunque lo más conocido es la dependencia emocional en cuanto a relaciones de pareja, también existe la dependencia afectiva hacia padres, amigos e hijos.
La Dependencia Emocional sería algo similar a una adicción, pero en vez de necesitar una sustancia, se necesitaría aprobación, afecto, cariño, etc., de determinadas personas.
Cuando somos niños, creamos un vínculo afectivo de dependencia emocional con las personas más cercanas, generalmente nuestros padres, o personas que vivan en la misma casa (por ejemplo, los abuelos). En la adolescencia creamos esos vínculos con amigos y estos vínculos nos ayudan a aprender y a crecer personalmente, y en la edad adulta, además creamos un vínculo especial con nuestra pareja.
El problema aparece cuando este vínculo se convierte en dependencia y nos impide desarrollarnos en la vida como seres independientes y libres; cuando esa dependencia nos lleva a quedarnos en segundo plano en nuestra propia vida, dando más importancia a las necesidades, derechos y comportamientos de otra persona, que a los nuestros. En realidad, lo que se está haciendo es colocar la felicidad en las manos de otros, se busca la felicidad fuera de sí mismos. Eso, sin saberlo, lleva a la infelicidad automáticamente, ya que la única forma de ser felices es buscar esa felicidad en nosotros y en las acciones que elijamos. Los únicos comportamientos en los cuales podemos influir de una manera clara son los nuestros, y esos son los únicos que nos pueden garantizar nuestra felicidad.
Lo que más destaca en las personas con alta dependencia emocional es su miedo a las pérdidas y al rechazo de las personas queridas, en este caso, de la pareja. Tienen miedo a hacer algo que al otro, no le guste, y que esa persona decida dejarles o retirarles su amor y su cariño. Así que buscan continuamente complacerle, hacer lo que se supone que el otro quiere o desea. Intentan adivinar qué es lo que gustaría al otro en cada una de sus acciones, con el consiguiente riesgo de equivocarse, ya que por mucho que conozcamos a una persona, no sabemos lo que les pasa por la cabeza en cada uno de los momentos de sus vidas. Si nos ponemos a pensarlo, muchas veces ni siquiera nosotros comprendemos nuestras acciones, así que será difícil controlar cada una de las reacciones del otro. Pero aun así, estas personas intentan hacerse expertas en adaptarse a las necesidades y deseos que creen que el otro tiene.
El intentar adaptarse al otro y conseguirlo en algunas ocasiones, les hace sentir bien a las personas con dependencia emocional por haber conseguido satisfacer a la otra persona en alguna cosa. Se sienten bien también por ellas mismas, ya que han logrado de nuevo evitar una pérdida de esa persona. Pero a la vez se van sintiendo cada vez peor, ya que han renunciado y siguen renunciando a sus sueños, a sus ilusiones y han puesto toda su felicidad en que el otro sea feliz, ya que se supone que siendo él feliz, ella se sentirá así de bien automáticamente.
Le transmite a la otra tanta responsabilidad sobre sus propios sentimientos y sobre su felicidad, que lo expresa incluso, inconscientemente o por hábito, en su lenguaje. Atribuye al otro sus sentimientos positivos: “me haces tan feliz”, “me haces subir al cielo”, “antes de conocerte era tan infeliz”, y también atribuyen al otro sus sentimientos negativos: “me haces sentir tan triste”, “me irritas”, etc.
A la larga, estas personas se encuentran muy mal en sus vidas. Aunque llevan tiempo intentando adaptarse al otro, aunque consigan un hogar con paz y armonía, aunque sigan estando con la persona que deseaban, no se sienten bien, no se sienten felices. Según su pensamiento, se supone que eso sería lo que les haría sentirse felices. En algunos casos, ya lo tienen, pero no les hace sentirse felices.
A lo largo de su vida y de su relación, han ido renunciando a tantas cosas, materiales y, sobre todo, personales, que a veces, ni siquiera saben quiénes son. Cada vez titubean más a la hora de tomar una decisión, son personas más inseguras, que necesita que la otra persona le diga si lo que han pensado o hecho está bien o no y, además, se sienten vacías por dentro.
¿Qué han hecho en su vida?
¿Qué les queda de todos sus esfuerzos?
Incluso en algunas personas, aparte de ese malestar y ese sufrimiento interno, puede haber ocurrido que de tanto querer adaptarse, la pareja ya no vea en ellas a la persona que conoció y las cualidades de las que se enamoró. Y puede ser que sus esfuerzos porque el otro le quiera, y por evitar perderle, consigan exactamente lo contrario de lo que ella quería, y es que el otro se aleje de ella, y se confirmen todos sus miedos., además también puede haber ocurrido que la pareja se haya acostumbrado a ser más directiva de lo que originalmente era.
Pero esta dependencia emocional y esta necesidad de aprobación, también tiene aparentes ventajas, que precisamente son parte de lo que ayuda a que se mantenga. Una de las ventajas más importantes es que al dejar que sea la opinión del otro la mejor, coloca la responsabilidad de sus sentimientos y de sus comportamientos en los demás, ya que, si ellos no te tratarán así, o si ellos no te dijeran, o si ellos te dijeran… tú lo harías de otra forma. Al responsabilizar a los demás, la persona con alta dependencia emocional no tiene que cambiar de comportamiento, ya que en su cabeza está que son los demás los que deben cambiar y no él/ella. Aunque muy en el fondo, sabe que algo podría hacer él/ella para modificar la situación, pero el miedo que siente a mostrarse como realmente es, es muy grande. Tiene miedo a los conflictos, miedo a perder a esa persona a la que quiere tanto… Cada día es una persona con más miedos, ya que, al evitar enfrentarse a sus miedos, estos cada vez son más grandes.
Muchos problemas psicológicos (ansiedad, depresión, reacciones psicosomáticas) tienen su origen en la Dependencia Emocional que esa persona tiene hacia otra.

Si te sientes identificada con esta descripción, es el momento de reconocer que tienes un problema y, cuanto antes, debes pedir ayuda para enfrentarlo.




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