viernes, 29 de julio de 2016

¿Superiores?...

¿Superiores?...



Existen muchas personas que creen o intentan convencernos de que ellos son superiores a nosotros, desarrollan comportamientos altaneros y orgullosos, se muestran como personas perfeccionistas, seguras de sí mismas, habilidosas, aunque en la mayoría de las ocasiones ésta apariencia sólo es una máscara que oculta una enorme vulnerabilidad, el miedo a ser criticados o rechazados y ese miedo es el que les impulsa a mirar a los demás por encima del hombro, creen que actuando, de ésta forma lograrán ser realmente superiores.
Se han realizado estudios por expertos y descubierto que en realidad debajo de esa fingida superioridad por regla general se esconde un gran complejo de inferioridad, quiénes lo desarrollan son incapaces de relacionarse bien con el resto de personas, porque no los tratan de igual a igual, ponen barreras para mostrase como son realmente, no son sinceros, dicen una cosa cuando realmente piensan otra, simplemente para impresionar y así demostrar que efectivamente son superiores.
Todas éstas personas que van por la vida con aires de superioridad, que parecen indiferentes a las actitudes y opiniones ajenas, en realidad son muy susceptibles a ellas, hieren fácilmente su sensibilidad e influyen sobre su exagerada necesidad de autoestima, por ello se ocultan tras esa máscara, las opiniones que los demás puedan tener sobre ellos sí no les gusta, no les adulan o de alguna manera se dan cuenta de que no les creen, suelen provocarles un gran estado de inseguridad, angustia…, que se manifiesta en todas las facetas de su vida, e intentarán por todos los medios herir o lastimar para ¿defenderse?, no, únicamente porque lo que los demás puedan pensar en realidad les duele incluso les hace más daño a ellos.
Por el contrario, las personas que modifican su visión o percepción del mundo, son capaces de ver otras realidades que no están sujetas al mundo por todos conocido, no se trata de ser los mejores o el número uno, sino de ser cada uno, con sus virtudes y sus defectos, esa si es o debería serlo la realidad del ser humano, La vida no es una carrera, son realidades espirituales, energéticas y dimensionales que están en nuestro mundo, el amor es uno solo, pero las formas de amar son muchas, y no debemos negarnos la posibilidad de conocerlas todas, porque todas son importantes, familia, amigos, ellos también pueden y podemos darles amor y felicidad pero nunca así, intentando demostrar que somos superiores.
La vida pasa tan rápido, que no nos percatamos de los pequeños destellos de luz que iluminan nuestro camino, gocemos cada minuto intentando ser felices, pero también intentando hacer felices a los demás, respetando siempre nuestros valores y nuestra integridad, entonces entenderemos que, realmente se puede vivir y ser feliz sin ser los mejores o los numero uno.
Ser fuertes, sonreír siempre que podamos, no dejemos que las manchas oscuras nos priven de ver nuestra luz y tratemos siempre de encontrar en lo pequeño, la magnífica posibilidad de ampliar nuestra visión de la vida.

Y jamás te dejes vencer, hay mil motivos muy hermosos para ser feliz, ¡Vívelos!, no los dejes escapar…



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