jueves, 27 de agosto de 2015

Un año más, cuesta abajo y sin freno...

    El año se acaba, le quedan unos cuantos meses, mal contados.

    Y con él sus oportunidades y sus dificultades... o al menos eso creemos.

    En la vida todo pasa, empieza y se acaba, sin parar... nada se repite, ni se aplaza, aunque a veces lo intentamos. La vida es obstinada y nos pone enfrente todo aquello, que debamos vivir, para que aprendamos...

    Y cerrar un año no es más, que cerrar una hoja en el calendario, porque la vida sigue y seguirá hasta, que ésta decida que hemos vivido todo lo que teníamos que vivir...

    Pero, cerrar un año invita a mirar atrás y mirar qué ha pasado en el, lo justo para darnos cuenta de lo que ya paso, agradeciendo las oportunidades que nos ofreció y, lamentablemente, las que ya se nos escaparon y no volverán jamás....

    Porque la vida tiene eso, que cada experiencia llega para ser vivida en cuanto llega y, aunque nos cueste entenderlo, cada una de ellas tiene su propio sentido, aunque esté solo sea para aprender.... viviendo.

    Para mi este ha sido un año de contrastes e incertidumbres, por fuera... lo que en ningún momento me ha producido un cierto desasosiego y miedo, por que no admitirlo.

    El mundo está convulsionando, seguramente para darnos la oportunidad de buscar más allá, en nuestro interior, y encontrar esa paz que necesitamos para ver las cosas con claridad y sentir las con intensidad, desde dentro. Fuera, en este año que pronto se acaba, tenemos muchos conflictos (alrededor del mundo), estamos viviendo mucho caos y mucho sufrimiento, por donde quiera...

    Catástrofes naturales, quiebras y cierres de empresas, crisis políticas, des gobiernos, rebeliones, conflictos bélicos, negociaciones infructuosas a nivel internacional, evidentes complicidades y corruptela de los poderes, que nos recuerdan que el poder corrompe, medidas y recortes injustos para los ciudadanos en cualquier parte del mundo...

    Mirándolo de esa manera, parece que este año, haya sido un año horrible, algo que ella debe determinar. Pero seguramente deberemos admitir que cada año de estos últimos lo ha sido, cada fin de año sentimos lo mismo y esperamos con ilusión que empiece un año nuevo, para que todo cambie.

    Y quizás alguna vez aprenderemos que el calendario es una creación humana, una manera de ponerle coordenadas a nuestra vida y al paso del tiempo.

    Alguien dijo; que mañana es 31 de diciembre, fin de año, y así lo sentimos. Pero nuestro ser profundo, si quiere nuestra alma, no entiende de tiempo, ni de distancia. Y por ello nuestra vida no es sólo lo que está sujeto a ello y que nuestros sentidos perciben. Para bien o para mal, nuestras vivencias van mucho más allá...

    Porque de un año como puede ser este, en un tiempo sólo quedarán emociones, recuerdos sesgados y circunstancias efímeras que nos dieron la singular e irrepetible oportunidad de vivir. Quizás olvidaremos las fechas y lugares, las personas y los momentos concretos vividos...y sólo quedará lo esencial de cada uno de ellos, el sentido propio que tuvieron y que tendrán, a pesar del paso del tiempo.

    Nuestra vida no puede quedar en manos de nuestra memoria sesgada, ni que esta nos imponga el recuerdo como condición para vivir cualquier hecho que ahora o mañana llegue. El pasado dejó la huella, el aprendizaje, que debía dejar y se marchó... y por más que nos obstinemos, nunca más volverá. De él sólo quedará lo esencial, que es eterno y que, mientras vivamos, pervivirá...

    Eso es el cierre de cada año que se acaba. Un momento para mirar atrás y ver todo aquello que significó el año que finaliza, agradeciendo y ser consciente de lo que quizás no tuvimos el valor de vivir y se nos escapó...y para aprender, como debemos encarar mejor este nuevo año que pronto comenzará.

    Así, cada nuevo año es un paso más en nuestro ascenso, hasta nosotros mismos y hacia la vida plena que todos soñamos y merecemos.

    Incluso en el mundo incierto que nos rodea, aunque parezca lo contrario, todo avanza, paso a paso y no sin sufrimiento, porque quizás sufrir es la mejor, y quizás la única manera, de despertar a esa nueva vida que todos deseamos para ese nuevo año que muy pronto comenzará y celebremos lo más importante que es la vida, que es toda un regalo a nuestro ser...

    Gracias, por estar ahí......

No hay comentarios:

Publicar un comentario