jueves, 1 de octubre de 2015

Cómo nos afecta El Rencor...(Segunda y última parte).

    Desde este nuevo escrito, también se podrá ver más fácilmente cuáles fueron las causas internas mías que me ayudaron a vivir esas situaciones, o que me hicieron sentirme tan dolido con dichas situaciones.

    Generalmente las cosas nos pasan, y hay otro u otros involucrados, pero a la vez los dolores se aumenta, por heridas no sanadas de nuestro pasado. Entonces estos hechos nos pueden ser de gran utilidad para auto conocernos mejor, para sanar y abrazar cuestiones pasadas. Desde esta visión el otro termina siendo un facilitador que nos puede estar mostrando algo, que podemos sanar.

    Todo esto no significa que no podamos sincerarnos con la otra persona, decirle que su actitud nos ha hecho sentir muy mal, que nos hemos sentido heridos, que su proceder nos parece demasiado fuerte, que no esperábamos eso de ella/él, y que nos damos cuenta de que nuestro dolor puede en parte verse aumentado por nuestras propias vidas del pasado, pero que de todas formas nos duele, o lo que sea.

    Por el contrario, el Consejo es intentar siempre, decir lo que sentimos, compartirlo con el otro, abrirnos al otro, tratando de que sea lo más posible, desde lo más profundo de nuestro corazón. Es el miedo el que nos hace creer que es mejor cerrarnos y no decir nada. Y Es el Amor el que nos ayuda a abrirnos y compartir...

    Puede ser que al sincerarnos, sea la otra persona la que se ofenda. Hay personas que no tienen reparo en decir o hacer cosas fuertes, pero que no toleran escuchar el retorno. Además, ofenderse en esas instancias que puede ser un mecanismo de defensa para evitar remordimientos o a hacerse cargo de sus propias acciones. En ese caso, será la conciencia de la otra persona, la que debe trabajar sus rencores.

    Pero si nosotros hacemos nuestro trabajo y podemos soltar nuestros rencores, es muy posible que se dé una nueva instancia en la que sea el mutuo entendimiento, la mutua comprensión, la que triunfe. Sólo es cuestión de darle a las situaciones el tiempo necesario. Y según han dicho los sabios y maestros.

    "El tiempo es, en últimas, parte de la ilusión, como así también de la separación".

    No nos aflijamos si de todas formas, más adelante los rencores afloren de nuevo. En ese caso podremos aplicar de nuevo esta visión ganadora.

    Generalmente vamos creciendo en lo espiritual ascendente, pareciera que volvamos a pasar nuevamente por lo mismo, pero siempre estamos avanzando, sanando interiormente y evolucionando, cuando aprendemos de nuestros errores...

    Espero que el escrito les sea de utilidad. Gracias....


No hay comentarios:

Publicar un comentario