La Compasión, es de Inteligentes…
La comprensión y la compasión son unas fuentes muy
poderosas de energía, son lo opuesto a la estupidez y la pasividad. Si
piensas que la compasión es pasiva, débil o cobarde, no conoces lo que son la
comprensión y la compasión verdaderas. Si piensas que la gente compasiva
no se opone a la injusticia ni la desafía, estás equivocado. Hay guerreros,
héroes y heroínas que han logrado muchas victorias. Cuando actúas con compasión,
sin violencia, cuando actúas basándote en la no-dualidad, has de ser muy
fuerte. Ya no actúas arrastrado por la ira, no castigas ni culpas a nadie. La
compasión crece constantemente dentro de ti, y puedes triunfar en tu lucha
contra la injusticia. Mahatma Gandhi fue una de las personas que lo hizo. Él no
tenía ninguna bomba ni rifle, ni pertenecía a ningún partido político; actuó
sencillamente con la visión de la no-dualidad, con la fuerza de la compasión,
en vez de basarse en la ira.
Los seres humanos no son nuestros
enemigos. Nuestro enemigo no es la otra persona, sino la violencia, la
ignorancia y la injusticia que hay en nosotros. Cuando estamos armados con
la compasión y la comprensión, no luchamos contra la otra persona, sino contra
nuestra tendencia a invadir, dominar y explotar. No deseamos matar a nadie,
pero tampoco dejamos que nos dominen ni exploten a nosotros ni a los demás. Te
proteges porque no eres estúpido, sino muy inteligente, y tienes una visión
interior. Ser compasivo no significa dejar que la otra persona sea violenta
consigo misma o contigo, sino ser inteligente. La acción no violenta que surge
del amor sólo puede ser una acción inteligente.
Ser compasivo no significa sufrir innecesariamente o
perder el sentido común. Supón que diriges a un grupo de personas que medita
caminando, y os movéis lentamente, con armonía. La meditación caminando genera
mucha energía, abraza a todo el mundo con serenidad, solidez y paz. Pero de
pronto empieza a llover. ¿Seguirías caminando lentamente, dejando que tú y todo
el mundo se empapara? No, porque no sería inteligente. Si eres un buen maestro
de la meditación caminando, cambiarás el ritmo y meditarás haciendo jogging,
pero conservando al mismo tiempo la alegría que produce meditar caminando. A pesar
de la lluvia, continuarás riendo y sonriendo, lo cual te demuestra que la
práctica no es estúpida. Y mientras corres y evitas quedar empapado, sigues
siendo consciente. Hemos de practicar de una forma inteligente. La
meditación no es un acto estúpido, no consiste en seguir ciegamente lo que la
persona que tenemos al lado hace. Para meditar has de ser hábil y hacer buen
uso de tu inteligencia.
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