Pasión y vocación...
«La
jubilación es para la gente que se ha pasado toda una vida odiando lo que
hacía. Mi sueño más salvaje es tener noventa años y poder continuar así,
haciendo una película al año, durante muchos años más.»
Woody Allen
«Tu trabajo
es descubrir tu trabajo y luego entregarte a él con todo tu corazón.»
Rabindranath
Tagore
Querido amigo,
querida amiga:
Decía Sóren
Kierkegaard que «la decepción más común es no escoger o no poder ser uno mismo,
pero la forma más profunda de decepción es escoger ser otro antes que uno
mismo».
Cuando
logramos aceptarnos como somos y decidimos mostrarnos, todo empieza a
funcionar.
Y no te
quepa duda: la idea que tenemos de nosotros mismos acostumbra a ser más pobre
de lo que realmente somos.
Porque esa
parte de ti que está esperando que le des el poder de dirigir tu vida,
consciente, voluntaria y adultamente... es la suma de tu consciente e inconsciente
apuntando en una misma dirección y sentido.
Y ésa es la
energía más poderosa del mundo. Porque de ella emana la creatividad y la
capacidad de transformar la realidad...
Ésa es la
verdadera magia.
Luego...
Deja de
hacer las cosas que te alejan de tu felicidad.
Es mucho
más fácil identificar lo que no quieres que lo que quieres. Así que puedes
empezar por ahí.
Y una vez
lo hayas hecho, di sin miedos, ni tapujos que tu objetivo en la vida es vivirla
y disfrutarla de acuerdo con tu pasión. Será un acto de profunda honestidad y
valentía.
Cuando unas
esa pasión con el uso de tus talentos únicos, la prosperidad llegará y se
desplegará abundantemente. Por lo que he podido observar, las personas que
trabajan en lo que les apasiona, expresan óptimamente las capacidades que
llevan dentro, sus talentos. Para ellas, el trabajo es un medio para desarrollar
la inmensa capacidad de realización que tiene el ser humano.
Richard
Bach, el autor de Juan Salvador Gaviota, dijo en cierta ocasión: «Cuanto más
quiero hacer una cosa, menos lo llamo trabajo».
El trabajo
así vivido, desde el «quiero» y no desde el «debo», constituye, pues, un medio
extraordinario de satisfacción, de placer, como todo lo que supone satisfacer
las necesidades básicas.
Todas las
necesidades básicas del hombre van acompañadas de placer cuando son
satisfechas. Es más, el único placer que existe, real, auténtico, legítimo, es
el resultado de satisfacer las necesidades reales de la persona. Lo cual es una
forma ideal de que esta persona se desarrolle y crezca.
El trabajo
es entonces una expresión espontánea y creadora. Deja de ser un medio «para
ganarse la vida» y se convierte en el verdadero medio para expresar lo mejor de
uno, para crear.
En el otro
extremo está el trabajo como deber, que nace como consecuencia de vivir una
amenaza permanente de pérdida, que requiere un esfuerzo, una competencia
agotadora y constante. Porque muchas veces, vocación y profesión van por
caminos muy distintos y separados... Sólo tienes que recuperar mis primeros
escritos para saber lo que pienso sobre esto.
Cuando uno
no descubre su vena profunda y no halla lo mejor de sí, es muy difícil que se
manifieste la prosperidad.
Cuando no
sintonizas con la frecuencia de tu pasión, las oportunidades pueden pasar ante
ti sin que las veas, o las ves, pero no puedes sacarles todo el partido, porque
sigues siendo esclavo del miedo, del «salario del miedo» y pierdes la
posibilidad de vivir un día a día apasionante.
Cada cual
tiene una nota única en la sinfonía de la vida... y esa nota sólo la puede
tocar, cada uno cuando vive la vida con pasión por lo que hace. Es en ese
momento cuando te conviertes en causa y dejas de ser efecto.
Luego en un
sentido profundo, el trabajo debería ser la expresión de la vocación genuina de
la persona, de su pasión... la expresión de ese o esos talentos, aptitudes y
habilidades singulares y naturales... Y todo ello dentro de un guion de vida,
escrito por uno mismo.
Tú vales,
toda la dedicación necesaria para descubrir tu propósito y planificar una
estrategia que te conduzca hasta él.
La vida
tiene mucho que darte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario