Del Temor, Al Amor…
He sentido miedo, y a veces esta sensación ha sido vaga e
imprecisa, pero sumamente incomoda y desagradable. Comienza con una sensación
en la boca del estómago, o tal vez más arriba, en la parte alta del tórax. Es
una molestia y me doy cuenta que es ansiedad. Pero allí está y comienzo a
observarla. Tomé la decisión de conocer el proceso y cambiarlo.
Esto me ocurrió hace un par de días y me dije a mi misma,
vamos Jocelyne, aplica lo que enseñas, al fin y al cabo, lo que enseñas es para
ti, lo que escribes es tu propio aprendizaje.
Todo esto ocurrió con un disparador, un pensamiento, una
situación y comenzó a un nivel mente-cuerpo con efectos fisiológicos. Me dejé
llevar hasta alcanzar creencias antiguas, unas entrelazadas con otras que hasta
ese momento no eran del todo conscientes.
Noté que indagando en la sensación que me atemorizaba y
permitiendo sentirla plenamente, vivirla y dejarla ser, al rato surgió una
nueva emoción que al principio no parecía estar allí o no era evidente; era una
sensación que se fue transformando en tristeza, en ganas de llorar y
desesperanza y al permitir correr las lágrimas… el miedo fue desapareciendo
completamente. Surgió una especie de alivio, era un sentimiento de aceptación.
Fue en ese mismo instante, que una voz apareció para mi
sorpresa. Salía de mi interior y me dijo dulcemente mientras me pasaba su
cálida mano imaginaria por los hombros, “Todo va a estar bien, todo ya está
bien, nunca fue de otra manera, te dejaste atrapar por tu mente y sus
creencias, pero nada de esto es real, es algo que te has imaginado, no existe
nada que te pueda dañar, aunque creas en ello” y luego me calmé y sentí paz.
Respiré profundamente aliviada.
Los miedos vienen de películas que nos hacemos y estas
películas surgen de creencias que tenemos que no desearíamos por nada del mundo
que se vuelvan realidad. Surgen de imágenes que tememos y deseamos evitar. Todo
esto nos sucede sin nuestro consentimiento; ni siquiera estamos conscientes de
qué es lo que lo dispara ni del proceso en el que nos vemos inmersos. Tampoco
sabemos cuál es la raíz de estas creencias, pero lo vivimos como una
posibilidad muy real y el temor se apodera de nosotros.
Para vencer nuestros miedos y transformarlos tenemos que:
1) Sentirlos completamente, aceptarlos y permitirlos.
2) Preguntarnos ¿Que debo de estar creyendo para sentir este
miedo? ¿Qué sucedería si ocurriera realmente? ¿Qué me sucedería a mí si mi
creencia fuera real? ¿Qué pensamientos sustituirían estas creencias? (Puedes
escribirlas si se te hace más fácil).
3) Contacta tu creencia, mírala y aprópiate de ella, respira
profundo. Siente como tu creaste tu creencia o te apropiaste de ella. Es tuya.
4) Al conocer tu creencia más profunda, la puedes cambiar,
la sueltas, la dejas ir y le envías amor. Vuelve a respirar profundamente y
siente el amor. Agradece la oportunidad de que se ha manifestado para poder
deshacerla y dile Gracias, Te Amo- Procede a permitir que sea sustituida por
pensamientos de amor. Reconoce que solo es una creencia, no es verdadera, es
una ilusión, que tú la has creado y ya no crees más en ella.
El miedo se evapora rápidamente.
Los pensamientos de temor aparecen cuando nos alejamos de
vivir en el presente; esto no lo podemos evitar porque nuestra mente es muy
saltarina. Pero podemos observarnos y observar el proceso, esto nos permite
estar más en el ahora.
Tenemos que permitimos vivir el proceso de nuestros temores,
ansiedades y miedos para descubrir las creencias que yacen ocultas y hacerlas
nuestras poniéndolas a la luz para cambiarlas y sanarlas. Si no nos permitimos
esto y lo que hacemos en vez, es resistirnos, evitando, reaccionando, huyendo o
evadiéndonos, ellas no desaparecerán. Lo que hacen es mostrarse cada vez más a
menudo en forma de ansiedades, fobias y/o crisis de pánico.
Si tu temor es muy fuerte, déjalo ser, acéptalo y abrázalo,
tal vez es la puerta a tu despertar. No huyas de él.
Los temores son alarmas de que estamos desalineados con
nuestro verdadero ser y debemos de prestar atención para corregirlo.
Hay algo que es importante mencionar y es que el amor es la
píldora milagrosa que sana el miedo. Todo pensamiento de temor tiene su
antídoto. El temor es una ilusión basada en la separación y la muerte. Nada de
esto es real. Somos inmortales, el cuerpo es nuestro vehículo en esta realidad,
pero existen muchas otras realidades a las que podemos acceder, inclusive en
esta misma vida cambiando nuestra vibración.
Soltar las creencias es cambiar nuestra frecuencia
vibratoria sintonizándonos a una nueva realidad. El amor es el pasaje a las
estrellas.
Puedes ayudarte a disolver tus creencias repitiendo para tus
adentros, Gracias, Te amo, o con preguntarte, ¿Qué hay en mí que estoy
escogiendo sentir esta sensación? O ¿Qué hay en mí que escogí creer en esto? Y
luego déjalo ir.
Tú eres el maestro y tu mente es tu sirviente, no al revés.
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