lunes, 17 de agosto de 2015

Las cualidades de la vida... Y la transparencia...

    A veces suelo preguntarme por qué es tan difícil ser transparente...

    Creemos que ser transparente es simplemente ser sincero, no engañar a los demás...

    Pero ser transparente es mucho más que eso. Es tener el valor de exponerse, de ser frágil, de gritar, de decir lo que sentimos...

    Ser transparente es desnudarse el alma, es dejar caer las máscaras, bajar las armas, destruir las inmensas y pesadas paredes que nosotros insistimos tanto en construir...

    ¡Ser transparente es permitir que florezca toda nuestra dulzura!.

    Pero, infelizmente casi siempre, la mayoría de nosotros decide, no tomar ese riesgo. Preferimos la dureza de la razón a la luminosidad que expondría toda la fragilidad humana.

    Preferimos el nudo en la garganta a las lágrimas que nacen de lo más profundo de nuestro ser...

    Preferimos perdernos en la búsqueda loca de las respuestas inmediatas a simplemente rendirnos y admitir que no sabemos, que tenemos miedo.

    No importa qué dolor, es tener que construir una máscara que nos distancia cada vez más.

    Preferimos eso para mantener una imagen de protección...

    Así, vamos más en palabras falsas, en actitudes falsas, en sentimientos falsos. Con el pasar de los años, un vacío frío y oscuro nos hace percibir que ya no sabemos, dar ni pedir lo más precioso que tenemos para compartir, dulzura, comprensión... 

    Y lo sufrimos, nos sentimos solos, inmensamente tristes y lloramos calladamente antes de dormir.

    Los latidos gritan, desde dentro nuestro, por no tener el valor de mostrarnos a quienes más amamos.

    Porque, equivocadamente, aprendimos que es mejor atacar, acusar, criticar y juzgar, que simplemente decir:.

    "Estamos hiriéndonos... paremos por favor".

    Porque aprendimos que decir "eso es débil, es ser tonto", es ser menor que el otro. Cuando, realmente, si actuáramos con el corazón, podríamos evitar tanto dolor... Si tanto dolor...

    Sugiero que nos permitamos explotar toda nuestra dulzura. Que consigamos no atraer lamentos, no contener la risa, no intentar controlar tanto, competir tanto...

    Que consigamos vivir dulcemente, sentir y amar...

    Y que cada año sea todo un corazón, mucho más sentimiento, inundando de un amor transparente, a pesar de todo el riesgo que eso significa...

    La transparencia se envuelve en las cualidades de la vida y no es nada pequeño, es tan grande como el universo. TU y YO tenemos que ser transparentes en todo momento...

    Un abrazo fuerte, gracias...

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