martes, 19 de enero de 2016

Sólo era un sueño...

Sólo era un sueño

Canta la alondra cada mañana, al despertar el día, y la luz del sol vuelve a entrar por mi ventana; duermo cogida bien fuerte a mi almohada, no quiero despertar de mi precioso sueño donde soy inmensamente feliz; es un sueño me digo sin fin, que te llena, que te embriaga con cada sensación que vives. Una playa en un atardecer, o quizás en un amanecer; una arena suave, limpia, y esponjosa; un mar en calma donde las olas se mueven al son de una música de fondo. Las palmeras enormes alrededor, con grandes y verdes hojas que tocan el suelo; también se mueven al son de la brisa del mar y de las notas de la melodía de un silencio vivo, lleno de júbilo, acompañado con el vaivén de las olas.Cocos caídos por el suelo, rocas erosionadas por el viento acompañan el mágico paisaje de lo más hermoso de la madre naturaleza.Gaviotas vuelan en el multicolor cielo, repiqueteando y acompasando la melodía del momento; un momento interminable, donde no hay principio ni fin...todo es uno, en perfecto estado de equilibrio ......y a lo lejos las pisadas de un hombre están marcadas en la arena, un hombre que camina con ojos brillantes, que miran fijos hacia un lugar seguro; camina y camina, con deseo, con pasión y cariño...hacia esa mujer que está de espaldas hacia él; sentada al lado de la orilla, se encuentra, con su mirada clavada en el horizonte, observando si tiene fin su búsqueda, llenándose de la melodía circundante...el hombre llega, la coge por los hombros, con fuerza y seguridad, la levanta; se reconocen con una simple mirada...y se abrazan, como si ya se conocieran de antes; no necesitan hablar, sus ojos y sus cuerpos hablan al unísono..Abrazados cogidos de la mano, siguen a paso firme por la orilla, saben dónde van, ambos lo saben, nada temen, nada ocultan, son felices, y también ellos caminan al son de la melodía de fondo...se aprestan cada vez más fuerte de la mano, ....y así se pierden a lo lejos...Despierto, ¿dónde estoy me pregunto? Es mi habitación me digo. Abro lentamente mis ojos, aún siento el olor de aquella playa, la sensación embriagadora de calma, y me reconforto en un profundo respirar. Era solo un sueño, pero estuve allí, alguna vez de verdad...soñar, que agradable sensación...me levanto muy descansada y con mi alma relajada. Y feliz para seguir caminando al lado de mi orilla...


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