Una carta que nunca envié, una historia que nunca conté...
No sé si escribir me convierte en escritor, nunca me han gustado las etiquetas. Imagino que la diferencia está, en si es tu trabajo, en si recibes dinero a cambio de escribir. Yo, la verdad, no escribo por dinero.
Escribo porque no fui capaz de desenvolverme muy bien en mi vida, porque pensé que sería una buena excusa, porque no trabajo, estando retirado, porque aquí todo vale, porque de alguna manera he de sacar el rencor que llevo dentro, porque no puedo ganarle a él más fuerte, ni nadie me puede mirar como el guapo delante, porque quizás algún día un editor me descubra y me haga rico y famoso, porque si otros pueden hacerlo yo también debería poder, porque sé que a todos les gusta leer, aunque sepa bien que no me leen, porque aún me duele algo perdido y lo que busco ya no puede ser ella, porque a veces creo que merezco ser castigado por sus recuerdos y otras que está en la única manera de olvidar.
Escribo porque estoy solo, porque espero que todo cambie, porque quiero una oportunidad más, porque jamás entendí los números y a quien dijo alguna vez que las letras no se me daban mal, porque ya no puedo perseguir una bola tan rápido como lo hacía antes, porque puedo escribir lo que me da la gana ya que gracias a mis habilidades nadie me lee, porque no hace falta hacerlo bien para conseguir algún halago, porque apenas creo en nada, porque así puedo ser otro o yo mismo sin que nadie pueda apreciar la diferencia, porque soy un egoísta desmesurado, porque es mucho más fácil escribir que actuar y aún más fácil dedicarse sólo a observar.
Escribo porque quiero, creer que soy mejor de lo que soy, aunque luego me dé cuenta que no lo hago muy bien, más que estas letras que aquí escribo, porque ni tan siquiera me creo eso y no puedo ser el empedernido romántico perdedor, que me gustaría ser, porque, que soy una suma de tradiciones y contradicciones y me avergüenzo cada vez que gano, porque no soy capaz de beber todas las noches, ni de enamorar a la primera dama, que se me pase por delante, porque me gustaría ser como un Valentino cualquiera, pero no, prefiero ser libre...
Escribo para dejar de mentir, para poder soportar mejor el reflejo del espejo, para pensar que tengo algo de talento, para decirle "no me molesten" a todos, en este mundo, para sentir cosas que yo no soy capaz de sentir, para sacarme todo lo que está mal y lo que está bien también, para parecer romántico sin serlo, para enamorarme, para decir todas esas cosas que no me atrevo a decir, para desnudar todos mis sentimientos, para disfrazarme, para salir impune, para que alguien lea algo más que "Los Pilares de la tierra" de Ken Follet, para decirle a esa dama que ya tengo amigos suficientes y que lo único que quiero es enamorar la, para no tener que oír más, el no puedes, para tener un final feliz de esos en los que no creo, para que me quieran, para poder verla todos los días.
Escribo, porque no soy el guapo alto, que no le hace falta más que sonreír, ni el malo fuerte que te saca a golpes lo que quiere, ni el rico poderoso que puede comprarte, ni tan siquiera soy el simpático gracioso que te hace reír...y a pesar que no soy ninguna de esas cosas que uno quiere ser, no quiero rendirme.
Pero sobre todo escribo para que un día, un día cualquiera, ella me lea y piense:.
"Creo que debería coger el teléfono y llamar lo"....
Qué lástima, es que escribir sirve para muchas cosas, pero para nada, de lo que uno quiere. Sólo para descargar las memorias y sentimientos, que navegan dentro de nuestro corazón y mente, incluyendo algo de fantasías soñadas...
Gracias....
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