domingo, 11 de diciembre de 2016

Con tu permiso, me ausento…

Con tu permiso, me ausento…



Con tu permiso, supongo me permitirás que me ausente durante un tiempo de aquí, mi blog desde el que escribo a diario. ¿O será ya para siempre? No lo sé ni me importa ahora, aunque supongo que, este tiempo con los fríos que se presentan y de vacaciones que ahora iniciamos me permiten recluirme en mí mismo y guardar silencio, mientras lo hago…
El silencio y la soledad hoy son mis grandes amigos. Voluntaria o involuntariamente me he cruzado con ellos durante gran parte de mi vida. Pero es quizás ahora más que nunca, cuando los busco para reencontrarme conmigo mismo y, a la vez, reencontrarme contigo, aunque sea en silencio y a distancia. Porque recuerda siempre que un alma no entiende de tiempos, ni distancias, siempre y cuando seas capaz de vivir según su dictado, cada nuevo día que pasa. Cuando no lo haces así, la ausencia insufrible, el tiempo pasado, el complicado e injusto mundo que nos rodea y los sentidos que perciben una realidad solo sesgada, mandan en tu vida y, a ratos, incluso haciéndola dolorosa…
¡Porque hay momentos en que la vida pesa y el día a día nos atrapa en sus redes de rutina e indiferencia! Poco a poco, dejas de ver la vida con ilusión y tampoco ves, ni sientes las señales del alma tanto como querrías… y así se diluyen tus sueños, esos que te ayudan a caminar con firmeza hacia ellos, día a día. Y el camino se hace a ratos largo, duro, tedioso y sin un destino concreto, a veces sintiéndote solo y perdido. ¡Ya sé que muchos han aprendido a vivir así su vida, pero yo hace tiempo que ya no sé vivir sin mi alma expuesta a cada nuevo instante y con mi corazón bien despierto para poder vivir, esté donde esté cada día en mi bosque encantado, allí en el Mar del Norte donde nace el arcoíris, junto al lago plateado donde se refleja cada día, la luna radiante!
Durante mi ausencia de aquí, intentaré reencontrarme conmigo mismo, en silencio. Te invito a hacer lo mismo. Intenta dejar atrás todo aquello que hoy perturba tu vida y limpia así tu corazón de aquello que lo mantiene cerrado, a lo nuevo que llegué. ¡No basta ir con los ojos abiertos, hay que llevar el corazón también abierto para dar y recibir el amor que mereces… y para ello solo debes ir vacío, vivir el hoy y ser valiente, viviendo desde dentro todo aquello que llegue! Vive cada momento aquello que sientes, sin miedo, no hay más…
¡Estés donde estés, sé tú mismo, vive tu vida intensamente y te encontrarás contigo mismo, radiante! Y verás que todo aquello que siempre soñaste y deseas vivir, está en tu interior, donde quizás estuvo siempre. Solo debes permitírselo, dejando que aflore y compartirlo cada día para que crezca, para que se convierta en tu realidad cotidiana y se manifieste en el amor que ahora sientes…

Hasta pronto o hasta nunca, conmigo o contigo mismo, hasta siempre, pues tal vez al día de hoy, ya me sientes dentro de tu propia alma, desde y para siempre…





No hay comentarios:

Publicar un comentario