sábado, 1 de agosto de 2015

Un año más... o un año menos, según se mire... (Segunda parte).

    Un año más... o un año menos, según se mire. Estoy por por cumplir mi 68 cumpleaños... Des afortunadamente para mis hijas estoy en una buena edad. Para mi esta bien, es una edad en que las cosas ya están claras, eres consciente de todo y has recuperado tu ilusión de juventud, a pesar de la confusión que hay alrededor...y aunque al día de hoy aún no sepa que haré en mi vida, plena como la luna de hoy. Seguramente ese es el único logro cierto importante, a mi edad; confiar en mí mismo, en la vida y en su magia siempre sorprendente...

    Si además eres como yo, esta edad te permite, casi siempre, decir las cosas como las sientes y, lo que es mejor, en el momento oportuno... pues eso es algo que se aprende con la edad. Antes yo callaba o bien decía todo fuera de tiempo. Lo primero problemas de salud y lo segundo, conflictos. Aunque también hay que aprender a sobrevivir a ambos y coexistir con ellos toda la vida.

    Y si tu viera que definir mi edad hoy, diría que se caracteriza por serenidad interior y una cierta clarividencia. Como alguien me dijo, llego antes al alma de las personas que ellas mismas. Eso te confiere una firmeza que, hasta entonces, nunca había sentido. Con mi edad, desgranar el grano de la paja, acepto tanto la luz como la sombra en nuestra vida y sabes que soñar no es suficiente, si no que esta vida no vale nada si no tienes el valor de hacer realidad sus sueños...

    Pero, pensándolo bien, esos logros no son fruto de la edad. Hay quien, a pesar de los años, sigue confundido ante sí mismo y ante su propia vida y, lo que es peor, no confía en ninguno de ambos. Quizás ha dedicado toda su energía en aprender a adaptarse a un mundo loco como el nuestro... en vez de aprender a buscar el propio sentido de su vida. Tal vez viva cómodo y confortable, pero sigue haciéndolo en un mundo de fantasía... en el que basta una suave brisa o una pequeña complicación para que se venga abajo. Es una vida aún poblada de demasiado ego, como la de un perpetuo adolescente.

    Y, a mi edad, ¿Por qué no disfrutar del privilegio de la madurez?. La verdad es que siempre he sido demasiado maduro, desde muy joven... lo que no siempre es cómodo en este mundo loco y lleno de personas que dormitan su vida, aletargadas. Ser consciente es un don valorado por pocos, en este mundo en que la ingenuidad y la ignorancia se premian. Pero esta ingenuidad no es la de un niño, por puro desconocimiento... sino porque para muchos más vale no saber. Ni que decir, y tiene que tampoco es inocente como un niño. Como decía, esa madurez que hoy tengo es el privilegio de vivir y de compartir y, te permite ser todo aquello que siempre había sido... pero que no te atrevías a decir, sentir o vivir. O sea, te da valor. Seguramente porque miras hacia atrás o hacia adelante de tu vida...y posiblemente ya estés más allá de la mitad, entre ambos extremos. Personalmente y como suelo afirmar, necesitaría 1000 años más para vivir todo lo que merezco vivir... o podría morirme ahora mismo pues creo, y siento, que mi vida ya tiene, hasta este mismo momento sentido pleno y suficiente. O sea que podría morir realmente en paz... como ya vivo ahora mismo.

    Por cierto, ¿Tendrá la luna llena de hoy algo que ver con todo ello?. No lo sé... solo se que nací un día, ya muy lejano, de luna nueva que se ha ido llenando hasta hoy. Ya sabes que a los gatos nos gusta la luna llena...

    Continua....

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