viernes, 5 de junio de 2015

El candil de los pensamientos...

    La vida, en sí, es caminar hacia una meta. Esa meta es el vivir, el día a día.

    Ahí se trazan la trayectoria, la definición y la victoria, porque siempre habrá problemas y conflictos...

    Siempre un destino inevitable y una parte que el hombre o la mujer deben ser conscientes de manejar.

    Siempre un acierto que nos realice y un error que nos haga fracasar. Lo pueden conjugar todo en que eso no es tan fácil...

    Vivir es no rendirse, es el camino de tu propia victoria.

    Sólo con tus propios recursos, morales, espirituales,etc., unidos al manejo de voluntad y esfuerzo, hacen que la raíz no se ablande y la cosecha no se seque. Lo que importa es la actitud mental junto a la vida. Hay vidas llenas de dolor que no lucen amargas, y vidas llenas de ventaja que lucen desapacibles.

    Aunque muchos duden, confiar en ti mismo. Ponerle paciencia a tus logros. Ponerle calma a tus reflexiones y fuerza a tus acciones. Ponerle peso a tu balanza y poder nivelar sus agujas. Tener alerta el pensamiento y en guardia la voluntad. No hagas dominadora tus fantasías, ni inconsciente tu realidad.

    No te sientas vencido, y nunca triunfador del todo. No ataques las corrientes que nazcan en tu corazón. Por pequeñas que parezcan, si les vas abandonando en el cauce, puede llegar el día en que se conviertan en potentes manantiales.

    Mejora a los que te rodean y no margines a nadie. No lleves la vida como un libro de entretenimiento y frivolidades, sino como un libro para aprender y para reflexionar.

    No vivas evadiendo tu cuota de servicio y de responsabilidades. No des tanto tiempo a las disculpas. Mejor busca las causas, elabora una rectificación y toma nuevas decisiones.

    No sientas la vida como el palpitar de un dolor, sino como el renacer diario de tu corazón.

    Lo que no puede faltar en ninguna vida es el amor, porque es lo único que la hace visible, es lo único que fija una postura, define posiciones, achica el sacrificio y deja un sedimento que suavice, afianza, perfuma y sostiene nuestras vidas.

    No te pases por el mundo:. Entra a la vida; pero no rondes por su perfidia... Métete en su corazón...

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