viernes, 13 de noviembre de 2015

Cómo superar La Ansiedad y La Depresión... (Cuarta parte).

    Cuarto principio:. El control es un espejismo, no es una respuesta.

    La inseguridad crea un sentimiento de vulnerabilidad.

    Cuando se siente vulnerable, querer estar en control, parece un deseo natural y constructivo.

    Puede que empiece con un deseo constructivo, pero una vida controlada siempre invita a La Ansiedad y La Depresión.

    La inseguridad es avara, cuanto más control tiene, más control busca. Nada parece lo suficientemente seguro. Está destinado a correr tras la zanahoria que persigue el conejo. Mientras más se desespera persiguiendo la zanahoria, con mayor y mayor agitación, no puede evitar percibir que La Depresión y La Ansiedad que se están convirtiendo en factores permanentes en su vida.

    La verdad es que la vida no se puede controlar y lo que confunde a muchos es que ese control ofrece un alivio temporal. Si se las arregla para hacer que su vida aparezca como tranquila y controlada sentirá alivio, por el momento. Cuando se siente desesperado ese alivio temporal se escribe con "A", mayúscula. Si eres honesto contigo mismo sabrás que el control es siempre y para siempre un espejismo. Al igual que el ojo del huracán, que es un falso sentido de calma, antes de que vuelva el resto de la tormenta.

    Si controlar la vida es imposible, no es más que una zanahoria que perseguimos, ¿Entonces cuál es la respuesta?. La respuesta es volver a empezar con un sentido de confianza en uno mismo, que en vez de controlar la vida, buscar que consigamos y que tengamos la valentía suficiente para vivir la.

    Quinto principio:. La inseguridad es un hábito y cualquier hábito puede romperse.

    Usted no nació siendo inseguro, sino que ha aprendido a ser así. Puesto que los niños no cuentan con las herramientas necesarias para enfrentarse a estos primeros traumas, conflictos, malentendidos o perdidas, cierta cantidad de inseguridad es inevitable. Aprendemos a dudar y desconfiar de nosotros mismos, y estas actitudes destructivas se ven reforzadas hasta que se convierte en en hábitos. Los hábitos son difíciles de romper, porque al igual que cualquier músculo, si se practica mucho ejercicio, se hacen más y más fuertes.

    La auto preparación le aportará la fuerza, la técnica y la fuerza de voluntad necesaria para romper el hábito de la inseguridad. Empiece a convencerse de que lo que ha aprendido lo puede desaprender. No hay lugar a dudas, cualquier hábito puede romperse. Lo único que necesitas es un plan, un poco de paciencia y convicción de que usted mismo, lo puede conseguir...

    Continuará...


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