La Felicidad, ¿mito o realidad?...
“Conviértete en actor, director y productor de tu vida y con ello
estarás más cerca de encontrar la felicidad”.
Quería hablarles de la felicidad, pero en realidad sólo puedo decir que
la encuentra quien busca en su interior porque la vida demasiadas veces se presenta
ingrata ante nosotros. El entorno se torna hostil y esa hostilidad daña nuestra
capacidad de razonamiento.
Nos dejamos llevar por las emociones, no siempre buenas amigas, que
tiñen de odio nuestras relaciones. ¿Por qué el ser humano es tan adicto a la
infelicidad con lo fácil que sería jugar a ser feliz? Continuamente intentamos
pensar en positivo, gozar de nuestra existencia, pero algún pequeño imprevisto
nos entorpece el entendimiento.
La vida, sin las relaciones no tendría demasiado sentido; nos necesitamos
los unos a los otros, pero a la vez parece que queremos hacernos daño. Nuestra
negatividad traspasa cualquier señal de esperanza y para cuando nos damos
cuenta, ya es demasiado tarde para volver atrás y enmendar lo acontecido. Vivir
ya es difícil de por sí, pero nosotros con nuestras limitaciones mentales la
llenamos de dificultad. Y repito, ¿tan difícil es ser feliz?
Soñamos con imposibles que jamás llegan a hacerse realidad porque
siempre esperamos demasiado de la vida. Vivimos en un mundo de continua
necesidad, dependiendo por completo del entorno para conseguir la tan anhelada
felicidad, cuando si nos paráramos a pensar descubriríamos que no necesitamos
nada más que nuestro propio equilibrio, con nosotros mismos para ser felices.
Nadie
puede dañarnos si nosotros no se lo permitimos, ninguna situación por difícil
que sea tendría que enturbiar nuestro juicio positivo, porque cada uno de
nosotros posee la capacidad de elección y el ser humano inteligente elige vivir
felizmente. Incluso el pobre, viviendo en la misma miseria puede creerse el rey,
porque ha escogido la felicidad como manera de vivir. Todo depende de la forma
en que vivas en tu interior tu propia existencia.
Recuerda que son tus pensamientos los que dirigen tus emociones y unos
pensamientos positivos conducirán siempre a emociones gentiles.
Muchos dirán que esta canción ya la conocen, pero es que es la única
que conduce de veras a la felicidad, el resto solo es una simple ensoñación. El
problema del ser humano es que padece de insatisfacción desde que nace y
pretende compensar ese déficit con las relaciones que establece con su entorno
y he ahí donde se equivoca.
Las relaciones nos proporcionan estabilidad, al tiempo que
conocimiento, autoestima al tiempo, que convivencia, pero nuestro propio
equilibrio, tiene su base en nuestro interior, en nuestro propio yo.
La felicidad existe en cada uno de nosotros,
en cada parte de nuestro ser, pero hay que atreverse a saborearla, a sentirla,
sin miedo a ser tachados de egoístas.
La felicidad
está en cada pensamiento, en cada palabra expresada, en cada átomo de nuestra existencia,
sólo tenemos que abrir nuestro corazón para poder encontrarla.
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