Sólo era un sueño...
Sólo era un sueño
Canta la alondra cada
mañana, al despertar el día, y la luz del sol vuelve a entrar por mi ventana;
duermo cogida bien fuerte a mi almohada, no quiero despertar de mi precioso
sueño donde soy inmensamente feliz; es un sueño me digo sin fin, que te llena,
que te embriaga con cada sensación que vives. Una playa en un atardecer, o quizás
en un amanecer; una arena suave, limpia, y esponjosa; un mar en calma donde las
olas se mueven al son de una música de fondo. Las palmeras enormes alrededor, con
grandes y verdes hojas que tocan el suelo; también se mueven al son de la brisa
del mar y de las notas de la melodía de un silencio vivo, lleno de júbilo,
acompañado con el vaivén de las olas.Cocos caídos por el suelo, rocas
erosionadas por el viento acompañan el mágico paisaje de lo más hermoso de la
madre naturaleza.Gaviotas vuelan en el multicolor
cielo, repiqueteando y acompasando la melodía del momento; un momento interminable,
donde no hay principio ni fin...todo es uno, en perfecto estado de equilibrio
......y a lo lejos las pisadas de un hombre están marcadas en la arena, un
hombre que camina con ojos brillantes, que miran fijos hacia un lugar seguro;
camina y camina, con deseo, con pasión y cariño...hacia esa mujer que está de
espaldas hacia él; sentada al lado de la orilla, se encuentra, con su mirada
clavada en el horizonte, observando si tiene fin su búsqueda, llenándose de la
melodía circundante...el hombre llega, la coge por los hombros, con fuerza y
seguridad, la levanta; se reconocen con una simple mirada...y se abrazan, como
si ya se conocieran de antes; no necesitan hablar, sus ojos y sus cuerpos
hablan al unísono..Abrazados cogidos de la mano,
siguen a paso firme por la orilla, saben dónde van, ambos lo saben, nada temen,
nada ocultan, son felices, y también ellos caminan al son de la melodía de
fondo...se aprestan cada vez más fuerte de la mano, ....y así se pierden a lo
lejos...Despierto, ¿dónde estoy me
pregunto? Es mi habitación me digo. Abro lentamente mis ojos, aún siento el
olor de aquella playa, la sensación embriagadora de calma, y me reconforto en
un profundo respirar. Era solo un sueño, pero estuve allí, alguna vez de
verdad...soñar, que agradable sensación...me levanto muy descansada y con mi
alma relajada. Y feliz para seguir caminando al lado de mi orilla...
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