jueves, 4 de junio de 2015

La importancia de cultivar las tradiciones de familia...

    Cada vez y con mayor frecuencia olvidamos las cosas sencillas, se olvidan y quedan relegadas a la espera de "tener tiempo" para ellas. La vida se convierte en ese momento en una vorágine de trabajo y circunstancias.

    Les propongo, y me propongo, cultivar las tradiciones que nuestros abuelos y padres disfrutaban. Cocinar la gran cena de Navidad (con tiempo y cariño), preparar la merienda de nuestros hijos, preparar el cumpleaños de uno de nuestros hijos, limpiar el patio en familia, cultivar unas plantas y flores en el balcón o el jardín todo en familia. Así como instaurar tradiciones propias de la familia, sentarse a leer un libro acurrucado en nuestro sillón favorito, ver televisión o alquilar una película y disfrutar de la... en familia con una gran cantidad de palomitas de maíz. Poder reírnos todos de cada momento que disfrutamos.

    Me he propuesto, y les propongo a todos, que cada día tengamos una propuesta para convertir la vida en un encanto, con una dirección a seguir, y al final de cada mes contar los objetivos cumplidos que nos demuestran, que vivir y disfrutar es un arte y un don al alcance de cualquiera de nosotros.

    Tan simple como disfrutar de una caricia y una sonrisa de nuestros hijos, de ir a trabajar a gusto, con una sonrisa en nuestra cara por todo lo que nos ocurre durante el día en familia, al limpiar la cocina, al montar la mesa, y de observar la mirada enamorada de nuestra pareja... tan simple y tan sencillo.

    Les voy a mostrar dos citas muy significativa:.

    > "No hay ningún deber que más infravaloremos como el deber de ser felices. Al ser felices sembraremos el mundo de frutos de amor"...

    > "Si apartas de tu vida los deseos competitivos y vives, simplemente, en tu propia paz y perfección, serás dueño de tu propio tiempo, y las cosas sencillas te llenarán de felicidad"...

    En este mismo instante me he recordado lo que puedo hacer con un rico pan caliente y mucha mantequilla, una taza de chocolate caliente y por supuesto con unas lonjas de queso de bola holandés, y sin dudas dentro del núcleo de la familia. Les he mostrado el cómo encontrar el mayor tesoro y más oculto. Con las cosas sencillas de la vida se puede descubrir con certeza el interior de una vida plena y dichosa.

    Ahora se porque me frustraba, resentía y me indignaba... era porque no experimentaba este dulce encanto de vivir sin más, que unión de familia.

    En este instante he experimentado el deseo y el gozo de escribir este pensamiento, así de simple... El encanto de la vida es simple...

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