¿Hieres a tu gente sin querer? ¿Te sientes herido por todos?
“Sé tú mismo, ¡es el peor consejo
que se le pueda dar a algunas personas!”.
Es una frase que oí hace unos días y que verdad tan grande,
englobaba.
Durante nuestra vida, y todo lo que nos quedara, nos hemos
encontrado con personas, que, al conocerla, ya teníamos la sensación que de que
estaban como “enfadadas” todo el
día, hacíamos algo por ella o para ella, y nos respondía con un “gruñido”,
decíamos algo y nos lo rebatía, no solo contigo, sino lo hace con todo el
mundo. Están todo el día con el ceño fruncido. Y para colmo, la mayoría de las
veces, sueles pasar la gran parte del día junto a ellas, tienes que trabajar
con ellas, son conocidos o son familiares tuyos.
En muchas ocasiones, si se da la ocasión, “pasamos
olímpicamente” de
esa persona, pero en muchas otras, no nos es posible, ya que tenemos que tener
un contacto continuo con ella. Y cuando te encuentres con ese tipo de personas,
siempre ten en cuenta esta frase:
“La gente
herida, hiere a los demás” y la solución es intentar ir más adentro de
esa persona.
Y ahora, que tire la piedra cuando uno después de un fracaso
sentimental, laboral o de cualquier tipo, se ha dicho a sí mismo, “ahora no me harán lo que me han hecho, lo haré yo,
que se prepare la próxima pareja que tenga que se prepare, como el próximo jefe
que tenga sea como este, que se prepare, se la pienso montar. En otra no me
pillan igual, ahora lo haré yo”.
¿Quién tira la
primera piedra?, pero en esos momentos sinos preguntarán
porque actuamos de esa manera, diríamos que el resultado es por tal o cual
fracaso o desengaño sentimental, habrían escarbado en nosotros y sabrían que
nos pasaba.
Estas personas tienen
unas características:
1.- Cada vez hay
más personas heridas. Leí hace poco en una encuesta, que 1 de cada
4, sufrimos algún tipo de desequilibrio emocional. Y a mí me parece un
porcentaje bajo, la verdad. Cada día hay más gente resentida por tal o cual
motivo, por tal cual situación que ha vivido con sus parejas o resentida con la
vida en general.
2.- Esas personas
intentan herir a los demás. Cuando “explotamos”
no lo hacemos debido a la situación exterior que tenemos, sino al dolor que nos
está provocando nuestra “herida” ¿Cuántas discusiones nos habríamos ahorrado con nuestra
gente, si en el momento que nos hemos sentido heridos, lo hubiéramos dicho? Yo creo que millones.
3.- Estas personas
son heridas fácilmente por lo demás. Imagínate que acabas de caerte y tienes
una herida en la rodilla, una herida muy fea, que te duele mucho. La herida no
la curas, no pones una tirita y cuando pasa alguien a tu lado, y sin querer,
roza tu herida, me juego que al instante le dirás algo como: “Hay, cuanto mal me has hecho” (o cualquier
improperio que te salga). El problema no es la persona que ha pasado a tu lado,
sino que no te has dedicado a curar tu herida.
4.- Son personas
que se hieren a sí mismas. El
perdón es el agua que extermina los incendios del alma.
¿Y qué hacer
cuando te encuentras a una persona así?
Una de las claves que creo que es inmejorable, es no tomar los temas como algo personal. ¿Por qué? Si sabes que no has hecho nada malo,
que tienes la conciencia tranquila, es lo esencial, Este tipo de personas,
verán algo malo de cualquier cosa, así que más bien compadecerte de su dolor.
Otra clave es
intentar “averiguar” el porqué de
su actuación. Puede ser
problemas familiares, de distinta índole. ¿A que algún amigo tuyo has visto que
ha actuado de forma “rara” una temporada y al cabo del tiempo has sabido por
qué? Pues aquí lo mismo.
Y sobre todo
no urges en la herida. Es como avivar un fuego en un monte, con
el viento lo avivas, ¿no? pues aquí igual, si combates la ira con ira, la ira
aumentara, intenta pasar de la situación como te he dicho anteriormente
Pero muchas veces, hemos sido nosotros mismos, ese tipo de
personas. Hemos intentado “tapar” esa herida, con comida, alcohol, sexo sin
compromiso, todos remedios “instantáneos”. Pero si te has roto la muñeca, con
una tirita no hace falta, hará falta algo mejor, ¿no?
En estos casos, tendremos que “rebuscar” interiormente y
seguramente no nos guste lo que encontremos, pero al final del camino, seguro
que encontraras “tesoros” que no sabía que tenías y tu relación con los demás
acabe mejorando como nunca te lo imaginaste.
¿TE INCLINAS MÁS A
SER UNA PERSONA QUE LASTIMA A LOS OTROS DE FORMA NO INTENCIONAL O A SER ALGUIEN
QUE ES LASTIMADO POR LOS OTROS QUE TIENEN HERIDAS MÁS PROFUNDAS QUE LAS TUYAS?
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