sábado, 15 de agosto de 2015

Las cualidades de la vida... (Primera parte).

    Cada minuto, cada segundo, cada fragmento de la vida está tocado por la luz del amor.

    Como si fuera un acto de magia, el rostro se ilumina, las ideas fluyen, la energía invade nuestro organismo, el amor brota por los poros y abre la puerta hacia la felicidad que todos anhelamos y merecemos...

    Sin embargo, para que exista el amor, para recibirlo, hay que saber darlo, re partirlo, compartirlo con generosidad y alegría, en la convicción de que todo aquello que entregues, te será devuelto igual, de la misma forma, como un regalo que tu apreciarás infinitamente...

    Ese es mi pensamiento. Si usted tiene amor para dar, se puede considerar una persona realizada, dueña de una riqueza incalculable. El que hacer cotidiano lo pone a prueba cada día, nuestra capacidad para renovar los más nobles sentimientos que hacen posible que tengamos amor para repartir.

    No hay lugar para el egoísmo, solo basta que ames a tus semejantes y prevalecerá ese hermoso sentimiento de entrega desinteresada. Es cierto, el amor lo puede todo.

    La tristeza, por el fin de una relación, la desilusión, el abandono, la soledad interminable, la compasión, el sufrimiento por la pérdida de un ser querido, en fin, todo lo que experimentamos, alguna vez  nos marca para siempre, sólo puede aliviarlo el amor...

    Expresando en gestos, acercamientos, abrazos afectuosos, palabras que digan que la vida es mucho más que todas las dificultades que nos puedan abatir, el amor emerge como salvador, compañero, eternamente amigo.

    Cuando dos personas se atraen es porque fueron tocadas por esa mano invisible que guía al amor. Por esa razón, una relación amorosa es como un tesoro que no solamente se debe de cuidar, si no incrementar para que mañana florezca con más fuerza.

    Pero muchas parejas no saben cómo manejar esta situación tan especial y a la vez tan importante en sus vidas. Se les escapa entre las manos la felicidad por falta de provisión, por ignorancia o simplemente por estar virtualmente "poseídas" por una gran pasión. No hay recetas milagrosas para mantener la felicidad o encontrar el amor que buscamos, hay experiencias, hay trabajo, mucho trabajo de parte y parte, deseos de vivir una sana alegría...

    Afirmar que en la realidad existe un orden único que tiende al progreso indefinido de la sociedad. Todo lo que ocurre, responde a ese orden natural que y que descubrir, conocer y aceptar. Así, el ser humano no es el constructor de la realidad social, propone una suerte de inmovilismo social, de orden social descartando la informatización.

    En la teoría del conocimiento positivista, el conocimiento ya está dado, elaborado y terminado no permitiéndose la informatización; por ello niega la intervención del sujeto en su construcción. Va de lo simple a lo complejo y así se desaprovechan métodos de estudio como la dialéctica, la deducción, la informatización, etc...

    El sujeto que aprende se mantiene pasivo y se aprende acumulando de memoria los hechos ya ocurridos. Así, el método basado en la memorización fue (y sigue siendo) el más utilizado. La educación con base positiva persigue conseguir un individuo inflexible, de mentalidad cerrada, individualista y a "crítico". No permite la formulación de explicaciones que requieran un examen crítico y generalizado fundamentalmente en el juicio crítico....

    Continúa....

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