Consejos, para quererte más, a ti mismo/a...
“Quererse a uno
mismo”, la gran asignatura pendiente.
El problema va a más, cuando además de no valorarnos lo suficiente, dejamos
que otras personas vayan pisoteando pedacitos de nosotros,
llegando incluso a disculpar ese comportamiento de cara a nosotros mismos y de
cara a los demás observadores. Y entonces llega la gran pregunta:
¿Qué hago mal para que me
traten así?
Podríamos responder una parte de esta pregunta diciendo
justamente esto: lo que haces mal es no quererte a ti mismo/a…
Aprender a quererse a uno mismo, supone ser conscientes de nuestras fortalezas
y debilidades. Supone que tú mismo seas tú referente, tus
criterios y valores, son los que guían y marcan tú camino. Aprender a quererse
a uno mismo es
establecer prioridades en base a lo que tú consideras importante.
Supone marcar límites entre
los demás y tú.
Con todo ello no me refiero a que debamos eliminar la auto crítica
de nuestras vidas, pues tanto
la auto crítica como la auto evaluación son conductas necesarias que conllevan
también a nuestra adaptación, el problema está en cómo se utilizan,
estos procesos, pues utilizados agresiva y destructivamente afectan a nuestro
auto concepto, pero usados adecuadamente, sirven como guía motivadora.
Acércate más a ti mismo con los siguientes pasos:
Sé realista: Evalúa
las expectativas que tienes de ti mismo y cuál es tú realidad. Realiza una
comparación entre ambos aspectos, estudia qué es posible y qué no.
Respeta tus deseos:
Tus pensamientos y emociones no son más o menos válidos que los pensamientos y
emociones de otras personas, simplemente son y, por tanto, debes prestarles
atención y atender lo que te están indicando, sin tacharlas de inválidas o
incoherentes. No ocultes aquello que necesitas, no te niegues la posibilidad de
decidir sobre ti mismo/a.
Pregúntate: Para
conocer a los demás, realizamos preguntas, ¿por qué no, entonces, haces el
mismo proceso contigo mismo? Hazte preguntas en distintas situaciones y observa
cómo respondes. No importa si la respuesta ante una pregunta es “no lo sé”,
pues es ya una respuesta, que te está dando una información sobre ti. Hazte más
preguntas sobre lo que sientes, cuando estés inmerso en una situación, párate y
pregúntate ¿qué quiero yo realmente?
Permítete estar triste,
enfadado, sentir miedo…: Las emociones negativas son un
aspecto inherente al ser humano, son emociones igual de válidas como la alegría
o la sorpresa y como tal, dan también información sobre cómo vivencias en tu
entorno. Negar estas emociones supone negar una parte de ti, y supone plantarte
una “coraza emocional” de la que después te costará deshacerte, una coraza que
además te aleja más del camino, de quererte a ti mismo. Empieza por permitirte
experimentarlas.
Trata de ser más flexible: El
mundo no es todo o nada, bueno o malo. Existen términos medios que normalmente,
no aplicamos a nuestra propia vida. Intenta no utilizar el criterio dicotómico
extremista para evaluar la realidad, no pienses en términos absolutistas: no
hay nada totalmente bueno o malo. Recuerda que debes tener tolerancia, a que
las cosas se desvíen a veces de su camino.
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