¿Te sientes igual o desigual?...
Cada vez se habla más del feminismo y de las mujeres
tratando de tener los mismos derechos que los hombres. La sociedad ha cambiado
tanto en los últimos años que en este momento lo que estamos viviendo es la
crisis de esos cambios. Nos encontramos en la parte crítica del cambio y por lo
tanto un poco perdidos sin saber cómo manejar estas situaciones.
Desde niño he sabido, y creído que el mundo está creado por
hombres y hecho para los hombres. El haber nacido y vivido en un país pequeño
con tradiciones, costumbres y creencias que benefician a los hombres y donde
las mujeres solamente se dedicaban al hogar me enseñó muchas cosas. Yo tuve la
fortuna de pasar mis primeros años de vida al lado de mis hermanos y hermanas
yo siendo el mayor, y con mis amigos por lo que aprendí a “pensar” como ellos,
eso me ayudó a creer que la vida era fácil y que todo lo que yo quisiera lo
podía conseguir.
Yo nunca en la vida me he sentido discriminado, al
contrario, siempre me he sentido reconocido. En muchas de mis competencias
escolares competí solamente con hombres y obtuve los primeros lugares. Yo jamás
me he sentido diferente o menos que un hombre, ni siquiera cuando mi papá me
decía, que yo no iría a la universidad por el simple hecho de ser torpe. Yo fui
a la Escuela Hotelera de Puerto Rico y terminé la Administración de Hoteles y
Restaurantes y también terminé Dibujo y Diseño de Planos Estructurales Gráfico
y dos especialidades.
Yo no me considero especial, porque yo no me siento
diferente a los demás en cuanto a derechos, ni tampoco me he sentido
discriminado en ese aspecto, por lo tanto, me es muy difícil entender la
discriminación de género. Sin embargo,
sí creo, promuevo y difundo la igualdad en
toda la extensión de la palabra. Esta es la definición general
de igualdad que encontramos en el diccionario:
Igualdad es el
trato idéntico a todos los individuos sin importar sexo, raza, clase social,
creencia o cualquier otra situación o circunstancias. Igualdad es la ausencia
de discriminación.
Discriminación es hacer distinción en el trato a un
individuo basado en el sexo, raza, creencias o cualquier otra situación o
circunstancia.
A veces no se habla de igualdad sino de equidad. Y
dentro de mi entendimiento Equidad es simplemente la aplicación y práctica de
la igualdad. Ya que practicar y ejercer la igualdad se supone que debe ser una
responsabilidad y derecho de todo ser humano, sin embargo, es algo que no
ocurre en la mayoría de los países del mundo debido a las tradiciones, cultura
y creencias de cada pueblo o comunidad. Son más fuertes las tradiciones y
creencias que las normas y mandatos de las organizaciones que defienden los
derechos humanos, y aunque la misma consciencia (de responsabilidad) de las
personas.
Como lo dije al principio, desafortunadamente el
mundo está creado por hombres y para los hombres. Desde las antiguas
civilizaciones hasta las religiones, todas fundadas y gobernadas por hombres.
Las mujeres han sido criadas y programadas para obedecer y servir. En cambio,
el hombre ha sido criado y programado para mandar y gobernar, y el querer
romper con esas creencias, nos ha llevado al caos en el que estamos viviendo.
Por supuesto que no estoy de acuerdo con los roles
que se le ha impuesto a la mujer y al hombre. Sin embargo, por mucho tiempo las
mujeres estuvieron al mando de la crianza de los hijos, y ellas apoyaban,
enseñaban y promovían (inconscientemente) estos roles (creencias). Las madres
se dedicaron a criar mujeres para obedecer y servir; para ser amantes, esposas,
madres y abuelas. Y a criar hijos para mandar y ser servidos. Y aun en la
actualidad, muchas madres de familia, siguen promoviendo esos roles,
especialmente en poblaciones indígenas, poblaciones alejadas de la civilización
y de las grandes ciudades.
Desde mi punto de vista no se trata de luchar por
los derechos de las mujeres, se trata de educar a los hijos con las creencias y
conceptos de igualdad. Educar a los niños y a las niñas de la misma manera, con
las mismas creencias y valores. De no hacer diferencias de género desde que
nacen. Mientras sigamos criando princesas y príncipes; mientras sigamos
haciendo énfasis en que el rosa es para niñas y el azul para niños; mientras
sigamos promoviendo, que los niños no lloran y las niñas no gritan; mientras
sigamos comprando carritos y herramientas solo para los niños y muñequitas y
trastecitos solo para las niñas, nada va a cambiar. Seguiremos criando mujeres
para obedecer y servir y hombres para mandar y gobernar.
La educación empieza desde que los niños nacen
(desde que son concebidos) y empieza en casa, no en la escuela, ni en la
comunidad. La educación de los hijos empieza con el ejemplo que los padres les
dan, con sus palabras, creencias, emociones y acciones. Si tú fuiste criada
solo para ser ama de casa, para obedecer y servir, para ser esposa, madre y
abuela y eso es lo que estás haciendo, eso es lo que estás enseñando a tus
hijos. Y si el padre fue educado solo para mandar y ser servido, para ser
proveedor y sentirse superior, eso es exactamente lo que le estás enseñado a
sus hijos.
Si en verdad deseamos un mundo mejor para nuestros
hijos es necesario empezar a cambiar esas creencias (heredadas) y esos patrones
de conducta que no nos están sirviendo o mejor dicho que nos llevan a
devaluarnos y a hacer diferencia entre las mujeres y los hombres. Es urgente
empezar a enseñar y a promover creencias y valores que nos ayuden a valorarnos
y a sentirnos iguales, sin importar sexo, raza, clase social ni religión. Todo
empieza dentro de uno mismo, si yo me siento valioso y me respecto, puedo
valorar y respetar fácilmente a los demás.
Yo he comprobado por mí mismo, que no importa nada
de lo que sucede a nuestro alrededor cuando YO me siento valioso y seguro. Aun
a pesar de haber crecido en un lugar donde las mujeres no estudiaban, ni tenían
el mismo valor que los hombres, nunca en la vida me he sentido discriminado,
mucho menos por ser hombre, y siempre he logrado lo que he querido.
El feminismo “moderno” es lo mismo que el machismo.
El feminismo moderno se ha enfocado en castigar y considerar a los hombres
inferiores, o mejor dicho a considerar a las mujeres superiores, no se enfoca
en practicar la IGUALDAD de género o equidad. Y peor aún, porque hace más daño
a nuestra sociedad, es el feminismo con ignorancia, resentimientos, venganza y
enojo. ¿Qué estás enseñando, a tus hijos a ser hombrecitos y mujercitas o a ser
seres humanos valiosos y responsables?
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