lunes, 23 de noviembre de 2015

El Silencio...

    En un lugar para comunicarme y hacer ruido a través de la palabra escrita, como es este blog, no he querido dejar pasar la ocasión de reflexionar sobre "El Silencio" y sus virtudes, porque aunque hayan personas escépticas al respecto, yo nunca he dejado de ver El Silencio como una hoja blanca donde uno lanza sus ideas, pensamientos y preocupaciones.

    He incluido 12 reflexiones para compartir con ustedes, que matizan una entrada anterior sobre el silencio:.

    El Silencio es parte integrante de la comunicación y sin él no existen palabras con densidad de contenido.

    En El Silencio escuchamos y nos conocemos mucho mejor a nosotros mismos; nace y se profundiza el pensamiento, comprendemos con mayor claridad lo que queremos decir y lo que esperamos del otro; elegimos como expresarnos.

    Callando, se permite hablar a la persona que tenemos delante, expresarse a sí misma, y a nosotros, no permanecer aferrados sólo a nuestras palabras e ideas, sin una oportuna ponderación.

    Con El Silencio se abre un espacio de escuchar recíprocamente y se hace posible una relación humana más plena.

    En El Silencio, por ejemplo, se aprecian otros elementos de la comunicación, que estaban escondidos detrás de las palabras como, los gestos, la expresión de la mirada y todo el cuerpo como un signo que manifiesta un mensaje a la otra persona.

    En El Silencio, hablan la alegría, las preocupaciones, el sufrimiento, que precisamente que en él se encuentran las formas de expresión, particularmente las más intensas.

    Del Silencio brota la comunicación más exigente, que evoca la sensibilidad y la capacidad de escuchar que a menudo desvela la medida y la naturaleza de las relaciones.

    Una profunda reflexión nos ayuda a describir y descubrir la relación existente entre situaciones que a primera vista parecen desconectadas entre sí, a valorar y analizar los mensajes, esto hace que se puedan compartir opiniones sopesadas y pertinentes, originando un auténtico conocimiento compartido.

    El Silencio es precioso para favorecer el necesario discernimiento entre los numerosos estímulos y respuestas que recibimos, para reconocer e identificar asimismo las preguntas verdaderamente importantes.

    El Silencio puede ser más elocuente que una respuesta apresurada y que permite a quien se le interroga entrar en lo más recóndito de sí mismo y abrirse al camino de la respuesta más adecuada, independientemente de la ideologías y creencias.

    El Silencio y la soledad buscada son espacios privilegiados donde las personas pueden reencontrarse consigo mismas y con su camino.

    Palabra y Silencio. Aprender a comunicar quiere decir aprender a escuchar, a contemplar, además de hablar, y esto es especialmente importante para El Desarrollo Personal, La Autoestima, Las Relaciones Interpersonales...

    Gracias, un abrazo fuerte para todos.


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