Lo que me
interesa. Sé honesto contigo mismo...
¿Cuántas veces nos despistamos de nuestro camino?, … de
aquel camino que deseas, que quieres vivir, el camino que sale desde la voz de
tu alma, esa voz que sabes que siempre te lleva por el mejor de los senderos.
¿Por qué dejas de escucharla? ¿Qué está sucediendo en ti en
esos momentos? Obsérvalo, sólo así podrás descubrir el PORQUÉ y el CÓMO tomar otros pasos que no te conducen hacia tu propósito. Sólo así podrás tomar
conciencia y modificarlo.
Es cierto que en la vida “Todo
nos sucede por alguna razón”, todo tiene un mensaje en nuestro camino.
¿Crees que puedes aprender sin el sufrimiento o te aferras a
él para crecer y ser mejor persona por saber superar las situaciones difíciles
que se te plantean en la vida? La respuesta que tú des a esta pregunta será la
correcta, porque la dirás desde tu momento vital, desde el hoy.
Mi experiencia tanto dentro de las formaciones que realizo
para potenciar la inteligencia emocional en las personas, como en las sesiones
individuales dónde la intimidad ofrece la posibilidad que afloren muchas
situaciones reveladoras, voy descubriendo día a día que “no es necesario tanto sufrimiento”. Los
seres humanos estamos programados por nuestra genética para “sobrevivir”, por
ello nos merece en muchas ocasiones un mayor esfuerzo el hecho de “ser
felices”, porque superamos la gran parte de las situaciones desde el
sufrimiento, desde activadores de estrés que chispean en nuestro cerebro más
antiguo.
Tú, ¿quieres ser feliz? Este es un acto de valentía
Sé sincero, sé sincera contigo. Ese es el camino de
tu alma, ese es el atajo para poder potenciarse como persona desde la harmonía,
desde la fuerza, desde el equilibrio emocional. Desde la sinceridad contigo
mismo, contigo misma evitas que crezca tu dolor y aquel que puedes provocar a
otras personas. Cuando nos mentimos la bola de nieve se hace cada vez más y más
grande, y claro, esta repercute en las demás personas. La sinceridad hacia ti
mismo hace que el desencuentro con las demás personas sea menor, porque les
hablarás desde tu alma, un lugar desde el que es “imposible” hacer daño. Y si
la otra persona lo recibe con dolor, ten en cuenta que será su percepción. No
la alimentes, ofrécele lo mejor de ti en ese momento y con esa intención las
cosas se pondrán en calma, … para ambas partes.
Hay un poema de la autora Oriah
Mountain Dreamer que nos
habla de ello, del encuentro con nuestra voz interior, de la mirada hacia la
vida, del equilibrio emocional. Y todo parte desde la HONESTIDAD con nosotros
mismos.
¿Te atreves a partir de hoy, a ser
honesto contigo mismo?
¿Qué beneficios te va a aportar?
Te dejo disfrutando de las palabras de Oriah:
“No me interesa saber cómo te ganas la vida. Quiero saber lo
que ansías y si te atreves a soñar con lo que tu corazón anhela.
No me interesa tu edad. Quiero saber si te arriesgarías a
parecer un tonto por amor, por tus sueños, por la aventura de estar vivo.
No me interesa qué planetas están en cuadratura con tu Luna.
Quiero saber si has llegado al centro de tu propia tristeza, si las traiciones
de la vida te han abierto o si te has marchitado y cerrado por miedo a nuevos
dolores. Quiero saber si puedes vivir con el dolor, con el mío o el tuyo, sin
tratar de disimularlo, de atenuarlo ni de remediarlo.
Quiero saber si puedes experimentar con plenitud la alegría,
la mía o la tuya, si puedes bailar con frenesí y dejar que el éxtasis te
penetre hasta la punta de los dedos de los pies y las manos sin que tu
prudencia nos llama a ser cuidadosos, a ser realistas, a recordar las
limitaciones propias de nuestra condición humana.
No me interesa saber si lo que me cuentas es cierto. Quiero
saber si puedes decepcionar a otra persona para ser fiel a ti mismo; si podrías
soportar la acusación de traición y no traicionar a tu propia alma…
Quiero saber si puedes ver la belleza, aun cuando no sea
agradable, cada día, y si puedes hacer que tu propia vida surja de su
presencia.
Quiero saber si puedes vivir con el fracaso, el tuyo y el
mío, y de pie en la orilla del lago gritarle a la plateada forma de la luna
llena: “¡¡Sí!!”
No me interesa saber dónde vives, ni cuánto dinero tienes.
Quiero saber si puedes levantarte después de una noche de aflicción y
desesperanza, agotado y magullado hasta los huesos, y hacer lo que sea
necesario para alimentar a tus hijos.
No me interesa saber a quién conoces ni cómo llegaste hasta
aquí. Quiero saber si te quedarás en el centro del fuego conmigo y no lo rehuyas.
No me interesa saber ni dónde, ni cómo ni con quién
estudiaste. Quiero saber lo que te sostiene, desde el interior, cuando todo lo
demás se derrumba.
Quiero saber si puedes estar solo contigo mismo y si en
verdad aprecias tu propia compañía en momentos de vacío.”
Oriah Mountain Dreamer
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