miércoles, 6 de julio de 2016

¿Conoces a tu "diablillo"? El Auto Saboteador...

¿Conoces a tu "diablillo"? El Auto Saboteador...



"No tengo tiempo". "No lo vas a lograr". "Dejarlo para otro día". "Eres un desastre". "No puedo ahora"...
Detrás de las cosas que nos importan suelen esconderse otras que nos sabotean.
¿Recuerdas aquellas criaturas diminutas y malévolas que sembraron el terror en la ficticia comunidad de Kingston Falls? Allá por los 1984 la película de Gremlin nos mostró sus terribles pericias.
En el Coaching la palabra Gremlin se utiliza para designar al Auto Saboteador que todos llevamos dentro. (También los podemos nombrar como "diablillos").
El auto sabotaje nos impide lograr aquello que aparentemente deseamos. Como indica la escritora americana Alyce P. Cornyn-Selby se manifiesta cuando "decimos que queremos algo y nos aseguramos de que no suceda".
Tus "diablillos" suelen susurrarte, que no mereces el éxito, te invita a dejar la dieta, a sentirte culpable, a fallar, a no cumplir con los compromisos, a seguir como estás, no aprovechar la oportunidad o a dejar lo que debes hacer hoy para otro día. Es un saboteador nato.
Aunque este "diablillo" interior tiene una intención francamente positiva contigo. Puede que te cueste creerlo, pero el "diablillo" busca tu beneficio.
A menudo fumamos para sentirnos relajados, comemos copiosamente por el placer que nos produce o para calmar nuestra ansiedad, rehuimos las horas de estudio para evitarnos esfuerzos y tensiones, evitamos las relaciones para ahorrarnos el rechazo, el fracaso, la presión que nos causa cumplir, ser responsables o cambiar nuestra maravillosa rutina.
La misión de tus "diablillos" es preservar el "status quo", procurar que nada cambie, mantenerte en tu zona de confort y protegerte del ridículo, del fracaso, del rechazo o del sufrimiento.
Los "diablillos" son seductores natos. Tienen la capacidad de coger una parte de la verdad y convertirla en una razón de peso para abandonar o para renunciar a empezar. Son maestros de las excusas razonadas, suelen estar presente en momentos de incertidumbre y de cambio. Se disfrazan de muchas formas diferentes; como consejeros, como sabios, como expertos, como prudentes. Te habla de forma coherente, dulce y tentadora y nos mueve a destruir los grandes proyectos de nuestras vidas.
Piensa en aquellas ocasiones en que te disponías a hablar en público y tu auto saboteador te susurra, "te vas a bloquear". Es muy posible que esté protegiéndote de hacer el ridículo, de exponerte a las críticas de los demás o de un éxito que tú, en alguna parte oscura de ti mismo guardas, tú has decidido que no te lo mereces.
Piensa en esas ocasiones en que aparentemente deseas el éxito y trabajas para lograrlo. Cuando te llega la oportunidad, cuando estás a punto de alcanzarlo, te sabotean con una excusa bien construida o una acción inadecuada. Tu asociación con el fracaso prevalece.
Lo cierto es que tu "diablillo" sabe bien cómo esconderse en esa parte oscura que se llama subconsciente, y así es fácil que pase inadvertido y que ignores todas las asociaciones negativas que te están desmotivando y apartando de tus objetivos. Por eso, el primer paso para lograr que tus "diablillos" no te saboteen es ser consciente de su presencia y de lo que te dicen. Escuchar activamente a tu "diablillo", te ayuda a conocerlo y a entenderlo para dialogar con él.
Existen varias técnicas en el coaching y en la PNL (Pensamientos-Negativos-Limitantes) para tratar con todos tus "diablillos" y la mayoría de ellas pasan por llegar a acuerdos, asociarte con situaciones y emociones positivas y reforzar tu autoestima, tu confianza y tu motivación.
Sea como fuere tu "diablillo" vive en ti, y, por tanto, sólo tú eliges lo que haces con él. Trata de no ser tu peor enemigo.
"Tenemos emociones que hieren".
"Lo importante no es lo que nos dicen los demás, si no lo que nos decimos a nosotros mismos".

"Aún que este "diablillo" interior tiene una intención francamente positiva contigo. Puede que te cueste creerlo, pero el "diablillo" busca su beneficio"....



No hay comentarios:

Publicar un comentario