Encuentros y Señales...
De vez en cuando me sorprende la vida...
Como a todos nos pasa en algunos momentos o periodos en
nuestra vida, a veces nos faltan señales que nos recuerden o confirmen el
camino que hemos tomado en la vida.
Supongo que, no hay nada que nos inquiete más que la
incertidumbre o la duda, ante lo que creemos internamente, al no verlo
reflejado en el exterior. Es verdad que uno puede seguir su firmeza interna,
andar según ella, su propio y cotidiano camino, no obstante, también puede auto
engañarse o, simplemente, obcecarse en que eso que siente interiormente se
convierta algún día en realidad...
Supongo que, en cierta manera, que en días pasados me
hallaba en esa fase en la que la realidad concreta y buscar el sentido de lo
que vivimos en nuestro interior. Es entonces cuando son necesarias las señales
que nos inviten a profundizar en nuestro interior y buscar allí el verdadero
sentido de lo que vivimos. Pero, como siempre, la vida tiene sus golpes de
suerte escondidos y, de vez en cuando, nos sorprende, dándonos esas señales y
reforzando nuestra manera de sentir y vivir...
Esta situación me paso hace ya unos años. Estaba sentado en
una terraza con unas amistades, cuando algo sorprendente sucedió. Charlábamos
distendida mente sobre la vida y nuestras cosas y, de repente, sin
premeditación, acabamos compartiendo nuestra espontánea tertulia con los de la mesa
de al lado nuestro en la misma terraza.
Eran dos parejas ya maduras y, según supimos después, amigas
desde hacía muchos años. Una estaba formada por un escritor y su esposa, una Española,
aficionada a la cocina y la otra pareja, un fotógrafo con gran experiencia y
creador de un libro de fotografías y su pareja, una terapeuta del Alma, que se
hospedaban en un pequeño hotel de lujo muy cerca. De repente me sentí
transportado al más allá, a la esencia de mi vida, la de hoy...
Como puede ser, que, en ese mágico lugar, yo haya podido
reencontrarme conmigo mismo y con mi vida. Es una magia el poder cultivar el
alma... Todo fue fluyendo, minuto a minuto, en nuestra espontánea, amena y
enriquecedora conversación. Y así, en pocos minutos, me hallaba en un trance, en
el mismo paraíso que había soñado, e interpretado como señales inequívocas de
mi vida y de lo que había de ser y sentía en mi interior. Es increíble que, con
una conversación de personas, uno se pueda transportar a todo lo que uno ha
soñado... y de lo que había de ser y sentía en mi interior. Es verdad que,
demasiadas veces, procuro encontrar señales en mi vida cotidiana para dar
sentido a lo que, simplemente, deseo encontrar...
Pero esa velada era diferente. No hice esfuerzo alguno, tan
solo estando atento a lo que sucedía a mi alrededor...
Y es que, pienso ahora, que la vida tiene magia y, si
sabemos y queremos verla, se manifiesta justo en el momento preciso, cuando más
la necesitamos. También es posible que, en otros momentos, todo sea una pura
elucubración mental o tan sólo una casualidad más de la vida, pero estos
sincronismos tan certeros no tienen explicación racional, ni tan siquiera son
fruto del azar.
Reconozco que, aun creyéndome y viviendo siempre la vida
como algo mágico y sorprendente, por momentos me abruman sus contundencias y
certezas. Como nuestro interior se manifiesta en algo meramente exterior y,
aparentemente, fortuito, que, como no podía ser de otra manera, se siente en
nuestro interior. Uno no puede más que sonreír ante estas circunstancias
imprevistas y mágicas que refuerzan a nuestro corazón...
Verdad o no, realidad o sueño, suerte o premeditación del
destino, conspiración cósmica o simple azar, la vida supera amplia mente a la
realidad que decidimos vivir cada día. Sin esta magia, la vida no tiene color
ni valor. Aunque sea tan sólo para cambiar nuestro semblante, abandonar el
soporte y la rutina o para dibujar en nuestros labios esa amplia sonrisa que
expresa lo mejor de nosotros o el amor.
Supongo que todo lo que debemos hacer es estar bien atentos
y siempre dispuestos a dejar que la vida se manifieste, sintiéndolo
intensamente en nuestro interior. O quizás sólo sean sueños que desean hacerse
realidad.... y la vida nos da un apunte de cómo y de qué manera lo logramos, si
persistimos en ello y confiamos en nosotros mismos y en ella misma "la
vida", nos lo traerá, a su debido momento...
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