MAMÁ, ¿TÚ NO TIENES SUEÑO?...

MAMÁ, ¿TÚ NO TIENES SUEÑOS?

¿Mamá tú no tienes sueño? Esta ha sido la pregunta de Xavier cuando esta mañana he llegado de hacer mis ejercicios de recuperación. Él con cara de dormido, con su pelo despeinado y su pijama de la suerte, se disponía a empezar a desayunar. Sesión de rehabilitación que me ha regalado un precioso amanecer.

“Sí que tengo sueño, pero si mamá entrena a primera hora puede venir a recogernos al colegio “le contesto mientras saboreo una larga taza de café.

Para mi ellos son la prioridad y no me supone un esfuerzo tener que madrugar para llevarlos a todos hacia adelante.

Xavier dice que le gusta que le venga a buscar al colegio porque le doy un abrazo de oso de aquellos que tanto le gustan.

Pol observa sin decir nada. Me mira y sonríe. Esa sonrisa nos hace cómplices. Al levantarse para dirigirse a lavarse los dientes, me dice “mamá, claro que tienes sueño eres tan dormilona como Xavier. Madrugas porque nos quieres y quieres pasar tiempo con nosotros”.

Para mí la fuerza de voluntad es una de las mejores virtudes que puede tener una persona. Albert Einstein decía que es la fuerza motriz más poderosa. Me parece esencial que los pequeños de la casa, con nuestro modelo, la adquieran y sea uno de los pilares de su personalidad.

La voluntad es la fuerza del querer, las ganas que ocurran las cosas. Es un poderoso motor interno que sólo se puede poner en marcha desde dentro hacia fuera. Intento ser un modelo para ellos, transmitiéndoles el valor del esfuerzo personal.

La voluntad necesita motivos, razones por las que valga la pena esforzarse y por ello les ayudo a que se marquen pequeños objetivos que les hacen crecer. Aprender a atarse los cordones, cepillarse bien los dientes o hacer bien los deberes, cada pequeño logro, les llena de satisfacción. Los niños con fuerza de voluntad tendrán mayor tolerancia a la frustración, serán más pacientes y con mejores habilidades sociales.

Me gusta explicarles cuentos donde los protagonistas se esfuerzan para conseguir aquello que se han propuesto. Me gusta hablarles de gente cercana que lucha día a día para conseguir sus sueños. Me gusta entrar con ellos para lograr meta, el día que corro una maratón y saborear juntos los logros conseguidos gracias al esfuerzo.