jueves, 4 de febrero de 2016

Creo que mi pareja me engaña...

Creo que mi pareja me engaña


Después de quince años con mi pareja me asaltan las dudas, creo que me engaña. No tengo pruebas, pero algunos de sus comentarios, su actitud o y tal vez mi pánico a que suceda están haciéndome pasar muy malos ratos.
¿Cómo salgo de esto? Lorena (Sevilla)
Salvo la evidencia, atar cabos sueltos que te lleven a probar una infidelidad puede ser muy aventurado: sospechas, suposiciones, fantasías, celos…
¿Qué certeza se puede esconder tras ello?
Si quieres ser práctica/o, en lugar de buscar pruebas de su infidelidad, busca indicios de si vuestra relación se está debilitando; quizá en vez de engaños lo que hay es cansancio y alguna advertencia de que tu pareja pueda tropezarse con la oportunidad y aprovecharla.
No hay reglas infalibles para descubrir una infidelidad, pero cuando uno de los dos observa cambios de comportamiento o de actitud en el otro, hay que tratar de descifrar el mensaje. Con demasiada frecuencia, esas señales son avisos desesperados para llamar la atención del otro o tratar de evitar el desastre.
Procura estar atenta/o y sobre todo reaccionar a tiempo y con astucia si ves a tu pareja actuar o pronunciar estas frases:
¡Esto no funciona!
Quejas e insatisfacción son el primer aviso. Tu pareja puede expresarlo así o de otro modo, incluso puede pedirte ayuda para superar un bache del que él mismo se culpa o se hace responsable, pero si le das la espalda al problema, lo de menos serán las sospechas, tienes que hacer algo para dar un vuelco a la relación.
¡Voy a ponerme en forma!
No siempre tiene que significar algo negativo, pero la monotonía puede hacer que cualquiera vuelva la vista atrás y sienta la nostalgia de verse joven. Llegado el caso es hora de tratar de revivir juntos esta nueva etapa y no poner freno a la fantasía, tú también puedes ponerte al día.
¡Necesito libertad!
La libertad no es mala, siempre y cuando se pacten los límites. Pueden necesitar un respiro para atender algunas necesidades, aficiones o amistades. De ambos, dependen los límites, no pueden sobrevivir, en un clima asfixiante.
¡Tienes que cambiar!

Es una situación muy poco constructiva. Si tu pareja se muestra crítica y desconsiderada contigo, no cedas terreno ante los ataques. En estos casos, si la relación es buena, deberías estar dispuesta/o al diálogo, pero no a mucho más.


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