viernes, 28 de agosto de 2015

Sabes que se esconde, tras la mirada de un niño... (Primera parte).

    Muchas veces nos falta el ánimo para seguir adelante. Nos sentimos cansados y sin poder ver la luz en el horizonte. Pues, es cierto porque es de humanos, de vez en cuando, sentirse así, tal como está de complicada nuestra vida, día a día.

    El árbol no nos deja ver el bosque, como las circunstancias, muchas veces pasajeras y/o triviales, no nos dejan disfrutar de la vida, en toda su plenitud...

    A veces sólo bastaría que levantáramos la mirada y, mirando hacia atrás, veríamos cuantas situaciones de nuestra historia que, un día nos preocuparon realmente incidieron significativamente en nuestra vida de entonces o si hoy persisten en ella, como pensamos en su día...

    Seguramente hay momentos en que perdemos la perspectiva. Pero también hay otros momentos en que se nos cae encima esa perspectiva de nuestra vida y nuestra mente nos invita a acumular los hechos que nos hicieron sufrir y extraer la conclusión de que la vida completa nuestra, ha sido y es sólo sufrimiento.

    Si lo pensamos bien, esa afirmación es injusta, con nosotros mismos y con la propia vida. Lo recordemos o no, en nuestra vida han habido momentos felices, tanto como infelices, aunque no siempre lo recordaremos o lo tengamos presente. Pero la sesgada mente nos invita a restringir esos recuerdos y sólo incide en los "aparentemente, negativos"...

    Ni que decir; tiene que la mayor parte del sufrimiento sirve para que despertemos a la realidad. Sufrir, nos guste o no, es aprender. Pero, independientemente de esta función del sufrimiento, es incierto que nuestra vida completa este solo llena de el, como si no hubiéramos tenido jamás situaciones de felicidad, aunque sólo fuera efímera.

    La verdad es que tanto la felicidad, como la infelicidad son, por definición, efímeros, como lo es todo en nuestra vida cambiante. Lo que precisamente convierte, o lo pretende, en crónica la alegría o la pena, es nuestra actitud ante la vida...

    Continúa...

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